
Mauricio Quiroz Terán
Seis profesionales de alto nivel se reunieron el 8 de diciembre en el marco de un conversatorio académico sobre la emergencia del poder ciudadano en Santa Cruz y los desafíos de la región en un contexto político marcado por nuevas tensiones con el Gobierno central; esta vez, por la realización oportuna del próximo censo, además de la aplicación “transparente” de todos sus resultados.
El evento fue organizado por la Universidad Franz Tamayo (Unifranz) y la catedra Pedro Rivero Mercado de la carrera de Periodismo de esa casa de estudios superiores. Tuvo dos momentos, el primero fue para reflexionar sobre los desafíos para el país y Santa Cruz en el actual momento histórico del país. El segundo fue para explorar las propuestas de la nueva relación con el Estado.
El multitudinario cabildo del 13 de noviembre que tuvo lugar durante el paro que demandó al poder central un censo “oportuno y transparente” estuvo en el eje de las reflexiones que se expresaron en este conversatorio académico.
El especialista consideró que este proceso terminó el 2019 y que la perspectiva del futuro de la democracia residirá en el ciudadano y no en las organizaciones políticas. “No se trata de recambiar gobiernos; este es un momento de transformaciones profundas. Es el momento de transición que apunta a un diseño de sociedad y de Estado diferente al que se cerró con el último gobierno de Evo Morales, con sus luces y sus sombras”, puntualizó.
La historiadora Paula Peña optó por una mirada “de larga duración” respecto a la relación de Santa Cruz con el Estado. De hecho, marcó el inicio de su análisis en 1825, el año de la fundación de la república. Recordó que los patriotas cruceños enviaron delegados a Sucre, en febrero de ese año, seis meses antes del nacimiento oficial de Bolivia, con una propuesta liberal en lo económico, pero sin descuidar la existencia de los pueblos indígenas.
En 1839, el mandatario cruceño José Miguel de Velasco promovió una nueva Constitución que restauró el poder de los municipios. “La Constitución de ese año, restablece el poder municipal y el ejercicio de la ciudadanía, a través de cabildos o comicios. Se restaura la continuidad de una tradición política en Santa Cruz que es el ejercicio del poder local como la expresión de la ciudadanía. En Santa Cruz había, entonces, un 40% de hombres alfabetos; por lo tanto, una alta participación”, dijo.
De allí, repasó las luchas por el poder autonómico y destacó el protagonismo del Comité Cívico (1950), como una entidad que concentró las demandas ciudadanas, entre ellas la autonomía y el complejo debate para estén en la Constitución de 2009.
En ese largo proceso mencionó, que, en los antecedentes del Comité, la lucha ciudadana por las regalías petroleras y la exigencia de tener un ferrocarril, además, de las primeras propuestas federalistas que expuso Andrés Ibáñez desde el Club Igualitario.
“¿Hemos sido capaces de transmitir el objetivo de la protesta de los 36 al resto de los países? Creo que nos aplazamos. Son 36 días importantísimos para nosotros, pero creo que la comunicación política falló totalmente”, opinó en la parte final de su exposición.
El primer bloque concluyó con el balance del abogado y político Gustavo Pedraza, quien cuestionó la debilidad institucionalidad del Estado central. Destacó el poder ciudadano expresado en las recientes manifestaciones, pero puso bajo observación a los líderes y la necesidad de construir “un sujeto histórico” para el próximo ciclo dominado por ciudadanos.
En la segunda parte, el abogado Carlos Hugo Molina expuso las cifras sobre el poder transformador de Santa Cruz y la importancia de su aporte en este momento histórico del país, especialmente, en la producción de alimentos.
Luego estuvo en el panel el constitucionalista William Herrera, quien se refirió a la urgencia de abrir el debate en favor del federalismo, puesto que el actual sistema de autonomías que hay el país no ha permitido que las instituciones profundicen el ejercicio ciudadano. Eso sí, advirtió que la falta de la independencia judicial está frenando el desarrollo del país. Para ser federal, dijo, se debe descentralizar la justicia.
El asesor del Comité Interinstitucional del censo, José Luis Santistevan, hizo un repaso de la repuesta del Gobierno y urgió la necesidad de replantear la relación entre Santa Cruz y el Estado a partir de la “libertad del ciudadano”, puesto que, en su criterio, el estado de derecho está destruido.
Consideró, de este modo, que el contrato social está roto por el abuso de poder y la fractura de la institucionalidad del Estado.
Expositores en el conversatorio de Unifranz
Carlos Hugo Molina (Abogado)
“¿Se restablece una relación con el Estado o con el Gobierno? Si es con el Estado debe ser a través de una reforma constitucional y si es con el Gobierno es través de relaciones políticas porque habrá un sometimiento mayor si no se gana espacio político. Eso sí, sin perder de vista el peso económico de Santa Cruz”
William Herrera (Constitucionalista)
Gustado Pedraza (Abogado)
“El capital social cruceño reconoce al ente cívico como la institución, pero supera a sus líderes. Ese capital social es de resistencia y lo instaló a media cuadra de su casa; porque ama su tierra. El poder central sabe que ya no es una elite. Es toda la gente y es de todas las edades; es la ciudadanía”.
José Luis Santistevan (Constitucionalista)
“El modelo económico, político y de institucionalidad del Estado ha sido agotado. Estamos viviendo con un contrato social nulo. No hay vínculo que nos una. Somos libres, hemos regresado al estado natural, porque el Estado y sus respectivos órganos está agrediendo a los ciudadanos en lugar de defenderlos”.
Paula Peña (Historiadora)
“¿Qué ha pasado con el poder local? ¿Qué ha pasado con el poder departamental? Gracias las luchas cruceñas se logró en 2005, después de 180 años, elegir por primera vez a los prefectos. Es importante mirar el pasado, uno puede hacerlo a partir de los ciclos del poder central, pero también hay ciclos locales”.
Renzo Abruzzese (Sociólogo)
“El Estado no está, en ninguna parte del mundo, capacitado ni listo para absorber identidades; se formó a través de los grandes paradigmas del capital y del trabajo. En consecuencia, no tiene los mecanismos de participación de una multiplicidad de identidades que solo pueden existir en democracia”.