¿SALARIALISMO O REPOSICION?
La última oferta del gobierno de Evo Morales a la Central Obrera Boliviana sobre un “incremento” a los salarios de los trabajadores de un 8%, francamente carece de honestidad y coherencia política. Recordemos que el gobierno del MAS en diciembre del 2010 propicio una disparada de los precios de la canasta familiar con el famoso aumento de los precios de los carburantes, medida rechazada y repudiada por los bolivianos, y que obligo al gobierno a desesperadamente retirarla.
Pero el daño ya estaba hecho y los precios de la canasta familiar no volvieron nunca más a los niveles anteriores a la medida. El salario del ciudadano común se vio de esa manera otra vez disminuido por la “chambonada” (¿?) de un gobierno irresponsable.
Para sorpresa nuestra, Evo en un afán electoral (elecciones judiciales de octubre del 2011) decreta el pago de un bono de 1. 000 bolivianos por única vez a los empleados del sector publico, medida que solo llega a la estructura del aparato central del gobierno (ministerios) y de ninguna manera a los empleados de entidades descentralizadas del país y peor de las Gobernaciones (hay sectores por ejemplo, que no tiene ningún incremento salarial desde hace por lo menos diez años). Lo que llego sin embargo, fueron los efectos del pago del bono pues inmediatamente los precios de la canasta familiar volvieron a incrementarse automáticamente en todo el país.
Por ello nos parece atinado que la Dirección de la COB plantee antes que nada una verdadera y efectiva reposición de los salarios para los trabajadores bolivianos, y no hablar de un supuesto y fantasmagórico “aumento” de sueldos y salarios. La calidad de vida de los trabajadores del país se ha visto afectada muy seriamente en los últimos años, no obstante el discurso oficial de que todo marcha “al pelo”, “que Evo cumple” y que poco menos que vivimos como “Alicia, en el país de las maravillas”.
Ahora, hay que tener cuidado con ciertas estratagemas de desvelados masistas ex teóricos del socialismo “de pliqui” (trucho) que recurren a los clásicos de Marx para pretender vendernos el cuento de que el movimiento sindical boliviano esta en una carrera de corte salarialista, y que como otros mas bien hay que pensar políticamente en la reactivación del aparato productivo, es decir en la producción.
Claro, para los burócratas bien pagados del masismo es muy fácil pretender dar lecciones de línea política al proletariado boliviano desde la pulcritud de un despacho adornado y con incienso.
Los trabajadores bolivianos siempre luchamos por la reactivación productiva del país, y lo hicimos en dictaduras y en democracia sin boicotear jamás el patrimonio nacional a títulos de “guerrilleritos” de papel.
Hoy la evidencia de un pueblo trabajador con hambre nos obliga a exigir un mínimo de responsabilidad al Estado Nacional. Para trabajar hay que comer, y ese 8% ridículo que nos ofrece el gobierno solo nos alcanza para tomar un medio te por la noche.
Que patriótico seria más bien que los presupuestos de Seguridad y Defensa nacional contribuyan a democratizar el derecho a la vida de todos los bolivianos.
“Durante el tiempo en que el obrero trabaja para el capitalista produce una determinada magnitud de valor, parte de ese valor se le devuelve en forma de salario. Del resto se apropia el capitalista (la plusvalía). La magnitud del salario esta determinada por el valor de los medios de subsistencia del trabajador y su familia, vale decir por el precio de aquellos bienes que el obrero y su familia deben consumir para sobrevivir”. Carlos Marx.
Ciudadano Camba – Boliviano