LUNÁTICAS ACUSACIONES
Cada vez que se presenta un acto electoral o cuando el MAS quiere medir fuerzas de cualquier tipo, aparece infaltablemente la calumnia del separatismo de Santa Cruz, que de manera irresponsable lo manejan desde lo más alto de la cúpula gubernamental. Es algo no permanente, oportunista, que se lo utiliza para atemorizar a la población boliviana a costa de denigrar a los cruceños. No interesa cuán falsa sea la acusación con tal de lograr el objetivo de convencer que si no fuera por el MAS, Bolivia se habría dividido el año 2008.
Lamentablemente, en los últimos días S.E. ha vuelto a referirse al tema, a propósito de la negativa de la justicia uruguaya de otorgar la extradición de Alejandro Melgar a Bolivia, acusado de terrorismo y separatismo. Melgar, que estuvo casi cuatro años injustamente preso, recibió un fallo absolutorio del tribunal que lo juzgó. Esto ha provocado que S.E. lamente el hecho, porque dijo que existía el propósito de dividir nuestro país, lo que significa traición a la patria. Es decir que los traidores están en Santa Cruz y que de eso toda la nación debe cuidarse. Una verdadera afrenta.
Como no podía ser de otro modo, el Vice arremetió con lunático entusiasmo hablando del secesionismo cruceño, expresando que el 2008 la Media Luna (Santa Cruz, Beni y Pando) se estaba expandiendo a otros dos departamentos (Tarija y Chuquisaca) para fragmentar Bolivia y – suponemos que milagrosamente – arribó el MAS al poder para evitarlo. Eso no es sino una chapuza, porque antes de la llegada de S.E. al poder nadie hablaba de separatismo en Bolivia y se empezó a azuzar el tema justamente por los masistas con el montaje vergonzoso que hicieron luego de las ejecuciones sumarias del Hotel Las Américas y del proceso infame y sin fundamentos válidos en que lleva involucrada gente honrada e inocente desde hace más de un lustro.
Como muestra, esto dijo el Vice, textualmente, el martes pasado: “Me preocupa una victoria del NO porque toda la unidad de los bolivianos, no sólo de los sectores más pobres (…) sino esta unidad campo-ciudad, oriente-occidente podría entrar en crisis, en riesgo”. Está clarísimo que S.E. y el Vice han visto por conveniente, ante el peligroso referéndum en que se han metido, en buscar apoyo en la población levantando el fantasma del separatismo cruceño, desesperados por evitar que los resultados de la decisión popular les sean adversos como sin duda serán.
