ArtículosInicio

HOMENAJE POR LA MASACRE DE TEREBINTO

Antonio Dubravcic-Luksic
Vicepresidente de la Sociedad Geográfica y de Historia «Sucre»
Socio Correspondiente de la Sociedad de Estudios Geográficos y de Historia de Santa Cruz

Hago eco de las palabras del filósofo, político y orador romano Tulio Marco Cicerón que decía:

La historia es el testimonio de los tiempos, la antorcha de la verdad, la vida de la memoria, el maestro de la vida, el mensajero de la antigüedad»

Melchor Pinto Parada nació en 1903 en el seno de una familia de hacendados en el paraje de Colpa, donde justamente, se descubrió el petróleo que habría de traer prosperidad a Santa Cruz.

Haciendo gala de su irreductible carácter y de su interior vocación llegó a Santiago donde se graduó como médico cirujano en la Universidad de Santiago de Chile como un aventajado y destacado alumno. A su retorno, a fines de la década de 1920, el joven médico llegó a Santa Cruz a revolucionar la medicina con sus operaciones quirúrgicas. Y así fue, expuso en adelante su brillante capacidad de médico para mitigar y sanar con acrisolada humildad a todos sus enfermos, con admirable sujeción a su juramento hipocrático. Sirvió a la patria como médico en la Guerra del Chaco en Hospitales de Sangre con el alto grado de Coronel.

Director del Hospital San Juan de Dios, donde trabajó como clínico y cirujano.

A tiempo de condecorarlo con el Cóndor de los Andes el ex canciller de la República Mario Gutiérrez se refería de ésta manera: «Pese al acelerado avance de la medicina, pasará mucho tiempo para que el pueblo cruceño tenga un galeno con la personalidad y seguridad de su ciencia, como lo ha sido el Dr. Pinto Parada,

Importante es destacar el personaje, identificado permanentemente con los justos anhelos de su pueblo, asumió decididamente la defensa de sus más altos intereses de progreso y engrandecimiento. Con innegable valor de valentía y coraje, demostró en la palestra de las luchas cívicas, ora como Presidente del Comité pro-Santa Cruz, ora en momentos dramáticos cuando las hordas movimientistas, en represalia a las patrióticas protestas y reclamaciones del pueblo cruceño, consumaron en mayo de 1958, la sangrienta acción de Terebinto

El 19 de mayo de 1958, hace 51 años, se registró uno de los hechos de barbarie más crueles de la historia de Santa Cruz: LA MASACRE DE TEREBINTO, que fue impulsada por el gobierno nacional de aquella época, en similares circunstancias políticas a las que hoy estamos viviendo.

La masacre de Terebinto ocurrió tras la invasión de más diez mil campesinos armados provenientes de Ucureña (departamento de Cochabamba) enviados por el gobierno central para sofocar el ‘foco rebelde’ en Santa Cruz, que sólo demandaba el cumplimiento de la Ley del 15 de julio de 1938, conocida como la Ley Busch, la misma que otorgaba a Santa Cruz y a los departamentos productores de petróleo las regalías del 11 por ciento, recursos que servirían para el desarrollo de los departamentos más olvidados Santa Cruz, Chuquisaca y Tarija

Con la llegada de las milicias armadas a Santa Cruz empezó la persecución, asesinaron de manera cruel y sanguinaria a muchos cruceños, saquearon, incendiaron y destrozaron el Comité pro Santa Cruz, el Club Social 24 de Septiembre, domicilios particulares, abusaron salvajemente de las mujeres y encarcelaron a los hombres. Así los invasores enviados por el gobierno central manifestaron su odio ancestral al desarrollo de Santa Cruz.

MANIFIESTO DEL CENTRO DE ESTUDIENTES DE MEDICINA DE LA UNIVERSIDAD DE SAN FRANCISCO XAVIER DE CHUQUISACA A LA OPINIÓN NACIONAL
Hace cerca de un año que los estudiantes de Santa Cruz, y con ellos el pueblo todo de la hermana ciudad oriental, vienen sufriendo toda clase de humillaciones, calumnias y atentados, que no pueden menos que movernos a la reflexión serena a los estudiantes del interior del país para impedir que la ola de intrigas y malquerencias dirigidas contra el Oriente, vaya a degenerar en una justa reacción del pueblo cruceño, cuyos límites no estamos en condiciones de prever.

Hace poco se produjo en la misma ciudad un movimiento político que comprometido a muchos de los pobladores de Santa Cruz. Pero fracasado el intento revolucionario a las pocas horas, los gestores de aquella facción se dieron a la fuga sin que para ello se haya derramado una sola gota de sangre. Inmediatamente nuevamente la emisora oficial radio «Illimani» desencadenó su virulencia y su odio para con el pueblo cruceño lanzando los mismos insultos e infiriendo las mismas ofensas que hiciera el año pasado en ocasión del pedido de regalías. Como corolario de todo esto, ya restablecida la calma en la capital cruceña y cuando todo el mundo se disponía a continuar sus labores diarias olvidando los enconos políticos, se mandan divisiones de campesinos armados, mineros y fuerzas regulares del ejército, que en tono amenazante y provocativo desfilan por las calles de Santa Cruz blandiendo fusiles y machetes. Y como si esto fuera poco, en los días subsiguientes el pueblo cruceño contempla horrorizado como ingresan a la ciudad en macabra y silenciosa procesión los cuerpos mutilados de varios jóvenes como: Felipe Castro, José Cuellar, Romel Mercado, Justo Jiménez, Gabriel Candía y N. Callaú qué fueron abandonados en esas condiciones por los indígenas atacantes.

Los estudiantes de Bolivia, que representamos a las nuevas generaciones que luchan por una patria mejor, lanzamos nuestro grito de rebeldía contra estos hechos que hoy denunciamos ante la conciencia de todo el pueblo boliviano. Estudiantes de Santa Cruz, hermanos del Oriente Boliviano las campañas de violencias e intrigas que se ha desencadenado contra vuestro pueblo es imputable a los desaciertos gubernamentales y no a la opinión de los habitantes de los valles y el altiplano boliviano. Todos los pueblos de este girón de la patria estamos con ustedes en la lucha por sus reivindicaciones. Por más que se esfuercen los sayones de la calumnia y los servidores del odio, no podrán disponer la hermandad que existe entre los pueblos de Bolivia, que pese a sus diferencias raciales, geográficas y culturales, serán consolidadas en una nación grande y próspera como lo soñaron los padres de la patria.

Estudiantes cruceños, estudiantes de toda Bolivia. Seamos los portaestandartes de la lucha por una Bolivia unificada, sin odios ni temores. Para ello debemos desenmascarar a los traidores y castigar a los asesinos. VIVA BOLIVIA

Sucre 29 de mayo de 1958

(Firmando) Pablo Rivero L. Jorge Zamora, Duxtan Achá, Orlando Majluf, Antonio Dubravcic l. Marta Delgadillo, Salvio Amusquivar, Walter Gil, Felipe Reyes, Mario Paz, Manglio Roca, Miriam Valda y Luz Tardío

Gracias

Ver más

Artículos relacionados

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Botón volver arriba