CRÓNICAS DE LO POSIBLE
PRESENTACIÓN
Es ya un lugar común afirmar que nuestro país, desde que se inició el Siglo, viene padeciendo una época turbulenta, crucial y de gran riesgo para su existencia como unidad de objetivos, intereses colectivos y destino; en fin, como una voluntad de futuro compartido. Nación, como ha dejado escrito José Ortega y Gasset, es ante todo un proyecto de vida en común.
Evidentemente, la serie de conflictos de todo tipo (regionales, sociales, étnicos y un largo etcétera) que se desencadenaron durante los últimos años, ha puesto al desnudo, una vez más en nuestra historia, las graves debilidades, fracturas y contradicciones persistentes al interior de la estructura del Estado boliviano, al punto que resulta difícil esperar, por lo menos a corto plazo, un entendimiento general o un debate amistoso, dada la intensidad que han alcanzado las discordias y pasiones desatadas en el curso del llamado “proceso de cambío”, que si para unos puede significar una etapa “fundacional”, para otros “revolucionaria”, para los demás únicamente refleja una profunda desinteligencia, cuando no desintegración.
En medio de la tormenta, de la prolongada convulsión del encarnizado enfrentamiento, se ha generado una cuantiosa producción intelectual, traducida en innumerables publicaciones que recogen las inquietudes y propuestas de escritores, politólogos y analistas preocupados por la compleja, cambiante y delicada realidad. Y es precisamente en este campo, el de las ideas escritas, donde se percibe la mayor discrepancia en teorías, enfoques y opiniones, como para confirmar que “todo es según el color del cristal con que se mira”.
No es difícil, sin embargo, encontrar algunas, aunque pocas, ideas fuerza o tesis que, por su sólida fundamentación teórica y evidencia histórica, constituyen elementos de convicción o principiosPRESENTACIÓN
Es ya un lugar común afirmar que nuestro país, desde que se inició el Siglo, viene padeciendo una época turbulenta, crucial y de gran riesgo para su existencia como unidad de objetivos, intereses colectivos y destino; en fin, como una voluntad de futuro compartido. Nación, como ha dejado escrito José Ortega y Gasset, es ante todo un proyecto de vida en común.
Evidentemente, la serie de conflictos de todo tipo (regionales, sociales, étnicos y un largo etcétera) que se desencadenaron durante los últimos años, ha puesto al desnudo, una vez más en nuestra historia, las graves debilidades, fracturas y contradicciones persistentes al interior de la estructura del Estado boliviano, al punto que resulta difícil esperar, por lo menos a corto plazo, un entendimiento general o un debate amistoso, dada la intensidad que han alcanzado las discordias y pasiones desatadas en el curso del llamado “proceso de cambío”, que si para unos puede significar una etapa “fundacional”, para otros “revolucionaria”, para los demás únicamente refleja una profunda desinteligencia, cuando no desintegración.
En medio de la tormenta, de la prolongada convulsión del encarnizado enfrentamiento, se ha generado una cuantiosa producción intelectual, traducida en innumerables publicaciones que recogen las inquietudes y propuestas de escritores, politólogos y analistas preocupados por la compleja, cambiante y delicada realidad. Y es precisamente en este campo, el de las ideas escritas, donde se percibe la mayor discrepancia en teorías, enfoques y opiniones, como para confirmar que “todo es según el color del cristal con que se mira”.
No es difícil, sin embargo, encontrar algunas, aunque pocas, ideas fuerza o tesis que, por su sólida fundamentación teórica y evidencia histórica, constituyen elementos de convicción o principios indispensables para comprender, interpretar o «repensar» la problemática boliviana….