ENTREVISTA: Disparate tras disparate
1 ¿Qué evaluación hace del rumbo que ha tomado el juicio a los magistrados del Tribunal Constitucional?
Nada buena porque el régimen demuestra una vez más su autoritarismo, en detrimento de personas y sus honras. Más allá de que fueron peones al prestarse a la farsa de las elecciones del poder judicial en 2011 -con candidatos ineptos, la mayoría, y ‘designados’ antes de la votación- los tres Magistrados recobraron una mínima ética al oponerse a la tercera ilegal reelección de Evo Morales en octubre de 2014. La Ley del Notariado, que tampoco aprobaron, fue un pretexto para someterlos a juicio, con la misma metodología perversa y vengativa, secundados por los parlamentarios oficialistas, cuyas hojas de vida ética dejan mucho que desear, como haber ventilado públicamente la enfermedad –VIH Sida- del magistrado Gualberto Cusi. Violentando toda norma jurídica en democracia, ahora anuncia un referéndum para solucionar los problemas de la justicia.
2) ¿Qué cree que vaya el gobierno a cambiar para solucionarlos?
Con otro disparate. ¿Qué van a peguntar en un referéndum, y para solucionar cuál de los males que aquejan a la justicia en Bolivia? ¿La ineficiencia por la falta de capacidad profesional, la ausencia de ética en el ejercicio del Derecho en la función pública, la retardación de justicia, la política clientelar y corrupción rampante? La solución a sus graves problemas, añejos muchos, no dependen solo de leyes unilaterales como las dictadas por Morales y compañía en estos 9 años, incluida la fanfarria electoral de 2011, que la ciudanía rechazó con 64% de votos. La solución depende de un acuerdo de las fuerzas políticas, mal llamado cuoteo, pero acuerdo político y también de la sociedad civil ajenos uno y otra a intereses coyunturales o personales como los actuales, que han servido para que Morales ejerza su dominación política sin contrapesos. A saber, independencia de los tres poderes del Estado, autonomía económica del poder Judicial para no depender del poder Ejecutivo, rendición de cuentas y transparencia, amén del factor humano.
3) ¿Sin ese factor solo queda la letra muerta de la ley y puede resultar un esfuerzo inútil u otra trampa?
Tiene usted razón, ya que un tema de tanta importancia requiere no solo voluntad política, sino también quiénes administran las leyes. Y ellos deben tener méritos profesionales, capacidad y calificación comprobada, ética para trabajar sin dejarse presionar ni ‘tentar’ por partidos políticos ni por políticos. En otras palabras probidad, honestidad, rectitud e integridad en sus actos. Por ello, la elección de los futuros hombres y mujeres que vayan a administrar el poder judicial en Bolivia, debe ser responsabilidad del Congreso, hoy Asamblea, por 4/5 de votos, es decir casi unanimidad, no por 2/3, que eso ya es lo que tiene el oficialismo, para elegir a quienes sean mejores, libres de toda sospecha de padrinazgo, o de compadres, amigos y camaradas.
4) ¿Cambiando de escenario, qué se viene en el mundo luego del atentado ocurrido en París?
Pregunta compleja para un tema aun más complejo, que exige más de una respuesta y miradas múltiples a profundidad, que no son precisamente lo expresado por la ministra de Comunicación en Bolivia. Según ella, las caricaturas del semanario parisino contienen un “fanatismo racista, contra islamista, xenófobo y de derecha cavernaria… En Charlie Hebdo los extremistas de izquierda se juntaron con los de la derecha racista”, publicó en su Twitter (El Sol de Santa Cruz, 9 de enero 2015) Aunque la señora condenó la masacre, no debe haber visto las caricaturas de “Charlie” sobre la Iglesia católica y muchos de sus prelados, o sobre los políticos de cualquier signo en todo el mundo, entre otros tópicos. Tampoco conoce la tradición de la caricatura francesa, que habla la calidad de una sociedad democrática y de su tolerancia frente a la irreverencia burlona de la sátira, que eso es una caricatura. Sus afirmaciones hablan muy mal de ella y del régimen, pues no parecen ser solo de su propia cosecha. Es proverbial la intolerancia del régimen ante la crítica política, la caricatura y la sátira sobre sus funcionarios. Así nos va.
Fuente: ElDía