¿SIN ESTRATEGIA?
Algunos nos dirán que es muy prematuro predecirlo. Sin embargo ya notamos los primeros síntomas renuentes en algunos jefes de Partidos Políticos y de Agrupaciones Ciudadanas a la unidad política de toda la oposición boliviana para enfrentar al MÁS en las próximas elecciones generales del país. No lo dicen abiertamente, pero por el “entusiasmo” que demuestran, nos inducen a pensar que solo habrá unidad de bloques afines ideológicamente, o en todo caso unidad en torno a los candidatos que pongan más recursos económicos sobre la mesa.
A lo mejor esta bien que esto sea así, pues a veces es necesario tocar fondo como lección histórica, además de que una unidad forzada y a punta de voluntarismo político y de plata, solo trae el “cuoteo” de siempre, y la acción mesiánica y unipersonal del “gran” candidato. Visto así, nos parece que la sociedad política nacional que no comparte el proyecto de Evo Morales estará condenada por mucho tiempo más a la ausencia de proyectos de pais, serios y responsables, y obviamente de liderazgos auténticos de conducción y unidad de la patria.
En algunas regiones, las elites – logias, y los grupos dominantes del poder regional, están con las barbas en remojo, y en ciertos casos buscando acercamientos y “puentes” para llegar hasta el Olimpo de los actuales detentadores del poder político, y transar acuerdos que les permitan seguir con la “melea” de siempre, y sin sufrir mayores sobresaltos en sus “importantísimas” actividades. Y para ello no les importa inclusive, jugar el papel de “infiltrados” del aparato de gobierno, lo que determina el fraccionamiento anticipado de estas oligarquías que hasta ayer eran base de sustentación de la derecha política.
El pragmatismo, el oportunismo, y el cinismo político del escenario nacional que observamos por tanto, son la cortapisa domestica a cualquier unidad opositora.
Por el lado de la oposición social y de la izquierda sobreviviente, tampoco las cosas son color de rosas: Los Sindicatos mas importantes en la economía nacional apuestan a su sobrevivencia y para muchos el mejor paraguas es estar bien con el poder gubernamental, aunque saquen a sus bases de “mes” en cuando, a gritar contra ese mismo poder oficial. Las únicas leales a sus principios, la verdadera izquierda nacional y la izquierda trotskista se mantienen firmes como siempre, aunque lamentablemente a veces esto no alcanza para enfrentar el escenario generalizado de descomposición nacional impuesto por el gobierno cocalero y su nueva oligarquía “chapareña”.
Así que con semejante panorama, carente de una estrategia elementalmente preparada para el enfrentamiento político en todo campo y escenario nacional, lo único que nos queda es sentarnos a ver desde la vereda el paso del cortejo fúnebre de una oposición al MÁS, que murió de inanición y mansedumbre política. QEPD.
Ciudadano Camba – Boliviano