
Fuente: Enlace Judío
El gobierno de Trump emitió un firme ultimátum a la Universidad de Harvard, exigiendo cambios radicales en sus políticas como condición para mantener su acceso a casi 9 mil millones de dólares en subvenciones y contratos federales, informó la AP.
La directiva se produce en medio de una investigación sobre acusaciones de antisemitismo en el campus.
En una carta enviada el jueves, tres agencias federales establecieron una serie de requisitos que describieron como esenciales para que Harvard mantenga su relación financiera con el gobierno.
Estas exigencias reflejan las condiciones impuestas previamente a la Universidad de Columbia, donde la intervención del gobierno condujo a ajustes en sus políticas bajo la amenaza de importantes recortes de fondos.
La carta afirma que Harvard ha “fracasado fundamentalmente en la protección de los estudiantes y el profesorado estadounidenses de la violencia y el acoso antisemitas” y advierte que se necesitan reformas inmediatas para evitar repercusiones financieras.
Los funcionarios de Harvard han confirmado la recepción de la carta, pero aún no han publicado su respuesta.
Entre las estipulaciones, según AP, las autoridades federales exigen la prohibición del uso de cubrebocas durante las protestas, en respuesta a los manifestantes propalestinos que las han usado para ocultar su identidad. Además, Harvard debe revisar sus políticas sobre protestas y manifestaciones públicas para aclarar las restricciones de tiempo, lugar y forma.
La carta también ordena a Harvard evaluar y reformar los departamentos académicos que “fomentan el acoso antisemita”.
Si bien no se menciona ningún departamento en específico, la exigencia evoca la presión federal previa sobre el programa de estudios de Oriente Medio de la Universidad de Columbia, donde los funcionarios buscaban cambios en el liderazgo.
Sin embargo, a diferencia del caso de Columbia, la directiva de Harvard es menos rígida y se centra en cambios estructurales amplios en lugar de en reformas inmediatas del liderazgo. Cabe destacar que no se ha establecido una fecha límite para su cumplimiento.
Harvard, al igual que otras universidades de EE. UU., ha experimentado un repunte en la actividad antiisraelí desde el ataque de Hamás contra Israel el 7 de octubre de 2023 y la posterior guerra en Gaza.
La universidad ha sido duramente criticada por su gestión del antisemitismo en el campus.
Apenas dos días después de la masacre del 7 de octubre, una coalición de 34 organizaciones estudiantiles de Harvard emitió un comunicado en el que culpaban a Israel del ataque de Hamás.
Posteriormente, la entonces rectora de Harvard, Claudine Gay, fue duramente criticada tras testificar, junto con la presidenta del MIT, Sally Kornbluth, y la presidenta de la Universidad de Pensilvania, Liz Magill, ante una audiencia del Congreso sobre el tema del antisemitismo en los campus universitarios.
Los tres rectores dieron respuestas similares a la representante Elise Stefanik, en las que no condenaron inequívocamente el antisemitismo ni hicieron llamamientos al genocidio contra los judíos. Gay finalmente dimitió como rectora de Harvard.
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