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Noticias sardónicas de fin de año

‘Barriga llena, corazón contento’ dice la ocurrencia popular, aunque no vivaré a un partido populista de los años 50 que inventó una rima que le favorecía. Bien podría calar al actual régimen después del doble aguinaldo, que debe tener a más de un empresario sin caviar ruso, pavo estadounidense, whisky escoces, y vino Carmenere chileno o Malbec argentino. O a sus obreros sin panetón barato, pollo medio ‘olisqueau’ y sidra que el día después hace cantar ‘cabeza hinchada, morena’ y hace subir las ventas de analgésicos.

Y es que el doble aguinaldo ha puesto las cosas de cabeza, dicen. ¡Tres sueldos en un solo mes! Solo lo pueden haber ideado quienes nunca han hecho empresa, y no han sobrellevado, maltrechos, un fin de año de aguinaldo, sueldo, alguito para los empleados, juguetes para los críos, vestido lujoso para la cara mitad, ¿o calamidad?, y fiesta de Año Nuevo para aparentar, ante ‘figuretis’, una fortuna que se escurre como el agua entre los dedos, o la mugre en el lavadero, canta Luis Rico. Los únicos que por ahora la pasarán bien, tal vez estarán en el Palacio Quemado o en el avión presidencial, un poco como los tiesos de Pompeya antes de que bramara el volcán Vesubio. El doble aguinaldo, ¿alterará planes prorroguistas hasta el año 2025 y el Bicentenario?

Como la rana que se sumerge en la olla cuando el agua esta fría, y muere de a poco cuando hierve el líquido, los bolivianos aguantarán esta inocentada gradual. Será el antibiótico para curar pretensiones de potencia mundial con que nos engrupieron los magos de la propaganda mentirosa.

Una primera dosis con voceros gubernamentales machacando lo del blindaje boliviano a oleajes mundiales, que suena a bufonadas como las del insumergible Titanic. Segunda píldora: los ministros tranquilizando a la ignorante plebe de que la baja demanda y precios de minerales no afectan al país. Tercera inyección en la nalga: brasileños y argentinos no pedirán revisión de precios y no mellará el auge nacional la baja de precios del gas natural contratados. Cuarta inoculación en la vena: el Vice alardea que la revolución, (¿cuál revolución?, si hasta los padrinos ideológicos, los hermanitos Castro, han pactado con su vecino); la ‘robolución’ o ‘robailusión’, digo yo, aguantará la época de vacas flacas porque somos supermachos bien revolucionarios. Finalmente, respiración boca a boca: el mero Presidente anuncia que acabó el tiempo de bonanza, y mira que llora Obama porque achacan la debacle económica bolivariana al malvado ‘imperio’…

La llegada del Papa Francisco a Bolivia, plantea interrogantes. Una, risueña, tiene que ver con el protocolo de un Papa visitando un país gobernado por un ateo ‘comunistoide’ (miren como me vengo de que me tilden de blancoide…) ¿Lo recibirá el Canciller con ‘sacerdotes’ de religión ‘ancestral’ quemando braseros con ‘k’oas’ a la Pachamama? ¿En algún rito católico, rezará Evo el Padre Nuestro y deseará la paz del Señor a Alvarín?

Dos, especulativa, ¿no será la continuación de charlas secretas entre Obama y Evo con mediación del Papa Francisco? Tres, especulativa también, es oportunidad para ganar adeptos a la causa nacional de traer a Chile a negociar un acceso soberano al mar: ojala que no se pierda con ‘ajtapis’ populacheros.

Cuatro, proyectiva, el Papa Francisco y muchos otros visitantes, temerosos de taquicardias y narices sangrantes aunque les sirvan mate de coca, eluden visitar la ciudad maravilla con sus 3.600 metros sobre el nivel del mar y su aeropuerto alteño a 4.000 m.s.n.m. ¿No será hora de volver a una capital legal en altura más benévola? ¿U otra en algún ondulado y templado vallecito en el Parque Carrasco? Mientras no sea en Lauca Eñe rebautizada a ‘Evopólis’, que quizá después degeneraría a ‘Huevópolis’…

Dicen que los hambreados cubanos han vuelto con fuerza a costumbres cristianas de pesebres y galleticas que amenicen ese relajamiento de personas abrazándose y deseándose buenos augurios en la época navideña. No hay pavos gringos ni guajolotes mexicanos, creo, pero aparecerán lechones y Fidel tendrá tortuga en su caparazón, traída de su latifundio con puerto privado. Pronto se les acabará el buen negocio capitalista de enviar médicos a Venezuela, cobrar al mes $6.000 por matasanos, y pagarles solo $60. Bueno, $60 es mejor que los $20 mensuales que tienen a muchos de sus galenos cancheando de taxistas en La Habana.

En Bolivia, tan falsa es nuestra ‘revolución’, que son innecesarias las ‘misiones’ cubanas para enviar policías a proteger los bancos, cobrar casi seis mil bolivianos al mes y pagar menos de mil quinientos a los ‘paquitos’. ¿Adónde va la tajada del león? Bueno, los comandantes necesitan uniformes y estrellas cada vez más vistosas…

Mientras tanto, pese a la propaganda de reducción de la pobreza, como siempre estos días pululan en las esquinas los norpotosinos, redituando la escena del nacimiento de Jesús con sus bebes y niños prestados. Eso de compartir a los niños para incitar la caridad de los transeúntes, quizá es una innovación cultural atribuible a la sabiduría ancestral ‘originaria’…

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