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Proclama de la marcha indigena 2021

IDENTIDAD, DIGNIDAD, UNIDAD PARA DEFENDER LAS TIERRAS Y LOS BOSQUES DEL AVASALLAMIENTO COLONIZADOR

Fue entre agosto y septiembre de 1990 que los 34 pueblos indígenas del Oriente, la Amazonia, la Chiquitania y el Chaco de Bolivia, que realizamos la “Marcha por el Territorio y la Dignidad”. Salió desde el Salón del Cabildo Indigenal de la Santísima Trinidad. Tomó aliento en el monumento de nuestro cacique histórico, Pedro Ignacio Muiba. Con dicha guía llegamos hasta la ciudad de La Paz, dialogamos con el gobierno de la época y logramos arrancar del Estado los primeros cuatro Territorios Comunitarios de Origen.

En 1994, con el esfuerzo de otra marcha, logramos que se realice la reforma a la Constitución Política del Estado, y que en ella se incluya el derecho de los pueblos indígenas de Bolivia a las Tierras Comunitarias de Origen (TCO). En 1995 esta reforma entró en vigencia, y desde ese año, todos los pueblos indígenas de Bolivia nos beneficiamos, incluidos los aimaras y quechuas de la región andina, que nunca estuvieron presentes en nuestras marchas y negociaciones con los sucesivos gobiernos de la República de Bolivia, que reconocieron nuestros derechos.

En 2011, en la inauguración del Estado Plurinacional de Bolivia que proclamó el inicio de los tiempos de la Madre Tierra (Pachamama) y la plenitud del Gobierno Indígena, del Proceso de Cambio, del Socialismo Comunitario y del Vivir Bien para lograr la felicidad eterna, los 34 pueblos indígenas del Oriente, la Amazonia, la Chiquitania y el Chaco de Bolivia fuimos atropellados, golpeados, apresados y amordazados por las fuerzas policiales, sus asesores del Caribe y los sindicatos de colonizadores integrados por quechuas y aimaras cuyas tierras de origen se hallan en la región andina.

Ello sucedió el 25 de septiembre de 2011, a las 16 pm, en la población de Chaparina. Arremetieron a traición cuando de manera confiada los ancianos descansábamos, los adultos cocinaban, los jóvenes y adolescentes jugaban y los niños y niñas dormían en los brazos de sus madres. Era la Octava Marcha Indígena.
La causa mayor para este criminal agravio fue nuestra oposición a que se destruya el Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS). Se trata de la primera Tierra Comunitaria de Origen (TCO) y lugar ancestral de vida de los pueblos Chimán, Yuracaré y Mojeño; que se hallan en la Amazonia de Bolivia.
El motivo inmediato de la Marcha fue la oposición a la construcción de una carretera que destruirá el TIPNIS. El gobierno indígena del Socialismo Comunitario y el Vivir Bien de ese año, contaba con financiamiento del Banco de Desarrollo del Brasil y las inmensas capacidades técnicas en todos los sentidos de la empresa constructora Oberdrech, que apoyaban la expansión de los monocultivos industriales y la consecuente deforestación de la Amazonia.

También nos oponíamos, porque en defensa del territorio desde siempre rechazamos el avasallamiento de los colonizadores andinos destructores de los bosques en el polígono 7. Son colonos quechuas y aimaras que desde su ingreso autorizado por el gobierno nacional supuestamente defensor de la Madre Tierra, sustituyen las plantaciones silvestres de cacao (chocolate) para extender el cultivo de la hoja de coca y la producción de cocaína.

Nuestro rechazo también es a estas “políticas púbicas”, calladamente apoyadas por algunas Fundaciones y Organizaciones No Gubernamentales “indigenistas y ambientalistas”, por los organismos multilaterales y por algunos Estados genuinamente democráticos, que para justificar de manera formal la presencia de sus diplomáticos, emiten informes “neutrales” que contribuyeron y contribuyen a neutralizar nuestras acciones y a ser sometidos al debilitamiento de nuestras organizaciones y estructuras de representación naturales mediante la prebenda, la cooptación y la división.

Este es el escenario que posibilitó y favorece al gobierno nacional del Socialismo Comunitario para Vivir Bien, para alcanzar los actuales niveles de corrupción de algunos de nuestros representantes.

Ello se verificó también en el Fondo Indígena (FONDIOG), que los pueblos indígenas del Oriente, la Amazonia, la Chiquitania y el Chaco conquistamos. Este fondo, en casi cien por ciento fue para el despilfarro, la corrupción y el disfrute de los colonizadores andinos que viven y construyen sus organizaciones desde las ciudades intermedias de las provincias y municipios. Solo llegan a las comunidades cuando necesitan las firmas de los verdaderos comunarios, para tramitar y justificar los “proyectos” que por alguna razón nunca llegaron a las comunidades en los últimos 15 años.

Estas son algunas de las razones que explican y justifican la Marcha que salió el 24 de agosto de 2021, desde el Cabildo Indigenal de la Santísima Trinidad, con una posta en el monumento a nuestro cacique Pedro Ignacio Muiba, para llegar a los pies del Cristo Redentor en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra.

Ponemos en alto la IDENTIDAD de los 34 pueblos indígenas del Oriente, la Amazonia, la Chiquitania y el Chaco de Bolivia, para una vez más visibilizar muestras culturas de libertad, paz, dialogo, convivencia democrática en autentica armonía con los bosques y la naturaleza.

DIGNIDAD en nuestra forma de pensar, decir y hacer las cosas, sabiendo que tenemos coincidencias entre los pueblos indígenas del Oriente, la Amazonia, la Chiquitania y el Chaco, con la que dialogamos y concertamos con las otras identidades socio culturales del país y del mundo.

UNIDAD PARA DEFENDER LAS TIERRAS Y LOS BOSQUES DEL AVASALLAMIENTO COLONIZADOR.
Nuestros mayores desafíos del actual periodo histórico consisten en renovarnos en todos los sentidos, ser parte de desarrollo modernizador, mirar hacia el futuro que en el presente ya empezó arropado con nuestras culturas ancestrales, desafiar la postergación a la que fuimos sometidos y establecer genuinas alianzas por la vida entre todos los orientales.

Esperamos ser oídos, escuchados y entendidos en nuestros propósitos mayores y más profundos.
Apelamos a la apertura de todas las otras culturas, instituciones y sectores para una cabal comprensión de nuestras sanas y pacificas intensiones.

Somos los ancianos de la Marcha por el Territorio y la Dignidad que en 1990 empezamos esta tarea, y que hoy contamos con el auxilio y esperado relevo de los jones indígenas, mujeres y hombres que aspiran a la libertad, el desarrollo y la auténtica democracia. Todo sea por la vida de los seres humanos, los bosques y de la naturaleza.

Santísima Trinidad, 24 de agosto de 2021.

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