ArtículosIniciosemana del 14 de ENERO al 20 de ENERO

Atípica minería boliviana

Por: Jorge Espinoza Morales

Con menos inversión exportó proporcionalmente más que otros países

Se ha comentado mucho  del notable crecimiento de las exportaciones mineras a partir de 2007, debido al incremento sostenido del precio de los minerales desde 2006, por la puesta en marcha de tres nuevas operaciones: San Cristóbal (2007), San Bartolomé (2008) y San Vicente (2009) y por el notable crecimiento de la minería cooperativa y chica.

Desde que subieron los precios de los minerales, se agudizaron la toma de centenares de minas, echando por tierra la seguridad jurídica, las normas ambientales son implacables para las inversiones privadas, tolerantes con la minería estatal y casi nunca se aplican para la minería cooperativa. Se mantuvo las alícuotas de las regalías, pero para la minería privada y para COMIBOL al Impuesto ala Utilidadde las Empresas (IUE) del 25%, se le añadió una alícuota adicional del 12,5%  (24/11/07) llevando el IUE a un 37,5%, mientras que las cooperativas solo pagan regalías por ser consideradas unidades productivas de naturaleza social.

Anualmente el conocido instituto Fraser de Canadá realiza encuestas mineras, mayormente a empresas de exploración, que es donde empieza la actividad minera, para calificar a distritos que en diversos aspectos alientan o desalientan la inversión. Las posiciones que ocupó Bolivia y el número de distritos ha sido: 2003 (13/47), 2004 (22/53), 2005 (60/64), 2006 (56/64), 2007 (63/65), 2008 (64/68), 2009 (66/71), 2010 (66/72), 2011 (76/79) y 2012 (90/93), vale decir fue desmejorando paulatinamente.

Estas encuestas se reflejaron en las inversiones mineras en el país, que de acuerdo al Ministerio de Minería y Metalurgia fueron en millones de dólares: 2000 (49,7), 2001 (40,6), 2002 (31,8), 2003 (20,0), 2004 (50,3), 2005 (291,3), 2006 (330,3), 2007 (404,8), 2008 (249,2), 2009 (158,3) y 2010 (42,1). La subida de inversión en los años2005 a2009 se explica por los tres proyectos mencionados.

Algunos datos de inversión minera en países limítrofes tradicionalmente mineros  como son Chile y Perú, además de Argentina que recién en las últimas décadas dio énfasis a la minería, desarrollando una agresiva política de atracción de inversiones, en millones de dólares (M$us) por año son las siguientes: Chile 1991-2002 (1.360), 2007-2011 (2.600), Perú 2007-2011 (1.600) y Argentina 2006 (1.252), que resultan muy superiores a las de Bolivia. Las diferencias son mayores si se considera que las carteras de nuevos proyectos mineros para los cuatro países en M$us son: Chile: 67.000, Perú: 48.000, Argentina: 43.000 y Bolivia: 3.000 (incluidos Mutún y Salar de Uyuni).

A todos los factores negativos señalados hay que añadir que debido a la falta de inversiones, a la fecha no existe un solo proyecto minero de importancia que pueda entrar en operación en diez o más años (el tiempo de maduración de ellos).

A pesar de este pesimista escenario, al analizar la evolución del valor de las exportaciones mineras en los cuatro países, me sorprendí porque si bien Bolivia exporta mucho menos que Chile y Perú y menos que Argentina, curiosamente sus exportaciones han subido en mayor proporción que en los otros tres países, según se muestra en el cuadro que sigue.

País

2003

2005

2007

2008

2009

2010

2011

2011/

2003

M$us

P1

M$us

M$us

M$us

M$us

M$us

M$us

P2

Chile

8.461

22,7

21.500

44.500

40.250

30.460

43.300

49.244

14,3

5,8

Perú

4.597

12,4

9.760

16.915

18.656

16.361

21.723

26.406

7,7

5,7

Argentina

1.059

2,8

1.500

2.802

2.847

2.850

4.521

5.272

1,5

5,0

Bolivia

372

1,0

544

1.386

1.952

1.853

2.405

3.448

1,0

9,3

P1 y P2 proporciones considerando el valor exportado de Bolivia como 1,0.

En el período2003 a2011, las exportaciones mineras bolivianas subieron 9,3 veces, seguida de 5,8 veces en Chile, 5,7 veces en Perú y 5 veces en Argentina. Nótese que no hay mucha diferencia en el crecimiento de estos 3 últimos países. Nótese también que en la época de precios bajos (hasta el 2006), las proporciones de exportaciones de los tres países con relación a Bolivia fueron mucho mayores (P1) que en las épocas de precios altos (P2).

Existen dos razones que explican lo anterior: a) la puesta en marcha en Bolivia de la operación San Cristóbal, que por el pequeño tamaño de la minería boliviana, incidió más que otras nuevas operaciones en los otros tres países, pero fundamentalmente b) porque algo muy particular de la minería boliviana es la existencia de innumerables y pequeños yacimientos filonianos de estaño, wólfram, zinc, plomo, plata y oro, con vetas desarrolladas pero no explotadas por los precios bajos, así como son visibles muchos y pequeños yacimientos aluvionales de oro, tampoco explotados por los bajos precios, que por el efecto de precios excepcionalmente altos, pueden trabajarse con un amplio rango de utilidades, realizando pequeñas inversiones.

La fama de país minero fue ganada por Bolivia en las primeras décadas del siglo pasado, no por la existencia de yacimientos de gran magnitud, sino por la existencia de pequeños yacimientos de vetas muy ricas, en las que con poca inversión se lograba grandes utilidades. Dichas vetas ricas ya habían desaparecido a mediados del siglo pasado, pero los precios altísimos provocaron este nuevo boom, con la aparición de miles de pequeñas unidades productivas organizadas generalmente en cooperativas, por su influencia socio-política y para evitar el pago de impuestos. La facilidad de la puesta en marcha de estas pequeñas operaciones se da también en su cierre, pues casi nunca deben hacer frente al pago de los beneficios sociales; tampoco en ninguna fase cumplen las  rígidas regulaciones ambientales establecidas por ley pero cumplidas solo por la minería privada, de modo que es una minería de poca inversión, rápida puesta en marcha, simple, flexible y con grandes ventajas tributarias.

No ocurre lo mismo con los tres países comparados, que dependen de grandes minas, por lo general de explotación masiva, cuyo proceso de maduración toma bastante tiempo, deben cumplir estrictamente las regulaciones ambientales y las inversiones requeridas son cuantiosas. Sin embargo estas operaciones por la tecnología de punta utilizada, tienen la ventaja de que pueden resistir mejor los precios bajos y a veces deben resistir precios muy bajos, toda vez que su cierre sería muy costoso, así como su reapertura (si acaso se da).

El ímpetu del sector cooperativo/chico es tal, que a septiembre de 2012 se ha convertido en el mayor exportador, desplazando a la minería mediana y ha hecho que el oro vuelva a brillar, colocándose como el segundo mineral de exportación (avanzó del quinto lugar en 2011) detrás de la plata y por delante del zinc, estaño y plomo. En las circunstancias actuales es de prever que este sector mantenga este sitial de privilegio y existe la posibilidad que el oro pase al año al primer lugar.

Si acaso pasa el período de precios altos y sin necesariamente llegar a precios bajos, en el país de cerrarían miles de pequeñas operaciones y en lo que se refiere a reservas (minerales que pueden explotarse económicamente), estaremos peor que antes y entonces para que se produzca un nuevo boom serán necesarios precios demasiado altos, que podrían o no darse. Este el panorama de la minería cooperativa y chica. En cuanto  a la minería mediana, está demostrado que sus proyectos maduran en unos diez años y como al momento no existe un solo proyecto y las empresas en actual operación trabajan minerales cada vez más pobres, su incidencia será menguante, y COMIBOL tiene una participación mínima en las exportaciones mineras y pocas posibilidades de desarrollar nuevas operaciones, de manera que la minería en general sufriría una gran declinación, con escasas posibilidades de mejorar, volviendo al desesperante escenario de los primeros años de este siglo.

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