SOBRE DICTADURAS Y DICTADORES
Resulta frecuente leer en la prensa u oír a los polítólogos y «cientistas» políticos (algunos son de verdad y otros no) referirse a las últimas dictaduras militares en el país, y casi todos, con alguna rara excepción, coinciden en que se iniciaron con el general Hugo Banzer Suárez y concluyeron con el general Luis García Meza. Llama la atención que esos politólogos o «cientistas» políticos, no recuerden que las dictaduras militares empezaron en septiembre de 1969, cuando el general Ovando derrocó al Presidente Constitucional, Dr. Luis Adolfo Siles Salinas, y concluyeron cuando salió del Palacio el último militar: el general Guido Vildoso.
Entonces resulta que el proceso dictatorial comienza con Ovando, y continúa con Torres, Banzer, Pereda, Padilla, (nos saltamos a Natusch porque fracasó), García Meza, Torrelio y Vildoso. ¿Se escapa alguno? Creo que no, si dejamos de lado el triunvirato Sattori, Guachalla, Albarracín, que más tardó en conformarse que en desaparecer. En el interregno hubo los efímeros gobiernos de don Walter Guevara Arze y de la señora Lydia Gueiler Tejada, ambos derribados por el Ejército.
Ahora bien : ¿por qué sólo Banzer y García Meza son considerados dictadores y al resto de los generales se les da un suerte de salvoconducto democrático? Comprendemos que casi todos los analistas de ese período son zurdos, pero, ¿así va a quedar la historia? ¿Con tantas falsedades? Porque, además, se habla de 18 años de dictaduras militares, donde quiere decir que se incluye a Barrientos entre los dictadores. Efectivamente el general Barrientos generó un golpe de Estado contra Paz Estenssoro, pero le dejó a Ovando la responsabilidad facciosa en el Palacio y él se convirtió en mandatario constitucional.
Y afirmo que son izquierdistas los que hasta ahora han escrito la historia de los 70 y 80, porque, de entrada, para esos «cientistas», Banzer fue el que inició la dictadura militar, cuando está clarísimo que fue Ovando. El general Alfredo Ovando Candia fue el director de orquesta tras el telón en el derrocamiento de Paz Estenssoro y responsable absoluto de la caída de L.A. Siles Salinas. El general se «cargó» a dos gobiernos constitucionales y no sufre el apelativo de dictador. Está santificado debido a que su gobierno fue «revolucionario», y que fue un «mandato» de las Fuerzas Armadas, no intención de él.
Ovando nacionalizó la Gulf para alegría de la izquierda, pero tuvo que meter bala en Teoponte para acabar con los idealistas como Néstor Paz Zamora, Benjo Cruz, Saavedra, los hermanos Bonadona y otros más. Eso en la selva. ¿Y en las ciudades? ¿Qué pasó con don Alfredo Alexander y su esposa muertos por una bomba en su propio dormitorio? ¿O el periodista Jaime Otero o Larrea? ¿O Soliz acribillado en un camino rural? No fueron crímenes menores, los que cometió esa dictadura disfrazada de gobierno «popular».
El sucesor de Ovando, quien le dio el último empujón para que se fuera, fue el general J. J. Torres. Figura como un «gobierno popular», sin embargo era la continuación de la dictadura porque jamás se sometió a una justa democrática. Ciertamente, no recordamos que hubieran fallecidos en su gestión, pero, además de la nacionalización de la mina Matilde, la toma de El Diario de La Paz, y la expulsión del Cuerpo de Paz, que fueron sus acciones antiimperialistas, estaba abrumado por la presión obrera y por la Asamblea Popular. Era un gobierno sin salida y destinado a ser echado o devorado por las masas.
El golpe del general Banzer llegó porque igual lo hubiera hecho cualquier otro militar. Tal era el caos y el malestar existente. En el levantamiemto de Banzer se produjeron bajas porque se enfrentaron entre militares y también las FF.AA. contra el ELN y otros grupos izquierdistas. Nadie niega que no hubiera sido una dictadura férrea y prolongada, aunque tuvo un gran apoyo civil y de partidos tradicionales como el MNR y FSB que le dieron una estabilidad deseada.
¿No fue dictador en general Pereda? Claro que fue, aunque hiciera muy poco en su gobierno. Y fue dictadura también la del general Padilla, quiérase o no, si bien en este caso convocó a elecciones generales y abrió las puertas a la democracia, a una democracia entrabada por los propios políticos, que ungieron mandatarios provisionales y le abrieron las puertas al golpe de García Meza.
La dictadura del general García Meza ha sido indiscutible, con sucesos cruentos como el asesinato de Quiroga Santa Cruz (que se lo quieren atribuir absurdamente a Banzer) y la atroz masacre de la calle Harrington. Luego los generales Torrelio y Vildoso no fueron sino «dictablandas» que iban camino a una retirada de las FF.AA. de la política y a restituir el sistema de derecho.
Entonces, ¿los dictadores fueron sólo Banzer y García Meza o hubo algunos otros más? Eso queda para que los nuevos politólogos por venir y los «analistas» del siglo XXI lo analicen, investigando la historia, recurriendo a la prensa de la época, y no siguiendo a ojos cerrados a quienes han escrito con interés partidario o ideológico pero falseando la verdad.