Reproducimos a continuación una entrevista muy valiosa publicado en el periódico cruceño El Deber el 7 de agosto de 1988. Agradecemos a la lic. María Nelly Pavisich por compartirnos este material tan valioso para la historia cruceña y boliviana.
HISTORIA EMPRESARIAL VIVIDA
Ing. Dante Pavisich:
EL SER HUMANO ES EL “ACTIVO” MÁS VALIOSO DE UNA EMPRESA
En la actualidad existen publicaciones de altos organismos internacionales, como la ONU por ejemplo, que constantemente se refieren a la fundamental importancia de «la educación por el desarrollo», como una alternativa en el proceso que se opera en el mundo, pero más que todo como una necesidad.
Esos emprendimientos han demostrado que la «educación para el desarrollo» es un medio eficiente para modificar actitudes y darle a las personas la sensación que pueden influir en la situación del mundo.
Las principales conclusiones han mostrado que existe una multiplicidad de métodos para dicha tarea, los cuales dependen de las circunstancias específicas para su aplicación. Pero sobre todo se ha deducido que la experiencia, en su expresión más vivencial, se constituye en un excelente vehículo de enseñanza.
La premisa precedente es la estructura medular del fundamento de esta columna de «historia empresarial vivida», a partir de dicho que «la experiencia es un profesor bien estricto, que primero examina y luego enseña».
En el mundo contemporáneo, conocer cómo empezaron muchos hombres lo que consideramos grandes obras, es un imperativo de connotaciones invalorables.
Hoy conversamos con el gerente de las empresas constructoras CIMA, que aglutina a Cima, Inco, y Minerva, Ing. Dante Pavisich Ribera.
Una primera reacción, instantánea si vale el término, surge con la intencionalidad de saber cuál fue su primer actividad empresarial, y en qué época.
«Como gerente de una fábrica de productos abrasivos en San Pablo – Brasil. Esto fue en la década de los años sesenta.
El propietario de la industria era Carborundum Co., una transnacional norteamericana. Sin embargo, por el hecho que mis padres eran dueños de una propiedad agropecuaria cerca de Warnes y de una casa de venta de productos del país en esta ciudad. puedo decir que crecí en un ambiente empresarial privado».
Sr. Pavisich, ¿qué lo motivó a iniciar dicha actividad?
Creo que el desafío de la oportunidad, unida al impulso humano de hacer y crecer.
Y, ¿puede describir, brevemente, la situación empresarial en aquella época?
«En Brasil trabajé en el auge industrial de los años sesenta. Una síntesis de esa situación empresarial de entonces, se puede describir diciendo que había impulso acelerado para participar en el rubro, y muy estimulante».
Ing. Pavisich, interesa mucho que nos pinte un panorama de la evolución de su actividad empresarial hasta la fecha.
«Acá en Santa Cruz fui el primer gerente general de la Cooperativa Rural de Electrificación (CRE), hace veinte años. En ese entonces electrificamos un territorio del tamaño del Reino de Bélgica, sacando todo el material viejo y montando todo nuevo, tanto en esta capital como en alrededor de 100 pueblos aledaños.
Después en el sector de la construcción civil, con la Asociación de Empresas CIMA, dedicada con éxito, durante casi 20 años a la construcción de puentes, carreteras, vías férreas, pavimentación, alcantarillados, edificios, etc».
Todo emprendimiento humano no está exento de dificultades, ¿cuáles fueron las que encontró en sus actividades empresariales?
Podría identificar en lo interno, la falta de cohesión de los equipos humanos de trabajo. En lo externo, la competencia desleal de algunas empresas rivales y la burocracia con sus vicios. Eso en una síntesis de lo que la mente, al paso de los años, puede retraer.
¿Y cuál es el principal logro de su vida como empresario?
Pienso que mi participación en la Cooperativa Rural de Electrificación.
¿Cómo observa la situación económica actual para las actividades empresariales?
Hay muchos ángulos de apreciación. Pero, principalmente, observo esa situación como un reto frente a la crisis, hecho que para los chinos tiene el doble significado de «peligro y oportunidad», en el sentido ético, y no en el de nuestro dicho, «en río revuelto…».
¿Qué perspectivas predice para el empresariado?
La perspectiva se avizora incuestionablemente de lucha. De una lucha en que tendrá que haber una especie de selección natural acentuada. Y también converge el optimismo, en cuanto a una tendencia favorable de mejoramiento.
¿Cuáles son sus objetivos para el futuro?
«No es otro que el de continuar en la brega: construyendo en este querido país en que está casi todo por ser hecho».
¿Qué sugerencias le daría usted a aquellas personas que estuvieran iniciando actividades empresariales?
«Sobre todo, tener siempre presente que el ser humano se constituye en el «activo» más valioso de una empresa».
La vida implica lucha permanente, por la superación constante. Los conceptos en tomo al desarrollo, dichos al comienzo de la presente nota, las iniciativas de educación o capacitación en este sentido, alcanzan una expresión con las experiencias de empresarios como el Ing. Dante Pavisich, y muchos otros cruceños, cuya trama de sus «historias empresariales», están tachonadas de enseñanzas que pueden legar a los jóvenes.
Es un enfoque que parte del valor de la persona humana, de la dignidad intrínseca, en la incorporación a un sistema industrial en favor del desarrollo, y que se contrapone al de la mera producción que puede descuidar aquel «activo» del cual habla el Ing. Pavisich.
Y este es un común denominador que con claridad meridiana forma parte del fenómeno del progreso: la mentalidad del trabajo tesonero y la valoración de la persona como sujeto. Son las enseñanzas que extraemos de los apuntes que nos brinda el gerente de CIMA. Hasta el próximo domingo.
