“Imitar”, significa copiar o reproducir el comportamiento, las acciones, las palabras, o las características de algo o alguien. (IA)
«Ser», es una palabra que abarca tanto la noción de existir como la de definir lo esencial en algo o alguien. (IA)
Sobre los vaivenes de la política en América Latina se especulan cosas, algunos sostienen que cada tendencia, la Derecha o la Izquierda tiene su tiempo para gobernar.
Hay quienes dicen que a la Izquierda en América Latina se le está acabando ese tiempo y que el turno es de la Derecha por todo lo que significa Javier Milei en la Argentina y Nayib Bukele en El Salvador. Otro tanto se puede decir de los presidentes del Paraguay y del Ecuador.
Las repercusiones del gobierno de Bukele hacen noticia en el mundo por haber controlado a las “maras” o grupos de pandilleros poderosos y asesinos que hacían vivir a la sociedad salvadoreña en zozobra por la insoportable inseguridad.
Milei se destaca en el aspecto económico, pero también por el terremoto que ha causado que un casi desconocido político pueda derrotar a un candidato del todo poderoso peronismo que es quien dicta, o tal vez dictaba, por décadas, las pautas en la política argentina.
A nosotros los bolivianos en esta hora de incertidumbre, porque caímos del “cielo a suelo”, y lo vimos venir, cuando sentimos las consecuencias de haberse elegido a un delincuente inculto como presidente, que nos gobernó durante 14 años y a su sucesor que lleva cuatro años en la silla presidencial, que no es inculto, pero igual de mentiroso, tan responsable como el primero, por el desastre económico, porque fue su ministro de finanzas por lo menos 12 años de los 14 que gobernó.
Nos impacta emocionalmente el presidente Milei porque demuestra saber lo que dice, aparentemente las soluciones económicas que planteó en su campaña electoral no eran cosas que le sugerían al oído sus asesores, sino una producción intelectual propia, que defiende con “alma, vida y corazón”. Otro aspecto a considerar es que los del Río de la Plata son un país vecino con el que tenemos lazos históricos y culturales, donde viven muchos compatriotas y por lo tanto influencia en Bolivia aún sin proponérselo.
“Imitar a Milei”, significa copiar su estilo de hablar, cuando se refiere a sus adversarios políticos que según él son unos “chorros de mier…”, lo grita con toda la fuerza que puede encontrar en su humanidad. O cuando grita “La libertad avanza caraj…”, copiar su forma de decir las cosas, sus ademanes, su corte de pelo, sus gritos, etc.
“Ser como Milei” es saber desnudar los problemas, especialmente económicos, con precisión, claridad, sin generalizaciones, y con soluciones creíbles.
En esta hora en la que nos acercamos inevitablemente al año 2025, cuando iremos a las elecciones generales, quienes nos consideramos opositores al régimen del MAS necesitamos un candidato que no lo imite a Milei, si pretende hacerlo, necesitamos un candidato que sea como Milei, es decir una persona que nos inspire fe en él, que tenga soluciones reales para la mala situación económica que vivimos; hay algunos problemas que hasta los profanos en economía sabemos que se deben combatir, como son la corrupción y la enorme carga de la abultadísima burocracia, las empresas estatales deficitarias, que estimule la industria y la agroindustria del país, no que las sabotee y las limite, que baje los impuestos, que no tenga grupos de favorecidos como los cooperativistas mineros, por ejemplo.
A lo largo de mi carrera de más de 30 años, aprendí que solo manda el que sabe.
Necesitamos un candidato que, con palabras simples, para que lo entendamos todos, nos transmita un plan de gobierno creíble que genere confianza, que se convierta en nuestro líder y nos aglutine.
Ismael Schabib Montero