POLITICA, DELINCUENCIA, Y PAIS
Un panorama de “precalentamiento político” es el que vemos en el país. Sin una oposición articulada para el desafío de buscar el poder político, las trincheras del combate social y político, como siempre, las cavan los trabajadores, eventualmente acompañados de sectores, y regiones que se ven afectados en sus intereses. Mientras tanto los partidos y agrupaciones caminan a la cola de los acontecimientos, sin mostrar mucha creatividad y lucidez táctica y estratégica en el enfrentamiento cotidiano al soberbio y “chambon” oficialismo. Se esperaba mucho más de Juan del Granado pero su aporte es solamente personal. Es el aporte político del viejo militante marxista y socialdemócrata; es del político incorruptible que metiera preso a Luis García Mesa entre otros “notables”. Lamentablemente las estructuras de su partido, el Movimiento Sin Miedo, carecen de solidez y liderazgo en varias regiones importantes del país, como por ejemplo Santa Cruz donde se ha visto en sus filas desde miembros del oportunismo de siempre, hasta dirigentes del Sindicalismo Libre Pro – Yanqui y capitalizadores gonistas de YPFB.
Así, el peso de la pelea como siempre ocurre, estará en las espaldas de la COB y los trabajadores. El tema de los salarios y las reivindicaciones laborales, siendo una lucha de beneficio para todos los asalariados (obreros y trabajadores de clase media) del país, solo tienen como reales protagonistas activos a los mineros, maestros urbanos, rurales, y alguno que otro sindicato. Los demás solo acompañan la lucha a niveles de marchas y eventualmente huelgas de hambre. Los empleados públicos, así como los trabajadores bancarios son los grandes ausentes de la lucha reivindicativa. Concepciones fascistoide gubernamentales, regionales, y empresariales niegan todo aumento salarial a los trabajadores y amenazan con despidos (violentando convenios de la OIT con el Estado Boliviano) a todo aquel que reclama y quiere organizarse y participar de las resoluciones de la COB, siendo por tanto este, otro de los punto que obligadamente debe demandarse al gobierno, además de hacer conocer de este conflicto a las Centrales Mundiales de Trabajadores para contar con su solidaridad en la representación formal con el peso político – sindical necesario, ante la OIT.
Así, las medidas que asuma el movimiento sindical boliviano, deben de estudiarse detenidamente. Una eventual huelga general indefinida así como es reivindicativa es también política. Querrá decir que ya no se espera nada más, ni política ni socialmente de Evo y su gobierno y por tanto su permanencia y suerte en el poder es totalmente indiferente a los trabajadores. Ahí en ese trance es donde deben elevar su capacidad de análisis y agudizar su perspectiva política. Ahora, la situación económica de los trabajadores del país se deteriora cada día más: Lo que hasta 6 meses atrás tenía un precio, hoy cuesta dos o tres veces más, con lo que un aumento salarial del 7% es francamente ridículo. Los grandes ganadores de la estafa plurinacional son los banqueros y financistas, además de quienes participan del circuito del narcotráfico, y por supuesto los que “prusianamente” le cuidan el trono al “jefazo”. A los demás, como diría una viejita de nuestro pueblo, “que se los coma el tigre”.
Ciudadano Camba – Boliviano