ArtículosInicioManfredo Kempff Suárezsemana del 29 de DICIEMBRE al 4 de ENERO

EL DIFÍCIL OFICIO DE GOBERNAR

Es evidente que los masistas llegaron al gobierno sin mucha idea de gobernar, salvo por algunos matreros conocidos que ante la ausencia de estadistas aprovecharon de tan bella oportunidad para encaramarse en la cúpula del poder. Sofistas y expertos en matufias y maniobras, se incrustaron en el seno del MAS y pronto, pese a no ser indígenas sino mestizos, aparecieron como los grandes adoradores de la Pachamama y  diestros arquitectos de la peligrosa Constitución que creó el Estado Plurinacional y cuyo preámbulo es una acabada muestra de cursilería naif.

Cómo sería de caótico el acceso del MAS al Palacio por lo imprevisto de su triunfo, que ahora, entrando al décimo año de gestión, David Choquehuanca, el jefe de la diplomacia boliviana que más tiempo ha permanecido en funciones a lo largo de la historia de Bolivia, sigue afirmando que “ya” está aprendiendo su oficio de ministro. Ojalá que así sea porque es muy probable que permanezca en funciones durante cinco años más. Y así como el canciller y S.E. hicieron y dijeron cosas estrambóticas que están recogiéndose en frondosas antologías de lo que no se debe hacer ni decir, otros, los pícaros redomados, siguen operando a sus anchas mostrándole a S.E. éxitos sin precedentes que se deben a réditos de los fantásticos precios de nuestras materias primas más que al esfuerzo propio.

Sin embargo, S.E.,  – “más vivo que una ardilla” dice Vargas Llosa en una de sus notas – ya se está dando cuenta por donde le ajusta el zapato. Próximo a la asunción de su irregular tercer mandato, se ha quejado de las divisiones que existen en el MAS; ha deplorado el chantaje de las organizaciones sociales para asumir cargos públicos o para copar candidaturas en gobernaciones y municipios;  y lamentó el vil cuoteo que existe de forma caótica entre campesinos y otros sectores al más puro estilo neoliberal, tan detestado por él. Ve que la política, al final, no es sino la magia y el talento de saber repartir poder y estar bien con Sancho, Pedro y Martín. Eso en Bolivia existió siempre y no se lo va a cambiar mientras perdure la pobreza y la gente vea en el Estado una fuente de sobrevivencia cuando no de enriquecimiento.  El “proceso de cambio” no ha podido derrotar ni al nepotismo ni al clientelismo.

S.E. se ha quejado en este fin de año de algo insólito, de lo que él alentó durante toda su vida sindical: los bloqueos de caminos. Sólo desde la jefatura del Estado puede una persona darse cuenta de lo perjudiciales que son los bloqueos, aquellos bloqueos “movilizados” tan dañinos para la economía y la vida cotidiana, que violan preceptos básicos de la Constitución. Ahora que S.E. bebe de su propio veneno pide que los bloqueos paren, que así no se puede desarrollar el país.

Y toma de su propio veneno también con el peliagudo asunto del medio ambiente, uno de sus caballos de batalla internacionales, que, alegremente, se lo sacralizó en la aberrante Carta Magna que nos tutela. Ya se tuvo graves inconvenientes con la carretera del TIPNIS y ahora los problemas continúan y se agrandan porque el Gobierno se obliga a la “consulta previa obligatoria” para proceder a la exploración y explotación de hidrocarburos en territorios donde habitan “naciones y pueblos indígena originario campesinos”. ¿Por qué? Simplemente porque esas poblaciones, que viven en la miseria, le exigirán al Estado, enseñando la letra constitucional, que no se puede tocar ni un árbol sin su permiso bajo amenaza de renovadas marchas de menesterosos hacia la sede de Gobierno. Lo ha oído S.E. y ahora no sabe qué hacer. Se ha dado cuenta de que es muy fácil ofrecer para ganar adeptos pero que siempre llega la hora de pagar las facturas.

Esto de la caída de los precios del petróleo, que al ministro Arce Catacora ni lo mosquea por aquello del “blidaje”, preocupa a S.E. que no cree tanto en nuestra presunta economía Panzer. Y la economía Panzer puede estar perforada con mil boquetes en el plazo de un año a menos que se suprima el despilfarro y se reprograme el presupuesto. Por lo tanto S.E. no sólo reprocha a quienes exigen la consulta previa, sino que se dirige con urgencia a los inversionistas privados nacionales y extranjeros para garantizarles su inversión en prospección de hidrocarburos lo antes posible. Finalmente S.E. parece darse cuenta de que con discursitos zurdos de los años 70 Bolivia no saldrá de su indigencia.

A veces uno tiene la sensación de que S.E.va madurando y aprendiendo. Pero todo se esfuma en vana ilusión cuando se mira hacia el lado de la justicia que ha sido manoseada hasta el cansancio, a lo que se suma el manejo electoral que está mostrando una cara muy fea. Es una materia de aplazo vergonzoso y ojalá que durante esta tercera gestión que se inicia, S.E. pueda hacer de tripas corazón y restablecer la credibilidad en las leyes.

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