Cuando los Kharas marcharon
Sin el ánimo de contradecir o demeritar la reciente expedición aérea de S.E. a la región del TIPNIS, acompañado de una cohorte de periodistas que certifiquen, a vuelo de pájaro que la controvertida carretera por medio del corazón de dicho parque nacional no tiene alternativa de construcción y, si la hubiese, esta seria enormemente onerosa y de difícil mantenimiento, seguimos pensando que el esfuerzo fue vano y que la empresa arrojó más costos que beneficios.
Paralelamente a este raid presidencial, contingentes de indígenas pobladores de dicha reserva y área protegida forestal se preparaban para emprender su novena marcha de protesta con destino a La Paz, pese a los infructuosos intentos de S.E. por disuadirlos, mediante una copiosa entrega de prebendas y sinecuras dignas de un extemporáneo Papa Noel andino.
Lo curioso de estos avatares protagonizados entre indígenas de tierras altas y bajas del Estado Plurinacional y Multilingüe es que dichos entuertos, después de seis y medio años de gobierno, debieron haberse superado ampliamente, como nos fue prometido en la posesión del gobierno indígena, campesino, originario en Tiwuanacu. Empero, éstos nos siguen agobiando y asistimos desconcertados a una situación sin solución de discontinuidad al caos y al absurdo.
Lo único que queda y sobrevive es el odio, el resentimiento infundado y la estúpida querella contra el khara. Se olvidan que hace exactamente 112 años, un 30 de abril de 1900, una columna de ellos, sin contar con las comodidades de un helicóptero que reduzca a dos horas su misión, emprendió una gesta que duró casi un año para ir a defender el territorio del Acre, invadido por los brasileros.
Tan frágil, tan carente de sus tradiciones, tan ignorante de su propia historia, la otrora clase mal denominada blanca o khara, ha olvidado su pasado y junto a él, por miedo o por comodidad ha dejado en el basurero de la historia gestas como la del Acre, magistralmente descrita por uno de sus protagonistas, el ilustre escritor Don José Aguirre Achá, en su obra: “De los Andes al Amazonas” que muy bien podríamos bautizarla como la primera gran marcha que no solo unió al occidente con el oriente de la nación sino que, con un contingente de apenas 700 valerosos bolivianos, de los cuales sólo retornaron 300, se fue a defender un girón patrio amenazado por la codicia brasilera y a sentar soberanía en esas remotas latitudes patrias.
El trayecto seguido por esos valientes titanes fue el doble que el que actualmente comprende la marcha indígena. Saliendo de La Paz, pasando por Oruro; Cochabamba, se adentraron por el famoso Isiboro hasta llegar a Trinidad, para remontar desde allí su travesía hacia Riberalta y finalmente al Acre, abriendo sendas y transitando por zonas que jamás habían sido holladas por el hombre y donde el único recibimiento fue la emboscada de los filibusteros.
Hoy en día, en medio de esta fiebre etnocentrista que se apoderó abusivamente del país, se pretende borrar todo vestigio de esos ilustres héroes que dejaron sus vidas en tan ignotos parajes y sólo queda de ellos, algunos letreros de calles o su recuerdo en la memoria de patriotas que los honran.
No tendría ningún sentido rememorar esta pequeña reseña histórica sobre esa inolvidable epopeya cumplida hace 112 años por estos compatriotas, sin antes transcribir una carta dirigida por Rodolfo Siles a su señora madre, un 5 de diciembre de 1900, antes de ofrendar su vida por la patria.
“Querida mamita:
Esta última que te dirige el hijo que más te quiere, por que dentro de un momento seré fusilado por los acrenses; pues he caído prisionero. Tal vez hubiera salvado mi vida, pero mi deber de buen ciudadano me manda perecer. Del cielo, a donde espero ir, velaré por ustedes, ya que en la tierra mis fuerzas han sido vanas y desgraciadas. Recomienda a todos mis hermanos se acuerden en sus oraciones de mi. A mi abuelita y a mis paisanos, que honren mi memoria, por que la merecerá”. ¡Hasta la otra vida!…”
¡Qué bello ejemplo de valentía de este boliviano que ofrendó su vida por la patria sin cálculo político ni interés mezquino, como un recuerdo de que esta república se creó y formó con el sacrificio de todos y especialmente, de cuando los kharas marcharon.
(04052012)