Está todo coordinado, el empantanamiento de las negociaciones, el desabastecimiento de carburantes, el desbloqueo violento y la detención de los líderes del paro con el pretexto de posibles muertos y heridos, y el infaltable golpe de Estado.
Si el gobierno envía a civiles protegidos por la policía a desbloquear, como ocurrió en octubre de 2019, está provocando un enfrentamiento en busca de muertos y heridos que sirvan de pretexto para acabar con el paro y para procesar y encarcelar a los miembros del Comité Interinstitucional.
Está fue la línea de acción aprobada en la víspera por Arce y Evo en su reunión en Cochabamba. No al dialogo ni la mediación de la Iglesia. Sí a la violencia, con cercos de hambre y todo lo que fuera necesario, porque ya no se trata de la fecha para un Censo sino de aplastar a Santa Cruz, el baluarte de la resistencia contra el prorroguismo dictatorial.
EL ÚNICO FACTOR QUE NO CONTROLAN ES LA GARRA DEL PUEBLO CRUCEÑO QUE NO DA MUESTRAS DE RENDIRSE.
Amalia Pando