La estrategia del MAS para Santa Cruz

Ante lo que parecía la imposibilidad de penetrar la sociedad cruceña con su proyecto político y de poder, se reunieron los ‘cráneos’ del Gobierno y, considerando ellos que Santa Cruz era sobre todo misses, carnaval, deportes y plata, en un contexto de debilidad política (al camba no le gusta la política), decidieron su ‘maniobra envolvente’, como dice García Linera, y pusieron en práctica una estrategia para atacar en esos flancos que ellos consideraron la base de la identidad cruceña.

Primero, trataron de seducirnos intentando traer a Santa Cruz el evento de Miss Universo, lo que pensaron les abriría las puertas del mundo de la farándula y belleza, pues conocen la convicción del cruceño sobre la belleza de sus mujeres. Luego utilizaron el Carnaval, para los cruceños la ‘fiesta grande’. Lo declararon patrimonio cultural de la nación, que nadie sabe bien qué es, pero igualmente acaricia el ego de los cruceños carnavaleros, pensaban ellos. La tercera estrategia se dirigió al futbol, que tiene miles de fanáticos, primero cooptando para el MAS a algunos dirigentes de las barras bravas, luego ofreciendo construcción de estadios y plata a los clubes deportivos más importantes.

La cuarta estrategia, facilinga, fue la de controlar parcialmente el políticamente débil poder municipal, con un alcalde dispuesto a cualquier arreglo con tal de no perder su sillón. En este caso la estrategia se concreta en una alianza que abre las puertas del Ejecutivo, el Concejo, los distritos y las estructuras vecinales al MAS. La quinta estrategia se orientó a neutralizar a los empresarios, sobre todo aquellos que dependen del Gobierno para licencias de exportación y fijación de precios. Como según ellos el empresario solo sabe de plata, pensaron que les resultaría fácil neutralizarlos.

¿Y para los que no se dejaron encandilar y plantean otras políticas y otra visión para Santa Cruz y el país? Pues quedaba siempre el abrirle procesos por cualquier motivo, que para eso tienen fiscales y jueces, pudiendo, si molestan mucho, meterlos en el juicio ‘Terrorismo I’ o su saga (ante el éxito obtenido) ‘Terrorismo II’. Los masistas no han descubierto nada, esta se llama desde hace siglos la estrategia del bastón y la zanahoria. Funciona para los pueblos timoratos.

El problema de esta estrategia es que parte de un diagnóstico superficial de Santa Cruz, asumiendo como fundamentales lo que son rasgos secundarios, sin analizar los valores y aspectos estructurales que sustentan a la cultura cruceña y que hacen de esta región la más innovadora, atractiva y productiva del país. ¿Caeremos en la trampa?