EL IMPERIO MAYA Y LA AMAZONIA DEL TIPNIS – ¿Escenarios Paralelos?
Saul J. Escalera, Ph.D.
Agosto 26, 2012
En la llamada “Agenda del TIPNIS” publicada este fin de semana por el Ministerio de Obras Públicas, Servicio y Vivienda del gobierno boliviano, se muestra el “Plan de Desarrollo Integral para los pueblos de la región”, que primordialmente está centrado en la construcción de una carretera moderna y amplia que cruce la parte central del la reserva natural. Adicionalmente, se plantea dotar a la región de servicios de salud, educación y fuerte apoyo a la industrialización y comercialización de sus productos agrícolas.
Es ampliamente conocido que la región del TIPNIS — una de las mayores selvas tropicales húmedas en la amazonía boliviana — alberga una gran colección de especies vivas de plantas y animales; también juega un papel importante en la estabilización del clima local y puede proporcionar la materia prima para la cura de algunas de las enfermedades más mortíferas del mundo.
Con la construcción de una carretera que pase por el centro de esta reserva natural existe el peligro producir su deforestación dando lugar a su total extinción. Además, la consecuente entrada de cocaleros a la región inmediatamente después de construida la carretera, producirá la quema de árboles y pastizales para preparar áreas para plantar coca produciendo liberación de dióxido de carbono, lo que contribuirá en gran medida al cambio climático regional y nacional.
La historia cuenta que este sombrío escenario ya ocurrió con la región de mesoamérica donde se asentó y desarrolló el Imperio Maya a partir del siglo 250 DC. El antiguo Imperio Maya, alcanzó su cúspide durante el siglo 300 DC abarcando una gran área territorial al sur de México, incluyendo los países de Guatemala, Belize, El Salvador y Honduras y donde construyeron una civilización compleja de ciudades-estado y campos agrícolas durante unos seis siglos colapsando totalmente a mediados de siglo 900 DC.
Razones para el Colapso Misterioso del Imperio Maya.
Estudios recientes realizados por investigadores norteamericanos demuestran que los mismos mayas construyeron su propio Apocalipsis. En efecto, Martín Medina-Elizalde del Centro de Investigación Científica de Yucatán en México escribe: “Los científicos hace tiempo que hemos establecido conexiones entre el ocaso lento de la civilización Maya al cambio climático, especialmente la sequía. No tenemos estimaciones concretas acerca de la severidad de esta sequía, pero sospechamos que hubo escenarios extremos” (http://www.livescience.com/17315-mayanscontribute- apocalypse.html).
Por su parte, Benjamin Cook, investigador del NASA Goddard Institute for Space Studies, de la Universidad de Columbia en Nueva York, USA, en un artículo publicado en la revista Geophysical Research Letters, edición digital en línea de agosto 2012 (http://news.yahoo.com/behindmysterious-collapse-mayan-empire-135617384.html), asevera que “Los mayas parecen haber precipitado el problema al reducir el follaje natural de la selva para dar paso a la construcción de ciudades y áreas de cultivo”. Para confirmar esto, Cook y sus colaboradores utilizaron un modelo de simulación de clima para examinar hasta qué punto el cambio de una situación de bosque húmedo para dar paso a cultivos agrícolas intensivos — como el maíz por ejemplo — pudo alterar el clima maya y agravar la sequía de la región. Los modelos climáticos estudiados indicaron que un cambio de bosque a plantaciones de maíz reduce la cantidad de agua transferida desde el suelo a la atmósfera, lo que a su vez reduce la precipitación pluvial, por lo tanto, la sequía jugó un papel clave en la cantidad de deforestación ocurrida en la región Maya.
Por otro lado, B. L. Turner cientista social de Arizona State University, sostiene que “mediante la devastación de los bosques húmedos, los mayas agravaron la sequía natural, que a su vez produjo que la población reduzca drásticamente y el imperio Maya llegue a su fin. Pero este es sólo un factor que contribuyó a la desaparición de los mayas ya que la reconfiguración del paisaje pudo haber dado lugar a la degradación del suelo, también los grandes mamíferos, como el venado de cola blanca, parecen haber disminuido mucho al final del imperio. Turner concluye diciendo que «La vieja estructura política y económica, dominada por los gobernantes semidivinos, decayó totalmente. Los campesinos, artesanos y otras estratos laborales aparentemente abandonaron sus hogares y ciudades en busca de mejores oportunidades económicas en otros lugares de la región Maya” (http://www.livescience.com/17315-mayans-contribute-apocalypse.html). Los resultados de otra investigación recientemente publicada en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences de USA toma una visión más holística. «El colapso y el abandono de las tierras mayas bajas y centrales en la región de Yucatán peninsular del siglo IX, fueron el resultado de complejas interacciones humano-ambientales, porque las disrupciones y abandono de las ciudades fueron consecuencia de mermas críticas en el suministro de agua, especialmente debido a la crónica repetición de sequías en la región” tal como describe el estudio publicado este año 2012 (http://news.yahoo.com/behind-mysterious-collapse-mayan-empire-135617384.html ).
Asimismo, existen puntos de evidencia arqueológica que muestran que las dinámicas sociales y económicas también contribuyeron al desastre de los mayas. Las rutas comerciales cambiaron de un tránsito por vía terrestre a través de la península de Yucatán para dar lugar al uso de buques marinos. Este cambio pudo haber debilitado a las ciudades—estado, que estaban luchando contra los cambios climáticos. Finalmente, enfrentados a crecientes desafíos, las élites gobernantes — una parte muy pequeña de la población — ya no eran capaces de entregar a la plebe lo que se esperaba de ellos, y así los conflictos fueron en aumento, hasta que el imperio colapsó totalmente.
Carretera y Extinción de la Selva Amazónica en el TIPNIS
Los datos de Satélite indican que actualmente en el Chapare, la velocidad de deforestación de la Amazonía se está acelerando y en algunas áreas aumentó en un 30% desde el hace 10 años, porque más árboles fueron talados por industriales madereros y pastizales quemados para dar lugar a plantaciones de coca y algunos ranchos ganaderos (UDAPRO, 2009).
Si el gobierno de Evo Morales — luego de terminada la encuesta regional que se está realizando — procede a autorizar la construcción de la Carretera por el corazón del TIPNIS, los cocaleros invadirán poco a poco los bosques, talando árboles y creando praderas de gran tamaño para plantar cocales de manera poco sistemática. Por su parte, los grandes madereros usarán tractores y excavadoras para cortar rápidamente grandes extensiones de bosque. Si utilizamos el modelo de simulación de clima del profesor Cook, estamos seguros que el cambio de una situación de bosque para dar paso a cultivos agrícolas — como la coca — alterará el clima del TIPNIS y de Bolivia.
Además, la construcción de la carretera acelerará la construcción de rutas comerciales laterales a través del TIPNIS debilitando el ecosistema actual así como el desarrollo de grandes asentamientos que a su vez producirán grandes ciudades produciendo cambios climáticos severos y así los conflictos regionales irán en aumento derivando en que en un futuro próximo el ecosistema del TIPNIS sea diezmado totalmente, aunque estamos seguros de que el gobierno nacional seguirá
diciendo que impulsa el desarrollo en la Amazonía boliviana.
Entonces, al igual que en el caso Maya, las dinámicas sociales y económicas que se operen en el TIPNIS contribuirán al desastre total de lo región. De cualquier manera, el paisaje terminará fragmentado y devastado ecológicamente. Como consecuencia, es probable que el 80 % de todas las tierras en la región del TIPNIS sean despejadas produciendo la deforestación, tal como ha ocurrido en la región maya.
Comentarios Finales.
Los mayas no pudieron salvar su habitat porque desconocían totalmente los efectos que la sobreexplotación del suelo y su propia expansión demográfica ocasionaría la sequía de la región, y la destrucción de su maravillosa civilización. Pero nosotros que tenemos fácil acceso a la información sabemos de dichos efectos y estamos a tiempo de salvar el TIPNIS de una destrucción masiva.
Pero, no estamos totalmente opuestos a un desarrollo del TIPNIS y proponemos, mas bien, una planificación cuidadosa de un desarrollo sustentable y responsable y que esté centrada principalmente en la dotación de salud y educación para los habitantes de la región, porque en materia agrícola debemos reconocer que los habitantes del TIPNIS son expertos en la explotación de sus recursos naturales con absoluto respeto a su habitat. Salvar al TIPNIS de la depredación — por efecto de la construcción de la carretera que el gobierno de Evo Morales propugna — es un deber de todo buen cochabambino y boliviano, porque así salvamos el mayor pulmón ecológico que tiene Bolivia. HAGAMOSLO!
(*) Saul J. Escalera es Ph.D. en Ingeniería de USA, Profesor Emérito de la UMSS y experto consultor en temas de ciencia & tecnología + sociedad, con sede en Cochabamba.