Según Jubileo el 66% del IDH es utilizado en gasto corriente
Un estudio de la Fundación Jubileo revela que el Gobierno destina un 66% de los recursos provenientes del Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH) al gasto corriente, dejando un porcentaje visiblemente menor a la inversión.
La renta por hidrocarburos aumentó de 2.285 millones de bolivianos en 2004 a 4.980 millones en 2005, considerando la regalía y el IDH; y para la gestión 2011 llegó a 13.720 millones de bolivianos; es decir, seis veces más que en 2004.
Según los datos, un 61% del total de los recursos del IDH del 2011 fueron destinados a gasto corriente y sólo un 39% a inversión. Este año, la figura es casi la misma: 66% está siendo destinado a gasto corriente y apenas 34% a inversión.
“La mayor parte del IDH está siendo consumido en gastos corrientes y no así en inversiones, lo que genera riesgo de insostenibilidad e implica una pérdida de patrimonio. Por otro lado, los recursos que se asignan a sectores productivos y que generan empleo son mínimos”, señala el documento.
“Al analizar el destino del IDH por sector, un primer aspecto que llama la atención es que existe una dispersión en el uso de estos recursos hacia un gran número de finalidades, resultado del amplio abanico de posibilidades de gasto o competencias que determina el marco legal, y que refleja también que los diferentes niveles de gobierno han atendido, con estos nuevos recursos, diferentes necesidades y demandas, más allá de un plan estratégico o proyecto conjunto”, explica Jubileo.
PRIORIDADES
Con relación a las prioridades se tiene que la mayor parte (26%) es destinada a la Renta Dignidad; entre 18% y 19% a Gastos Corrientes del Nivel Central; y entre 10% y 11% a Educación; los demás sectores cuentan con una asignación por debajo del 10%, donde estarían los sectores de Universidades, Caminos, Salud, Infraestructura (urbana, rural y vivienda); y por debajo de 5% hay una gran cantidad de otros sectores, entre los cuales están los productivos.
El Sector Agropecuario recibe casi el 3% y el Desarrollo Económico/Productivo solamente alrededor de 1%, haciendo un total de menos del 4% destinado a sectores productivos. A pesar que la normativa sobre el destino del IDH, ha puesto énfasis en la asignación a sectores productivos –especialmente para el nivel municipal-, esta consideración no ha tenido éxito en su aplicación.
CONCLUSIONES
“Estos recursos han sido utilizados para cubrir diferentes necesidades y demandas de gastos corrientes e inversiones en los diferentes niveles de gobierno y, en cierta medida, están siendo dispersados. En algunos casos, como el sector Caminos, ni siquiera se ha cubierto la necesidad de financiamiento de este sector, el mismo que es financiado con deuda”, concluye la Fundación.
Es así que la mayor parte del IDH está siendo consumida en gastos corrientes y no así en inversiones, lo que genera riesgo de insostenibilidad e implica una pérdida de patrimonio. De la misma manera, los recursos son mínimos para los sectores productivos y que generan empleo.
“Al observar el desenvolvimiento de la economía en su conjunto, al tratarse de una gran cantidad de recursos que a través del gasto público ingresa constantemente a la economía, se tiene mayor liquidez y mayor movimiento económico; pero esta situación, en parte, está siendo alimentada y sostenida con la constante venta de recursos naturales que son no renovables, por lo que no es sostenible”, agrega el documento.
Añade que la situación que se observa dan a conocer las características de un Estado rentista.
Fuente: hidrocarburosbolivia.com