Dr. Ac. DAEN, MPH, MBSSS, Fundación Foro 49
Horacio Toro Ocampo
La verdad que como Médico Boliviano no puedo quedar como un simple observador ante las barbaridades que se han sucedido en este último mes del año 2014 en el campo de la salud. Dicen que cuando uno asiste a una obra de teatro te ubicas en galería, en butacas, en palco o eres parte del escenario siendo actor con voz y dejando de ser mero espectador ; quiero ser un actor vivo de esta obra..
Creo que lo que está pasando en Bolivia, no es para ser un mero espectador, en mi condición de experto en salud pública y como exfuncionario de la Organización Mundial de la Salud y de la Organización Panamericana de la Salud, creo tener la obligación y más que todo el derecho de manifestarme en torno a estos hechos tan vergonzosos en el ámbito de la salud.
Iniciemos manifestando nuestra indignación ante las autoridades del Gobierno, que representadas por el Vice- Presidente y la Ministra de Justicia, que sin tener antecedentes ciertos en el primer contacto con los medios de comunicación, aseguraron que los médicos eran violadores y habían sido negligentes con el niño Alexander, del hogar de niños Nuestra Señora de Fátima, siendo que los médicos sabemos que en este caso “ lo primero es salvar la vida”, por ello las acciones para resucitar y dar la vida al niño Alexander fueron las correctas, lo demás pasa a un segundo plano….En que quedan la aseveraciones de estos dos altos dignatarios bolivianos, mellaron la dignidad de los profesionales de salud y los colocaron entre rejas; no salieron solícitos a devolver la honra de médicos y enfermeras. Sólo mentes enfermas pueden pensar siquiera que un médico en situación de emergencia sería un violador de un niño de ocho meses. Quienes son ahora los verdaderos culpables sino los responsables de Hogar y de la Gobernación que no supieron valorar la importancia del hogar de niños, convirtiéndolo en un simple depósito de pobres criaturas abandonadas por sus padres y la sociedad.
La segunda barbaridad en el sector salud han sido las desatinadas declaraciones del Ministro Político responsable de la cartera de Salud, no me refiero a él como el Médico, ya que sus declaraciones nos muestran un Ministro de Salud poco capacitado: el SIDA no se trasmite por cercanía a las personas, se trasmite por contacto sexual, por transfusión de sangre contaminada, por uso de jeringas o instrumentos contaminados o por trasmisión de madre a niño durante el embarazo. Su actitud y declaraciones desatinadas técnica y humana, ha demostrado que al no respetar el “Juramento Hipocrático” deja de ser médico, no es necesario que el Colegio Profesional le quite su título, él, el Ministro de turno, ave pasajera de la Plaza del Estudiante, ha demostrado su falta de profesionalismo como galeno, más al contrario ha ratificado su posicionamiento politiquero, Debe saber que al dejar de ser Ministro volverá a ser medico de base, si su capacidad lo permite.
El Ministro ha olvidado que Bolivia, ahora estado Plurinacional de Bolivia, es signatario de acuerdos mundiales donde se protege y se vela por los Derechos Humanos de las personas viviendo con VIH/SIDA y ha mellado la dignidad, no del “ Gualberto Tribuno Cusi”, sino de las personas que tuvieron la mala suerte de contraer esta enfermedad. Como Primera autoridad de salud, el Ministro tiene la Obligación y Responsabilidad de velar por los Derechos Humanos de los “Enfermos” y ser el primer opositor a toda y cualquier acto de discriminación, en otras palabras su cargo le exige ser el “primer protector” de la confidencialidad, la ética y los derechos de las personas viviendo con VIH/SIDA. El Ministro no ha sabido cumplir esta función y más bien ha cumplido muy bien las órdenes superiores. Un Ministro de Salud debe ser preparado, ético y su única política debe ser la de salud y no ser un politiquero de paso.
Hoy, domingo nos despertamos con la noticia de un posible caso de Ébola en Chuquisaca, el exviceminsitro de salud Maturana , ahora Director del SEDES de Chuquisaca, alarma a la población suponiendo un diagnostico que difícilmente se presentará en Bolivia por sus características climatológicas, por la inexistencia del “murciélago Zorro” que porta el virus y por la poca probabilidad de contacto de los pobladores con enfermos africanos con Enfermedad del Virus del Ebola. Se lanza la noticia, se alarma a la población y luego se concluye “que fue una falsa alarma y que se trataba de un caso de malaria, enfermedad endémica en nuestro país. Acaso Maturana no sabe que es necesario laboratorios especializados para asegurar diagnósticos???. Lo importante es salir a la palestra, especialmente en momentos de cambios políticos.
Sabemos que en países donde no existe el Ébola, difícilmente reconoceremos los primeros síntomas y mal podemos afirmar de un “posible caso de EVE”. No deja de ser una anécdota más de los responsables nacionales y departamentales de turno del sector salud.
Llama si la atención las pocas o nulas manifestaciones del Sistema Naciones Unidas y sus Organismos especializados en estos temas, Derechos Humanos en Salud, manejo de enfermedades, acuerdos de ONUSIDA, Desarrollo Humano, Derechos laborales. Siendo mi persona un exfuncionario de Naciones Unidas por cerca de 25 años, como técnico en salud, como Representante de la OMS/OPS y de la ONU, aprendí que uno de los roles de la Cooperación Externa Multilateral y de las áreas técnicas, es de ser “la conciencia de los gobiernos y de sus sectores” y no sólo ser quienes aplauden toda acción gubernamental para mantenerse en el país.
Bolivia merece mejores derroteros en la formación profesional del personal de salud, pero lo más importante es que el sector salud cuente con profesionales idóneos que conozcan los problemas sanitarios, que den soluciones estructurales y organizacionales en el sector salud y otros sectores sociales. La salud en Bolivia sigue un poco los pasos de nuestras selecciones de futbol y otros deportes, no en vano hasta hace poco tiempo se tenía el Ministerio de Salud y Deportes, situándonos entre los países menos desarrollados y con menos logros, donde las mortalidades materna y neonatal, las infantiles son vergonzosas; donde la prevalencia de enfermedades trasmisibles son aun realidades preocupantes; donde los sistemas y servicios de salud no han merecido una mayor dedicación de los gobernantes.
Los Ministros de Salud, especialmente los politiqueros pasan sin pena ni gloria, se sitúan frente a sus colegas médicos en temas laborales, sin importarles la salud del pueblo. Creo que la Cartera de Salud debe encargarse a profesionales con experiencia que velen por la salud del pueblo y que se ubiquen en tiempo y espacio con las realidades y necesidades de y en salud de los bolivianos. Un Ministro de Salud debe ser estudioso, debe ser investigador y sobre todo debe ser humano y ético, antes de ser meramente un político de paso.