Prof. René Pasquier Sandi
En esta hora de angustia y zozobra en que nos debatimos, frente a detenciones, juicios y barbarie impuesta por el partido gobernante y la nueva oligarquía que solo han sembrado prepotencia y brutalidad sin preocuparse de la salud, la educación ni de la economía.
Me inclino reverente el 6 de junio, día consagrado al Maestro Boliviano, porque los maestros constituimos una sola familia. A esos formadores que nos enseñaron que la palabra es más fuerte que el fusil y que la inteligencia nos fue dada para crear y no para dividir, ni perseguir como los políticos. Una vez un pensador dijo una frase genial, que su Patria le dolía, ahora también a los maestros como formadores de almas, nos duele la patria.
Maestros de Bolivia, colegas y amigos, hoy cuando los años ponen nieve en las cumbres de nuestras sienes, somos soñadores como Fernando Diez de Medina, quien decía “soy un soñador un buscador que en el Thunupa, en Sirirí, en Nayjama partió al encuentro de una Patria mejor”; nosotros somos la Patria que soñó.
Pero hoy los maestros dejemos a nuestros hijos no una fortuna, obtenida quién sabe cómo adquirida, sino algo mejor, un Título. Por eso hoy pido a mis colegas sean como la fuerza de cohesión, el lazo unificante de este país desgarrado por el divisionismo amparado por el odio creado entre los hombres del campo y de las ciudades. Maestros, sean como las Cantatas de Corales y Oratorias de Juan Sebastián Bach.
Maestros, sean esas corrientes arrolladoras cuya marcha ágil y brillante no sabe detenerse; deben ser como esas voces que se remontan cual vuelo de águilas.
Distinguidos colegas, debemos recordar siempre, entre muchas cosas, que lo más grande que ha dado Bolivia no son sus nevados eternos, sus ríos legendarios, las bellas ciudades, ni sus riquezas ambición de todos los imperios, sino su contenido humano, por su tarea abnegada, rara vez comprendida: lo más grande que ha dado Bolivia son SUS MAESTROS.
Maestros, en este día les pido que no bajen la cabeza ante los hombres, por el contrario levantarla hasta mirar el cielo y junto a la poetisa Gabriela Mistral, repitamos:
¡Señor! Tú que enseñaste, perdona que yo enseñe; que yo lleve el nombre de Maestro, que tú llevaste por la Tierra”.
Señor, hoy Día del Maestro bendícenos, protégenos y guíanos por el camino que Tú nos enseñaste a los maestros de Bolivia.
Sucre, 6 de junio 2021
