RESPONDIENDO AL PRESIDENTE EVO MORALES
Evo-Morales Movimiento-Socialismo – Sevilla: Señor Reynaga, nos conocemos muy de cerca, no propine injurias caseras, no es correcto que una persona como usted representativa indigenista no puede estar injuriando solo leyendo los diarios, cuando le toque su turno de la misma forma estará en la punta de los medios de comunicación, ese camino le hará mucho daño. (Facebook, “Fotos de la Biografía”, 04-12-12)
Señor Presidente, Don Evo Morales Ayma, con todo el respeto que su investidura merece, yo sostengo lo que digo con argumentos y razones. Lo que dicen los diarios lo confirman autoridades como el Ministro de Gobierno: “Saludamos que otra gente que ha podido ser víctima de esta red de corruptos y de extorsionadores salga a luz, presente sus denuncias en el ámbito judicial y a través de los medios”. ¿No son mafiosos estos extorsionadores, y qué del Gral. Sanabria?
La corrupción, señor Presidente, fue uno de los males que terminaron destruyendo el socialismo soviético y están dañando definitivamente la revolución cubana: “El presidente de Cuba, Raúl Castro, aseguró que la corrupción en la isla ‘es equivalente a la contrarrevolución’ y llamó al gobierno a ser ‘implacable’ contra ésta, ya que puede ‘llevarnos a la autodestrucción”. Y no fue sólo la gran dificultad de planificar y conducir una economía estatizada, fue la corrupción, de la que se quejaba el mismo Gorbachev, el mal que provocó la decadencia sin remedio de la economía de la URSS: “En mayo de 1988, el diario soviético Pravda publicó un artículo que resumía la condición de la economía socialista soviética: ‘Ni uno de los 170 sectores esenciales han cumplido los objetivos del plan ni una sola vez durante los últimos 20 años… esto trajo una reacción en cadena de esfuerzo y desequilibrio que ha llevado a una ‘anarquía planificada’… el desequilibrio ha afectado cada poro de nuestra economía, y se ha hecho legendario.»
Pero, ¿por qué la corrupción se convierte en un definitivo mal en un país socialista? En países donde no hay empresarios privados ni empresas lucrativas, donde no hay partidos opositores ni disidencia significativa, donde todo está conducido y controlado por el gobierno del Partido Comunista en procura de construir una sociedad próspera y justa. Pues, yo diría que porque la economía está en manos del estado, en manos del gobierno, dependiente de las decisiones de las autoridades. Y, porque para manejar la economía desde el poder se impone un régimen dictatorial y de ideología única y excluyente, que no da lugar a la disidencia ni a la oposición. Anulando la posibilidad de que el pueblo ejerza control sobre su gobierno y que éste reciba información real sobre la situación de la población y sus necesidades.
El problema de la corrupción excede los alcances de la voluntad revolucionaria de las autoridades, pues viene sostenida por las estructuras de una economía en manos del poder estatal. A la lógica de la economía sometida a la lógica de la política, y a la tendencia a sacarle provecho al poder, al afán de lucro que también se manifiesta entre los políticos y empleados públicos –lo que justifica su recomendación a los parlamentarios que quieren hacerse ricos…–. Al final sólo somos seres humanos. En los estados capitalistas desarrollados también hay corrupción, pero lejos de la gravedad alcanzada en el socialismo.
Hace como 6 años publiqué un artículo donde afirmo que el proyecto de cambio del MAS será derrotado por la corrupción y la inoperancia de la burocracia encargada de manejar las empresas del estado. No dije nada nuevo, sólo recogí la experiencia del socialismo en el mundo, y el sector estatal en la economía boliviana a partir del 52. Son problemas que están más allá de la buena o mala voluntad de los líderes o las masas, son problemas de sistema social.
El proceso de cambio hacia el socialismo que usted lidera carga con este temible lastre, es decir: la economía en manos de políticos y burócratas. Carga pues con el mal que ha destruido al socialismo en el mundo. Y las proyecciones de su liderazgo habrán de sufrir sus consecuencias. A este paso, la historia no le reservará a usted el lugar de los héroes bienhechores y libertadores de la patria y la humanidad, lamentablemente no, sino, el de los otros. Está usted empujando un propósito destinado al fracaso. No veo qué cosa pueda hacer para evitarlo, que no hayan hecho Fidel, Stalin, Mao… o Marx. Está quemando sus opciones personales y las opciones de nuestro pueblo (aymara, quechua, mestizo…) para dejar atrás definitivamente la miseria de la noche colonial de quinientos años, que no termina de dejarnos.
El socialismo no es compatible con la estatización de la economía. Pero, quizás sea tarde para rectificar. Atentamente, Walter Reynaga
«El desfalco y el robo, principales fuentes de ingreso de la burocracia, no constituyen un sistema de explotación en el sentido científico de la palabra. Pero, desde el punto de vista de los intereses y de la posición de las masas populares, es infinitamente peor que cualquier explotación orgánica» Lev Davidovich Bronstein, (Trotsky)
(04122012)