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Semblanza de Germán Busch

Reseña sobre la vida de uno de los grandes estadistas bolivianos, firmante del decreto que estableció que el 11% de las regalías del petróleo serían para Santa Cruz.

El teniente general Germán Busch Becerra (1903 – 1939), presidente de Bolivia en los últimos años de su vida, fue uno de los más grandes políticos y militares de nuestro país en el siglo XX. Durante la Guerra del Chaco y después de ella, su capacidad de liderazgo y gran carisma le abrieron brecha para conquistar los corazones de bastantes bolivianos. Lo apodaban ‘Centauro del Chaco’ y ‘El Camba’,

Su impacto ha sido tal, que una provincia entera de nuestro departamento cruceño lleva su nombre; también lo lleva una avenida al noroeste de la capital cruceña. Además, un monumento que representa a este personaje se puede ver en la rotonda que resulta del cruce entre esa avenida y el 2º anillo.

Diversos autores han escrito sobre Germán Busch mediante ensayos, biografías y artículos, constituyendo una bibliografía abundante para estudiar a este personaje. La vida del Centauro del Chaco recibió la reseña de escritores como Carlos Montenegro, Augusto Céspedes, Mariano Baptista Gumucio y Luis Azurduy.

El Camba desplegó su principal aporte como militar en la Guerra del Chaco: en pleno campo de batalla, llegó a ser un símbolo, leyenda viva y héroe nacional. Comenzó como teniente dirigiendo un escuadrón en 1932 y terminó como teniente coronel en 1935. Hans Kundt, uno de los comandantes del Ejército boliviano durante la guerra, aseguró que Busch arreglaba cosas echadas a perder por otros militares.

La eficiencia del Centauro del Chaco se manifestaba en su habilidad para dirigir tropas y aplicar tácticas de guerrilla: descuidaba al cuerpo principal del ejército, golpeaba al enemigo por detrás en forma rápida e intensa y salía volando. Mientras que los oficiales, formados en el exterior, ejercían un combate frontal contra el ejército paraguayo, Busch aplicaba las tácticas que los guerrilleros de las republiquetas habían utilizado poco más de cien años antes.

Las maniobras de Busch, salidas de los manuales modernizados con la experiencia de la Primera Guerra Mundial (de trincheras), en las que los enemigos se miraban de frente. Su aporte fue anímico: Busch fue una fuerza invisible que, ahí donde había desasosiego o derrota, solo su nombre servía para levantar el ánimo de la tropa.

El prestigio de Busch fue tal, que lo llamaron para ejecutar golpes de Estado, cosa que logró sin lanzar una sola bala. Los tres presidentes derrocados por Busch no opusieron resistencia. El primer caso fue contra Salamanca en el Corralito de Villamontes.

La vida pública de Busch fue muy breve (10 años), entre 1928, cuando participó en la defensa del presidente Hernando Siles. En castigo, él fue enviado al Chaco a buscar la misión jesuítica de Zamucos, que de ser encontrada, iba a fortalecer la posición boliviana en la disputa territorial contra Paraguay. Según documentos virreinales, Zamucos formaba parte de la Provincia de Charcas, lo cual significaba que el chaco pertenecía a Bolivia.

Busch penetró el chaco desde Roboré y la pasó muy mal: sus hombres murieron de hambre y de sed. Busch encontró la misión de Zamucos y el presidente Salamanca le dio la condecoración del Cóndor de los Andes.

Una vez siendo gobernante, Busch, rodeado de gente muy visionaria, tuvo la humildad de reconocer que no sabía todo y que necesitaba asesores. Dictó la ley del 15 de julio de 1938 por las regalías petroleras: 11% de estas iban a ir para los departamentos productores de petróleo (Santa Cruz, Chuquisaca y Tarija). Entre los años 1957 y 1959, Santa Cruz batalló por eso para lograr primero su planificación y luego su desarrollo como ciudad. Recién desde 1966, las regalías se cumplieron bajo un gobierno militar.

Otra de las políticas impulsadas por Busch fue la vinculación férrea con Argentina y Brasil. Hasta 1952 o 53, en que se concretó la carretera Cochabamba-Santa Cruz, la región cruceña pedía ferrocarril. Para romper ese enclaustramiento cruceño, Busch llegó a acuerdos con los gobiernos de Argentina y Brasil, para vincular a Santa Cruz con los mayores mercados de Sudamérica. Salió producción y entró tecnología.

Busch también firmó la paz con el Paraguay en 1938, porque lo de 1935 era solo una tregua. Paraguay no quería llegar a ningún acuerdo, porque consideraba que había ganado la guerra. Bolivia pedía, para firmar la paz, que las tropas paraguayas en la ruta Boyuibe-Villamontes se retiren, y pedía un puerto sobre el río Paraguay, con el fin de romper el enclaustramiento marítimo. Busch, en la presidencia, compró armamento y pidió a los chilenos que le avisen a los paraguayos, que se estaba negociando en Buenos Aires, y envió a 10.000 hombres más a la frontera con el Paraguay.

Paraguay, cuando se enteró de que Bolivia estaba comprando armas, recibió el ultimátum de Busch. Sabiendo que gran parte del armamento paraguayo ha sido vendido a España, que estaba en Guerra Civil, aceptó el tratado. Bolivia obtuvo el objetivo estratégico que lo lanzó a la Guerra del Chaco: una salida al Atlántico.

Puede conocer más acerca de Germán Busch viendo el episodio que le hemos dedicado en nuestro programa Semblanzas de La Voz Universal TV. Haga clic aquí para ver el video desde Facebook y aquí para verlo desde YouTube.

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