El 4 de mayo y su ciclo histórico
Recuerdo con nostalgia mis años en la universidad, especialmente la clase de un gran maestro, el recordado profesor Federico Paz, en su explicación sobre los ciclos económicos; siempre habrá épocas de ‘vacas flacas y vacas gordas’, solía indicarnos.
Hoy por hoy, cuando se analiza mucho sobre persecuciones, traiciones, liderazgos y demás coyunturas, llego a la conclusión de manera análoga con la economía de que la historia tiene ‘ciclos históricos’. El gran problema es que, en la historia cruceña, las etapas de ‘recesión y contracción’ son tan prolongadas que cuando llega nuevamente la ‘cima’, esta es tan fugaz que nuevamente se ingresa a la etapa de recesión y, lo que es peor, por los mismos errores. El 4 de mayo y su ciclo histórico, porque por caprichosa que parezca la historia, escogió la misma fecha para repetir un proceso de similares alcances, como para estrujarnos en la cara cual hijo testarudo. Fue el 4 de mayo de 1876, dos días después de las elecciones (DS, 02/02/1876), cuando luego del conteo de votos Andrés Ibáñez era elegido diputado. “Esta fecha será histórica”, dijo a sus correligionarios igualitarios. Las ideas de igualdad y autogobierno empezaban a germinar, pero ese mismo día, mientras los ‘ibañiztas’ festejaban, el Gral. Hilarión Daza dio el golpe de Estado (DS, 04/05/1876) por el que se investía como presidente de Bolivia. A partir de ahí, por diatribas y mezquindades gestadas desde la misma sociedad cruceña, se tildó al movimiento igualitario de separatista, por lo que sus miembros fueron perseguidos y finalmente asesinados en cumplimiento de la orden presidencial (DS, 19/01/1877).
132 años después, el 4 de mayo de 2008, muchos cruceños, por diferentes motivos y convencimiento, especialmente los deseos de autogobierno regional, acudían a las urnas por la aprobación o no del Estatuto Autonómico. Sin embargo, por diferentes razones, muchas aún sin respuesta, ha corrido o se ha estancado mucha agua bajo el puente, como prefiera entenderse; lo cierto es que hoy, a pesar de lo ocurrido hace cuatro años, quienes votaron por el No en el referéndum nacional por las autonomías en 2006 gozan en la práctica de más autonomía que quienes lo hicieron por el Sí.
Parece coincidencia, pero es el reflejo de los ‘ciclos de la historia cruceña’ que retorna caprichosamente cada tantas décadas y, lo que es peor, por causas mezquinas que se generan desde la misma sociedad cruceña. Es muy importante que se construyan liderazgos a partir de ideologías, de proyecto regional con alcance nacional y, sobre todo, dejar de lado intereses personales, porque debe entenderse que el rostro del liderazgo solo es la carátula del contenido; nunca una investigación se inicia por la portada, sino a partir de un objetivo. Esta reflexión también alcanza a quienes llegan ‘allá arriba’ y dejan al terruño ‘tierra adentro’, como diría don Enrique Finot.
* Miembro de la Sociedad de Estudios Geográficos e Históricos de Santa Cruz
(4/5/2012)