Las trampas de la impunidad
Revestido más de charlatán que de chamán, ya no de demócrata, el Vice afirmó que “el presidente Evo si tiene apoyo construye colegios, si no tiene apoyo regresarán los gringos, regresarán los vende patrias, regresarán los asesinos y a las wawas (infantes) les van a quitar todo y no va a haber destino. Va a haber llanto y el sol se va a esconder, la luna se va a escapar y todo va a ser tristeza para nosotros, no se olviden. No lo abandonen” .
¿En qué recodo de sus “maniobras envolventes” perdió el hilo de los 25 mil libros que dice haber leído, si ahora se dedica a adivinar el futuro? La verdad es que el oficialismo está desesperado, porque en la primera encuesta publicada sobre el referéndum por la re-re-reeleción, vía forzada reforma constitucional, el NO gana con 54% frente a 40% por el SI. ¿Creerá el Vice que la sociedad boliviana no percibe la amoral maniobra que Morales y él mismo llevan a adelante para su propia reproducción en el poder, en febrero de 2016?
Como pitoniso, en una comunidad del Altiplano, lanzó estertores apocalípticos de exterminio y devastación si no votan por Morales: todo será tristeza, la luna se va a escapar y “el sol se va a esconder”. Si hubiese cantado un “O sole mío”, en alusión al rostro del ‘amado’ Morales, no tendríamos dudas sobre a cuál sol invocó. Pero las sospechas existen, pues no se sabe, como comentó el periodista Humberto Vacaflor, si se refirió a un “eclipse del cártel de Los Soles”, de Venezuela. Con ese cártel tendrían nexos los sobrinos políticos de Nicolás Maduro, detenidos en Haití por poseción de 800 kilos de droga para ser internada en USA, donde ya están siendo juzgados. Vacaflor comenta que se declararían culpables de narcotráfico, a cambio de obtener penas menores y de dar información sobre los nexos políticos con “Los Soles” y el origen de la droga.
¡Que paradojas! Mientras que en Bolivia, cada vez se decomisa más cocaína, avionetas, casas y un largo etcétera, pero no aparece ningún ‘pez’: ni gordo ni chico. Es que hay mucha más droga, porque el cultivo de la hoja de coca, materia prima de la cocaína, crece sin límites, al calor de la demanda del narcotráfico y del enriquecimiento ilegal- criminal de algunos locales y otros globales.
Ni honradez ni escrúpulos
Hay que aspirar una bocanada de aire puro para reponerse del dislate cósmico del Vice. Lo que queda después de su descarga emocional, es que nadie tan impune como él, aunque hay muchos más de su calaña. Son las trampas de los impunes, porque no solo han abusado de la credibilidad y la confianza ciudadana, sino porque han corrompido todas las estructuras del Estado y despilfarrado el futuro económico productivo de Bolivia.
El manejo doloso de US$ 615MM del Fondo Indígena, concebido para ayudar a los más pobres de los pobres, ha sido la gota que colmó el vaso. La ciudadanía ve las detenciones de los exdirigentes del Fondo como cortina de humo porque, aunque hay importantes figuras, ninguna de primera línea, como los miembros del anterior directorio. Entre ellos, la expresidente y exministra, Nemesia Achacollo, y el poderoso ministro de Finanzas, que emitía los cheques y autorizaba que fuesen a cuentas particulares. Cero rendición de cuentas, cero transparencia.
El tema de la corrupción es degradante porque ha prostituido el ejercicio de la función pública, y ha convertido a la burocracia y a sus funcionarios en extorsionadores impunes, en vez de servidores públicos. El politólogo Luis Tapia, ex cercano amigo del Vice, director del Postgrado en Ciencias del Desarrollo (CIDES) en la Universidad de San Andrés, señala que el partido oficialista “incorpora a sectores de la sociedad civil, dirigentes y representantes de grupos ‘duros’ corporativos, campesinos y minero, a través de cuotas de poder. Los vuelve ministros, parlamentarios, vocales de Cortes y ejecutivos a cambio de una total subordinación una vez que entran a instancias de autoridad. Eso se ha vuelto reparto prebendal para financiar apoyo político, que no es gasto productivo ni de trasformación estructural mucho menos de sustitución de tipo de economía y sociedad”. De ahí, la “frondosa burocracia y dirigencia del partido en el gobierno…Los gobernantes quieren ser burgueses con toque señorial”, sentencia.
El límite al despilfarro, al clientelismo y al culto a la persona de Morales es votar NO en el referéndum de marras. Es un NO para recuperar los valores de la democracia moderna en el siglo XXI. Basada en los ideales de la revolución francesa: libertad, igualdad, fraternidad, y de la norteamericana: garantía de libertad individual y separación de poderes como equilibrio institucional, la democracia hoy está sujeta a nuevas urgencias, como las del artículo 3 de la Carta Democrática de la OEA. Entre ellas, respeto a los derechos humanos y libertades fundamentales; acceso al poder y su ejercicio con sujeción al estado de derecho; celebración de elecciones periódicas, libres, justas y basadas en el sufragio universal y secreto como expresión de la soberanía del pueblo; régimen plural de partidos y organizaciones políticas; separación e independencia de los poderes públicos. Esos principios están también contenidos en diferentes tratados internacionales, de los cuales Bolivia es signatario, y que el régimen de Morales ha violado sistemáticamente.
Son demasiadas razones para votar NO en febrero de 2016. Como pasó en Venezuela, donde un rotundo sol alumbró a la oposición unida que le ganó al oficialismo con dos tercios de votos, para reconducir desde la Asamblea Nacional, el destino democrático de ese país. Allí, el Socialismo del siglo XXI fue una escalera para la corrupción y la impunidad. Igual que en Argentina, Brasil, Bolivia y otros países. Sin embargo, en el reino de este mundo, donde hay glorias que conquistar, ninguna es eterna.