CARLOS VALVERDE TIENE RAZÓN
Ismael Schabib Montero
El 22 de octubre en uno de sus programas Carlos Valverde advierte sobre la situación del Chapare y comenta que los detalles están escritos en su obra “Coca, territorio, poder y cocaína”. Sostiene que en el Chapare se deporta a las personas que les causa desconfianza. En esta región que abarca a varias provincias del departamento de Cochabamba prevalece la ley de los habitantes del lugar y no la del Estado Plurinacional de Bolivia. La gente sabe que algo malo, muy malo ocurre en el Chapare, no es novedad, no estoy descubriendo la pólvora.
Es un contrasentido que esto ocurra en un gobierno ultra centralista a pesar de las autonomías, pero ¿Cómo se explica esta situación en el bastión más duro del gobierno del presidente Morales? Simple y llanamente porque ocurre con el consentimiento del gobierno central. La actitud de los pobladores del Chapare, pareciera, que es para proteger al epicentro del narcotráfico en Bolivia que ya cuenta con su propio aeropuerto internacional para distribuir cocaína y su fábrica de precursores elaboradora de urea. Como lo dije en una anterior nota Bolivia se convirtió en el narco Estado perfecto.
Los estimados lectores recordaran que durante la Guerra Fría el planeta estaba polarizado entre los Estados Unidos y la ex Unión Soviética, en realidad era una rivalidad entre las ideologías políticas, el liberalismo Vs. el socialismo. La ex URSS lucía como un Estado muy poderoso, que empezó ganándole a su rival la competencia por la conquista del espacio al lanzar el primer satélite artificial de su programa Sputnik el 4 de octubre de 1957. Ese gigante tenía el territorio más grande del planeta tierra; colapsó entre el 11 de marzo de 1990 y el 25 de diciembre de 1991. Nadie lo destruyo, él se derrumbó sólo; fue una resonante victoria del liberalismo sobre el comunismo. Los estados suelen morir dice la Geopolítica, en este caso se confirma la teoría. Posteriormente hemos asistido a la desaparición de la ex Yugoslavia. “La disolución de Yugoslavia se refiere a los hechos ocurridos en la antigua Yugoslavia entre el 25 de junio de 1991 y el 5 de junio de 2006, que condujeron a esta disolución y a la formación de seis nuevas repúblicas soberanas (Eslovenia, Croacia, Bosnia-Herzegovina, Montenegro, Macedonia y Serbia)”. Esto ocurrió por la intolerancia entre culturas y la hegemonía que imponían los serbios.
Si se define al “Estado como a la Sociedad Política y jurídicamente organizada…” (Geopolítica Pablo Dermizaky) y en el Chapare impera otra ley, significa que el poder estatal no controla ese importante territorio, debilita al Estado boliviano. Resulta que el Chapare tiene una ubicación central en el contexto nacional, que le permite controlar el tráfico de personas y valores económicos por vía terrestre de gran parte del país, este control le otorga a sus pobladores un poder político maligno.
En Bolivia tenemos otro factor importante digno de ser considerado cuando se analizan estas cosas, básicamente descendemos de dos culturas diferentes, la sedentaria del Occidente andino y la Nómada del Oriente que hizo y hace crisis en el TIPNIS donde se enfrentan ambas, cocaleros Vs. Yuracaré
El gobierno no debe jugar con fuego con la Seguridad Nacional, con la estabilidad de Bolivia fomentando esta situación, cuando su deber es cohesionar al país y no propiciar su división, a esto se debe agregar más veneno, que se sintetiza en la agresión que continuamente hace al Oriente el corrupto INRA creando una situación insoportable. Hablando en términos groseros esta situación nos emputa cada día más, el problema en Roboré es una muestra de ello.