Alcides Parejas MorenoArtículosInicio

DON HERNANDO GARCÍA VESPA, EL ETERNO CAMINANTE

Conocí la obra poética de Hernando García Vespa –“Vendimia espiritual” (1965) y “Los ríos peregrinos” (1975)- antes de conocerlo personalmente. Aunque soy un mal lector de poesía (un buen amigo me dice que soy sordo), la poesía de García Vespa me llegó por su transparencia y porque es la voz del peregrino que sabe que está en esta vida de paso y que busca trascender. También lo conocí a través del estudio de la historia inmediata cruceña, pues me lo encontré entre los fundadores del Comité Pro Santa Cruz, la institución civil de más peso y prestigio en la historia inmediata del país.

En los años 80 conocí personalmente a Hernando García Vespa cuando me convocó a un grupo de cruceños para fundar la Academia Cruceña de Letras, de la que durante muchos años fue presidente. Una de las actividades más importantes de esta institución cultural ha sido la publicación de una cincuentena de títulos de libros cruceños (novela, historia, poesía) que se hacía por entregas a través de un diario local.

La imagen que de él me había hecho a través de la lectura de su poesía, coincidió totalmente con el hombre que empecé a conocer. Confirmé a través de los años, y después de leer el resto de su producción, que se trata de un humanista cristiano.

Tenía una vasta cultura adquirida a través del estudio, las lecturas (era un lector empedernido) y la vida diplomática y política. Era de hablar pausado y suave (nunca le oí levantar la voz) y de maneras elegantes y discretas. Conversador amable con un permanente humor fino y sonrisa fácil. Todo esto hacía de Hernando García Vespa un caballero siempre dispuesto al diálogo.

Hernando García Vespa nació en Magdalena (Beni) en 1927, lo que hace del él un cruceño, pues Magdalena fue parte de la Gobernación de Santa Cruz de la Sierra. Así lo comprendió y sintió. Caló profundamente en el concepto de cruceñidad y lo convirtió en el norte de su vida. Fundó el Comité Pro Santa Cruz y siempre estuvo muy cercano a la institución a la que dedicó lo mejor de sus esfuerzos y desvelos.

Hernando García Vespa fue un intelectual que no se encerró en una torre de marfil, sino que participó activamente en la vida de la comunidad. Además de su importante aporte a la actividad cívica, como abogado fue docente universitario. En los años 70 ocupó importantes cargos en la administración política, fue Sub-Secretario de Relaciones Exteriores, Ministro de Educación y Cultura y embajador en la ex Unión Soviética. En los años 80 y 90 participó activamente en la vida municipal cruceña, pues fue Oficial Mayor, Alcalde interino y Presidente del Concejo Municipal.

Se apagó la vida del caminante, pero sus ríos peregrinos seguirán su cauce.

Noche oscura. Ulula el viento
por entre la oquedad de la montaña.
Aturde el trueno. Dispara el huracán
el potro del torrente.
restallan en el cielo los relámpagos
como si fueran latigazos de fuego.
Y de pronto, la calma.
Lejos, la tempestad se pierde
en los cubiles ariscos del último horizonte.
Así es también el alma,
lo mismo que la Naturaleza,
con vertientes de amor, con abismos de odio,
con silencios de nada.
Al final,
todo se hunde en la noche de los siglos,
Menos Dios.

(Del poemario “Los ríos peregrinos”)

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