Carta de una profesora de Castellano
Están destrozando el Castellano, con eso de que todo hay que decirlo en femenino o masculino según sea el caso. Cariños y cariñas.
Carta de una profesora de Castellano.
Yo NO soy víctima de la Ley Nacional de Educación. Tengo 50 años y he tenido la suerte de estudiar bajo planes educativos buenos, que primaban el esfuerzo y la formación de los alumnos por encima de las estadísticas de aprobados y de la propaganda política. Empecé a estudiar: la A de «araña», la E de «elefante», la I de «iglesia» la O de «ojo» y la U de «uña». Luego, cuando eras un poco más mayor, llegaba «Semillitas», un librito con poco más de 100 páginas y un montón de lecturas. En Primaria estudiábamos Lengua, Matemáticas, Ciencias , teníamos Educación Física. En 6to. Grado de Primaria, si en un examen tenías una falta de ortografía del tipo de «b en vez de v» o cinco faltas de acentos, te bajaban la nota.
En Bachillerato estudié Historia Nacional y Universal, Latín, Literatura y Filosofía. Leí El Quijote y El Lazarillo de Tormes, leí las «Coplas a la Muerte de su Padre» de Jorge Manrique, a Gallegos, García Márquez, a Garcilaso, a Góngora, a Lope de Vega o a Espronceda…
Pero, sobre todo, aprendí a hablar y a escribir con corrección. Aprendí a amar nuestra lengua, nuestra historia y nuestra cultura. Y.. vamos con la Gramática.
En castellano existen los participios activos como derivado de los tiempos verbales. El participio activo del verbo atacar es «atacante»; el de salir es «saliente»; el de cantar es «cantante» y el de existir, «existente». ¿Cuál es el del verbo ser? Es «ente», que significa «el que tiene entidad», en definitiva «el que es». Por ello, cuando queremos nombrar a la persona que denota capacidad de ejercer la acción que expresa el verbo, se añade a éste la terminación «-nte».
Así, al que preside, se le llama «presidente» y nunca «presidenta», independientemente del género (masculino o femenino) del que realiza
la acción. De manera análoga, se dice «capilla ardiente», no «ardienta»; se dice «estudiante», no «estudianta»; se dice «independiente» y no «independienta»; «paciente» y no “pacienta»; «dirigente» y no dirigenta»; «residente» y no «residenta”.
Y ahora, la pregunta: nuestros políticos y muchos periodistas no son «periodistos», ¿hacen mal uso de la lengua por motivos ideológicos o por ignorancia de la Gramática de la Lengua Española ? Creo que por las dos razones. Es más, creo que la ignorancia los lleva a aplicar patrones ideológicos y la misma aplicación automática de esos patrones ideológicos los hace más ignorantes y no ignorantas.
Les propongo que pasen el mensaje a vuestros amigos y conocidos, en la esperanza de que llegue finalmente a esos ignorantes semovientes (no «ignorantas semovientas», aunque ocupen carteras ministeriales). Lamento haber aguado la fiesta a un grupo de hombres que se habían asociado en defensa del género y que habían firmado un manifiesto.
Algunos de los firmantes eran: el dentisto, el poeto, el sindicalisto, el pediatro, el pianisto, el golfisto, el arreglisto, el funambulisto, el proyectisto, el turisto, el contratisto, el paisajisto, el taxisto, el artisto, el periodisto, el taxidermisto, el telefonisto, el masajisto, el gasisto, el trompetisto, el violinisto, el maquinisto, el electricisto, el oculisto, el policío del esquino y, sobre todo,
¡el machisto!
SI ESTE ASUNTO «NO TE DA IGUAL», PÁSALO POR AHÍ, A VER SI LE TERMINA
LLEGANDO A LA MINISTRA DE «IGUAL-DA». Porque no es lo mismo ser UN CARGO PÚBLICO que UNA CARGA PÚBLICA. BESOS y BESAS…