
Un día como hoy, 26 de abril de 1860, nació Pablo E. Roca, líder político y parlamentario cruceño. Por este motivo, a continuación, reproducimos un artículo que rememora su vida y obra.
Fuente: Ángel Sandoval Ribera, Personajes notables de Santa Cruz. Editorial La Hoguera. Santa Cruz de la Sierra, julio de 2003. Ficha Nº23.
Nació en Salta-Argentina, el 26 de abril de 1860, cuando sus padres, el abogado Ramón Roca y doña Eloísa Elizondo se hallaban exiliados en ese país. Estudió en el Colegio Nacional Florida y en la Universidad Santo Tomás de Aquino de esta ciudad, obtuvo su título de abogado.
Su vida pública como político y parlamentario, orador y ministro de estado, constituyen un ejemplo de probidad moral, firmeza en las ideas y valor civil a toda prueba. Desde muy joven militó en el partido liberal que por entonces hacía de oposición al conservadorismo gobernante. Triunfante del liberalismo, concurrió a las legislaturas de 1903 y 1904, distinguiéndose como intransigente opositor a la aprobación del Tratado con Chile en 1904, que promovía el presidente Montes. Cuando se iba a firmar el ominoso documento, violentamente se levantó de su curul y gritó indignado: “¡Yo no vendo mi patria!”.
Ese hecho y la intolerancia en materia religiosa de que hacían gala los liberales, llevó al Dr. Roca a apartarse del liberalismo. En 1913 se incorporó a las filas del naciente Partido Republicano, formado por los liberales que disentían del viejo liberalismo decimonónico. A consecuencia de la revolución republicana de 1920, el Dr. Roca fue llamado a integrar la Junta Departamental de Gobierno, junto a Felipe Leonor Ribera e Ignacio Justiniano. Ese mismo año fue elegido nuevamente Senador, concurriendo a la Convención de 1921 que llevó al poder a Bautista Saavedra.
Ante el descontento con el gobierno de Saavedra, liberales, orientalistas y republicanos disidentes, de Santa Cruz, efectuaron una revuelta armada, constituyendo una Junta Revolucionaria de Gobierno, conformado por Pablo E. Roca, republicano disidente, Guillermo Añez, liberal y Càstulo Chávez orientalistas. Al cabo de dos semanas, el gobierno de Saavedra, con el ejército, retomó Santa Cruz, haciendo que los principales dirigentes se dieran a la fuga. Falleció en Santa Cruz el 17 de abril de 1945.