Se logró la paz
Marcelo Ostria Trigo
Desde el pasado 20 de octubre, día de las elecciones generales, la incertidumbre, las tensiones y los enfrentamientos, constituían un cuadro preocupante: el país estaba al borde de una lucha fratricida; de un lado se instaba a la guerra civil y del otro se defendía la democracia.
A esta convulsión interna en Bolivia precedieron los graves disturbios en Ecuador y Chile, claro está con distintas motivaciones. Pero esta coincidencia en el tiempo, ponía de manifiesto la nueva estrategia del Foro de San Pablo para expandir el socialismo del Siglo XXI, anunciada por el mandatario venezolano Nicolás Maduro,
La renuncia del presidente Morales, exigida por los ciudadanos en Bolivia, dio lugar a una campaña internacional contra del nuevo gobierno. La pérdida de un socio –el régimen de Evo Morales– empañaba, la euforia por el retorno del kirchnerismo en la Argentina. Y el propio presidente electo de ese país, protestaba por un supuesto golpe de Estado. También se destacó el solícito e inédito ofrecimiento del presidente de México del suntuoso asilo al presidente renunciante.
Contrariamente a lo que esperaban los gobiernos que responden al Foro de San Pablo, la paciente y decidida acción pacificadora de la presidente interina Jeanine Añez Chávez, tuvo muy importantes resultados. No se trataba de ignorar a un sector o una corriente política, contrariando la democracia. Se convocó al diálogo, y de éste resulto la paz. Por cierto no todo fue a favor de uno u otro lado. Hubo concesiones como es natural cuando se negocia. Pero el objetivo de lograr la paz, desmontar los bloqueos de calles y caminos y cesar los enfrentamientos, fue alcanzado.
El propósito fundamental del nuevo gobierno, desde su inicio, fue convocar a nuevas elecciones, renovar el Tribunal Supremo Electoral, depurar el Padrón Electoral contaminado y garantizar el respeto a los resultados que obtengan los futuros candidatos. Se trata de cambiar la constante de los pasados trece años, en que los votos siempre favorecían al caballo del corregidor.
Hay que reiterar el reconocimiento de la índole democrática de la presidente y de su equipo de gobierno. Seguramente no son los esperados por los seguidores del Foro de San Pablo que ha perdido a un socio y sabe ya que si quiere recuperarlo, debe hacerlo por medio de elecciones creíbles y transparentes.
Si bien el populismo en la región celebra la victoria electoral de Alberto Fernández en la Argentina, seguramente cunde la frustración por haber perdido a otro socio y por la posibilidad de que se confirme el triunfo en Uruguay de la candidatura de Luis Lacalle Pou, que honrará la democracia y los derechos humanos.