NO QUEREMOS UN CHERNÓBIL EN BOLIVIA
() Noticia: Evo pedirá a Putin centro nuclear más grande de Sudamérica (El Mundo 20 11 15).- Evo Morales pedirá a Vladimir Putin, con quien sostendrá una reunión bilateral en el marco de la III Cumbre de Países Exportadores de Gas, que el Centro de Investigación Nuclear en Bolivia sea el más grande de Sudamérica.
() Comentario: Esta es una noticia muy preocupante, tratar con la energía nuclear no es un asunto menor. La megalomanía de Su Excelencia, al querer tener el centro nuclear más grande de Sudamérica, es aún más preocupante.
Pero la noticia asociada, que: «Putin ofrece ayuda militar a Bolivia» (El Deber 24-11-15), ya fue la tuti, ¿no es acaso que somos «un Estado pacifista», como lo manda el artículo 10 de la Constitución?
Me preocupa también, de sobremanera, que sea Rusia la que nos provea la tecnología atómica. Ellos, a juzgar por el desastre de Chernóbil, el accidente nuclear más grande de la historia (energia-nuclear.net), no son precisamente los más indicados para ello.
Cuando a uno le hablan de energía nuclear se le ponen los pelos de punta; vienen a la memoria los terribles desastres de Hiroshima, Nagasaki, Chernóbil y Fukushima. Nadie en su sano juicio quiere ver una de estas tragedias en su propia tierra.
Aunque la información que se conoce, respecto a este proyecto, es todavía escasa y confusa, es necesario que los ciudadanos del país estemos ojo al charque. Pido también al gobierno tratar este tema con total transparencia, cosa que no es una de sus virtudes.
La peligrosa definición que se quiere tomar, que pondrá en peligro el medioambiente, nuestra vida y el de las generaciones futuras, tiene que ser consultada a la ciudadanía.
El artículo 343 de la Constitución expresa: «La población tiene derecho a la participación en la gestión ambiental, a ser consultado e informado previamente sobre decisiones que pudieran afectar a la calidad del medio ambiente».
Como referencia al espíritu de la Constitución, respecto al tema nuclear, vea lo que dice el artículo 344. I: «Se prohíbe la fabricación y uso de armas químicas, biológicas y nucleares en el territorio boliviano, así como la internación, tránsito y depósitos de residuos nucleares y desechos tóxicos«. Esperamos que esto también no esté en sus planes. Mas claro, agua.
¿Se imaginan lo que sería tener en nuestro territorio al Centro de Investigación nuclear más grande de Sudamérica? ¿Se imaginan lo que sería un experimento como este, en un país donde las normas no se cumplen, y los controles de calidad son inexistentes o malos? ¿Se imaginan la preocupación que esto causaría a la comunidad internacional y al vecindario sudamericano? ¿Qué diría, Brasil y Argentina, que diría Chile? Son muchas preguntas de difícil respuesta.
El sueño de Su Excelencia, de tener una planta nuclear, no es nuevo. Una noticia de 2010 expresa: «Morales: Irán ayudará a Bolivia con una planta nuclear (.) Bolivia instalará una planta nuclear con ayuda de Irán, según informó este viernes el presidente Evo Morales, a su regreso de una visita oficial a Teherán, donde suscribió acuerdos con su homólogo Mahmoud Ahmadinejad (.) Morales pidió a los bolivianos que le ayuden a soñar para concretar este proyecto. «Sueño yo, soñemos todos para tener este tipo de energía», dijo el Mandatario» (BBC Mundo 29-10-10).
Este gobierno a menudo se asocia con gente de dudosa reputación, en el caso de la energía nuclear se repitió la misma conducta. Mahmoud Ahmadinejad es sindicado de ser uno de los principales patrocinadores del terrorismo (espanol.rfi.fr 06 08 10). Recordemos también que su Ministro, Ahmad Vahidi, el que vino a Bolivia invitado por el gobierno, fue imputado como coautor ideológico del atentado a la sede de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), según el asesinado fiscal argentino Alberto Nisman (Los Tiempos 31 05 11).
El sueño de Morales es una verdadera pesadilla, la energía nuclear es peligrosa y cara. «En los últimos 30 años no se ha inaugurado una nueva planta en todo el mundo occidental» (El Diario 07 12 15).
Juntemos nuestros esfuerzos, haciendo una resistencia democrática, para frenar esta barbaridad. Que este sea un motivo más para decir NO, a la reelección indefinida.