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Salmerón Hernández, Celerino (1920-2013)

Por: Rodrigo Ruiz Velasco Barba

Historiador, periodista, polemista y docente mexicano. Fue militante sinarquista, fundador de las Falanges Tradicionalistas Mejicanas, y uno de los más destacados exponentes de la más beligerante historiografía conservadora mexicana de la segunda mitad del siglo XX.

Nació el 10 de noviembre de 1920 en el pueblo La Libertad, municipio de Tlachi­chilco, distrito de Silacayoapan, Oaxaca, en el seno de una humilde familia mixteca. A la edad de ocho años se mudó al pueblo de Alcozauca, Guerrero, donde sus actividades fueron propias de la vida campesina. A comienzos de 1937 estudió en el seminario de Chilapa, Guerrero, donde sobre todo estudió historia de la literatura. Contrajo matri­monio en tres ocasiones durante su vida. Parece que en 1942 abandonó el seminario y prosiguió estudios al mismo tiempo que laboró. En 1945 fue su primer enlace con Maurilia Carrasco, y frutos de esa unión fueron sus hijos Justino y Carmen Isabel; luego se casó con Angelina Sámano en 1951, con quien procreó a Jesús Aquiles, Alfonso Ma­rino, José Ilioneo, Hugo, María Guadalupe, José Celerino y María Eugenia; por último, con Patrocinio Fernández, en 1967, engendró a José Atilio y Adelina.

A partir de 1943 se consagró al magisterio como profesor en el sistema federal de educación. Este cargo le llevó sucesivamente a desempeñarse, por lo menos, en plazas como Zacatepec y Cuautla, Morelos, así como en Ciudad Madero, Tamaulipas, como profesor de secundaria, impartiendo materias como lengua española, educación física e historia de México. En 1945 cursó el primer año de leyes en la Escuela Libre de De­recho, en la Ciudad de México, carrera que quedó trunca. A partir de 1951, mientras radicaba en Tamaulipas, como autodidacta siguió un intenso proceso de lecturas de historia de México que eventualmente le llevó a cuestionar la enseñanza oficialista. Tras su rompimiento con ésta, en Cuautla fundó la escuela secundaria “Jaime Balmes”. Al mismo tiempo, incursionó en el activismo político y social como militante del si­narquismo, donde llegó a ser uno de sus principales doctrinarios. Fue jefe regional del movimiento en Morelos, y luego emigró a la Ciudad de México, donde, entre 1961 y 1965, dirigió el Instituto Nacional de Capacitación Adrián Servín (INCAS), donde se formaban los jóvenes cuadros sinarquistas, mediante una instrucción cívico-militar en­caminada a prepararlos para las actividades proselitistas y de organización. En la capital, siguió ejerciendo la docencia en colegios privados, de modo que, entre las décadas de 1960 y 1970, fue profesor en el colegio lasallista “Cristóbal Colón”. Hacia 1963, tam­bién colaboró en la alianza entre el sinarquismo y una facción del Partido Nacionalista de México liderada por Jorge Siegrist y Hugo Salinas Price. En este sentido, figuró como secretario de organización de dicha facción y candidato a diputado federal por el tercer distrito en el Distrito Federal.

En el sinarquismo, Salmerón representó la defensa de su vertiente fundacional y tradicionalista, lo que le llevó a enfrentarse en duras polémicas, durante la década de 1960, con quienes, como Alejandro Avilés y David Orozco Romo, pugnaron por un viraje del movimiento hacia la democracia cristiana, a la que calificaba de “comunismo rociado con agua bendita”. Este enfrentamiento conllevó su descontento y salida de la Unión Nacional Sinarquista, a mediados de la década de 1960. Tras la breve dirección de Antonio Rius Facius, se convirtió en el segundo director de La Hoja de Combate, donde también colaboró de modo recurrente como articulista, un pequeño periódico capitalino fundado por Salvador Abascal en 1967, con la misión expresa de combatir al progresismo religioso después del Concilio Vaticano II. Desde esa década, sus artículos pudieron leerse esporádicamente en periódicos como El Sol de México, El Sol de me­diodía, Excélsior y Últimas Noticias, entre otros. En la década de 1970 continuó su labor como docente en el Instituto Pasteur y en el Instituto Salamanca.

Salmerón fue autor de algunos libros de historia muy apreciados entre los sectores conservadores y tradicionalistas de la sociedad mexicana, en su mayoría publicados por las casas editoriales Jus y Tradición, bajo la dirección de Salvador Abascal. En sus obras se deja ver un estilo bulnesiano, esto es, polémico y batallador, de retórica muy agresiva. Son escritos fundamentalmente dirigidos a la crítica y defenestración de los –así considerados– falsos héroes de la historia nacional, así como también a la apologética de los héroes proscritos por esa historiografía oficialista, en particular hacia la reivindicación de Agustín de Iturbide. En sus obras puede verse también una acérrima defensa del ca­tolicismo tradicional, así como un talante antimarxista, antimasónico y antijudío.

En 1970, junto con Octavio Elizalde Pérez, creó el Movimiento Cívico Tradicio­nalista. El 24 de febrero de 1974, en Real de Minas, San Luis Potosí, fundó las Falanges Tradicionalistas Mejicanas, un pequeño grupo de estudio integrado por jóvenes-dis­cípulos como el escritor José Luis Ontiveros, quien cuenta la anécdota de que, en su círculo, por su carácter colérico y vigoroso, a Salmerón se le podía llamar mixtoquijxi, esto es, gato salvaje en mixteco, por su arte polémico. Las falanges contaban con simpa­tizantes, grupúsculos más o menos análogos en algunas otras ciudades del país, que con­currían en la capital para participar en las conmemoraciones patrióticas y reconocían a Salmerón como un maestro y referente intelectual.

Celerino Salmerón falleció el 1 de enero de 2013 en la Ciudad de México.

Escribió y publicó cuatro libros: Las grandes traiciones de Juárez (1960), El sinarquismo y toda la verdad sobre la democracia cristiana (1965), En defensa de Iturbide (1974) y El general Guerrero ante la verdadera historia (1983).

Rodrigo Ruiz Velasco Barba

Fuentes: Acosta Rico, Fabián, La derecha popular en México, de 1950 al 2008. El caso de la Unión Na­cional Sinarquista y el Partido Demócrata Mexicano, Guadalajara, Universidad de Guadalajara, 2016; Del Arenal Fenochio, “‘La otra historia’: la historiografía conservadora”, en Conrado Hernández (coord.), Tendencias y corrientes de la historiografía mexicana del siglo XX, México, El Colegio de Mi­choacán/UNAM, 2003, pp. 63-90; Martínez Villegas, Austreberto, “La Unión Nacional Sinarquis­ta: transformaciones ideológicas y participación política en el México posrevolucionario (1949- 1971)”, México, tesis de maestría en Humanidades con línea en Historia por la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Iztapalapa, 2011; Ontiveros, José Luis, “El mixtoquixji de la política”, Vértigo Político, 1 de noviembre de 2013; Ruiz Velasco Barba Rodrigo, correspondencia privada con José Ilioneo Salmerón Sámano, mayo de 2018.

Fuente: AA. VV: Diccionario de protagonistas del mundo católico en México. siglo XX. Universidad Autónoma Metropolitana de México. México DF, 2021. Pp. 624-626.

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