Álvaro JordánArtículosIniciosemana del 27 de ABRIL al 3 de MAYO

Centralismo Vs. Democracia

Luego de superada la histeria colectiva provocada por el proceso electoral departamental y municipal, con sus correspondientes interpretaciones de contenido centralista de los voceros del  partido oficial y de los  partidos de oposición es necesario resumir el aspecto central que viene dándose en las dos elecciones de este carácter y que expresan  el mensaje de las bases por un lado, y la visión de los partidos centralistas, de oposición y oficial, por el otro, incapaces de interpretar a las bases, precisamente por su formación verticalista.

Los analistas tradicionales con la concepción centralista de copar el poder total, tanto unos y otros sólo ven cuanto aumenta el caudal de apoyo a cada uno de ellos. Es la competencia por alcanzar el poder para continuar la política de sometimiento a los otros. Es el modelo tradicional colonial, antes era una casta españolista explotadora de las mayorías populares, incluidos los nativos. Ahora es otra casta de contenido aimara que pretende apropiarse del producto del trabajo de todas las otras etnias, incluidos los mestizos, que se transforman en los excluídos; explotados por el neocolonialismo racista.

En todo caso tanto los españolistas como los aimarístas tienen en común el carácter racista y el carácter explotador de las mayorías, además del contenido disgregador de la nacionalidad boliviana con lo que es indispensable para ellos disponer de un estado fuerte para someter a los otros, que son la mayoría, a la voluntad de los mandamases de turno. Razones con la que justifican el fortalecimiento de un ejército, que constitucionalmente está en contradicción al contenido pacifista de la constitución boliviana y una policía de ocupación cada vez más agresiva racista y corrupta.

En primer lugar se debe reconocer la propuesta autonomista lanzada desde Santa Cruz, a la que al principio se opuso el gobierno de Evo Morales. Por el apoyo masivo con el que respondió el pueblo, se vio obligado el gobierno a aceptarla, transformándose en una reivindicación nacional, aprobada por referendos en cada departamento. En la actualidad se ha convocado a referendos en cinco departamentos para aprobar los estatutos correspondientes. El resto aguarda la aprobación de los proyectos de reglamento para su confirmación mediante el referendo.

Los resultados de la última elección son similares a los que se dieron en la anterior elección de gobernadores y alcaldes, en que los triunfos de la oposición y el oficialismo se reparten en forma más o menos aleatoria. En La Paz y Santa Cruz el triunfo ha sido favorable a la oposición, tanto a nivel prefectural como municipal. Potosí es el único departamento en el que el oficialismo ganó en ambos niveles. En Chuquisaca ganó el oficialismo en la alcaldía y la prefectura se la asignaron en forma artificial a causa de la parcialización del tribunal electoral departamental. En Cochabamba la oposición ganó la alcaldía, la prefectura la gano el oficialismo. Así mismo en Oruro el oficialismo ganó la prefectura y la oposición ganó la alcaldía. En Tarija la alcaldía ganó la oposición y la prefectura se debe dilucidar en una segunda elección, de acuerdo con la intervención dolosa del TED. En Pando el oficialismo ganó la prefectura y la alcaldía se debe dilucidar en una segunda vuelta, Finalmente, Beni debe ir al balotaje tanto para la alcaldía como para la prefectura, después de una elección irregular que eliminó al principal partido de oposición.

En general la elección, como las anteriores, ha estado llena de irregularidades impuestas por el abuso del poder del que disfruta el oficialismo. Ya aparece como normal la combinación del uso de la democracia para imponer artificialmente la voluntad oficial. Podemos decir que estamos ante un fenómeno contradictorio en sí, que hace uso de la democracia controlada  por una dictadura.

Bolivia es parte del sistema mundial de estados centralistas, por lo que los partidos son también centralistas, de modo que desde el punto de vista de las reivindicaciones locales, regionales y/o departamentales da lo mismo cualquiera que gane. En el poder todos se pondrán al servicio de la burocracia paceña, imponiendo al pueblo cada vez mayores aportes económicos. Enriqueciendo a la burguesía privada y a la burocracia estatal, en desmedro de los intereses del pueblo.

El carácter aleatorio con que se distribuyen los votos los distintos partidos de oposición y el oficial, nos está indicando que el pueblo quiere administraciones que respondan a los intereses locales, los que lógicamente son distintos en cada lugar y cuya atención es imposible desde el centralismo, generando permanentemente conflictos de tipo regional que devienen en posiciones racistas y nacionalistas, dando por resultado un creciente debilitamiento de la unidad nacional. Se trata de un problema sumamente serio, origen de las distintas desmembraciones territoriales que ha sufrido Bolivia, que debe ser solucionado mediante el reconocimiento del derecho a la autodeterminación de los pueblos, modificando el sistema político unitario por otro federal.

No debe cometerse el mismo error que se cometió con los resultados de la elección del 2010, en la que a pesar de haber ganado la oposición en seis departamentos el afán centralista de los partidos hizo fracasar el Consejo Nacional Democrático, por la disputa que se planteó al tratar de imponer un liderazgo nacional, artificial, entre los distintos jefes elegidos departamentalmente. La oposición debe tener la grandeza necesaria para que los distintos partidos, triunfantes a nivel departamental, asuman la vieja reivindicación departamental y se constituyan en la base para la transformación del país en uno nuevo de contenido federal.

En las Tierras del Libertador Grigotá

Abril 2015.

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