Errores del racionalismo
¿Cuáles son los errores del racionalismo? ¿En qué se equivoca? ¿Cuáles son sus dogmas? Sépalo aquí.
A continuación, reproducimos apuntes de una clase brindada por el Consejo de Estudios Hispánicos Felipe II el 4 de junio de 2020. El disertante fue el profesor Juan Fernando Segovia, y en esta charla explica con lujo de detalle cuáles son los ideales del racionalismo.
- Paul Hazard es el historiador más grande en este tema.
- El siglo de las luces fue no solo de la ilustración francesa, sino europeo.
- Hubo una ilustración inglesa, alemana y holandesa, en contraparte a la ilustración francesa.
- Se suele decir que comienza en el s. XVIII, pero los historiadores no están de acuerdo.
- Las raíces ya estaban tendidas en el siglo XV.
- Hay una ilustración temprana en los siglos XVI y XVII con Hobbes, Locke, Descartes, etc.
- Y hay una tardía e ideologizada en el siglo XIX en el caso de los socialistas, Marx: él era un ilustrado, creía en las cosas que los ilustrados creían.
- La raíz de la ilustración está en el racionalismo del s. XVI y penetra en el s. XVIII, manifestándose con una enorme confianza en el espíritu humano para superar el escepticismo
- El problema del escepticismo está siempre presente en estos siglos y está también presente en el nuestro.
- El hombre, liberado de toda tradición, ha quedado a solas con su razón para ver si las cosas son o para conocer si las cosas son lo que son, y es importante que se anuncie la impotencia de la razón para ver esas cosas.
- Sus luces parecen agotarse en algún momento y cunde el escepticismo.
- El siglo XVIII es una lucha de la razón contra el escepticismo: esa confianza en la razón es una confianza también en la paz.
- Europa había vivido siglos de guerras enconadas desde el siglo XVI, el siglo XVIII se nos presenta como un siglo de paz, pero en realidad continúa el ciclo de guerras; el siglo XVIII las expandió y universalizó.
- La razón impone la paz por la violencia e instala el orden por medio de la revolución.
- Toda Europa será revolucionada completamente a partir del XVIII.
- Hecho primerio que identifica a la ilustración: entronización de la razón.
- El racionalismo moderno vacía a toda la realidad de un sentido intrínseco: no hay nada más que la contingencia de lo real; por tanto, la desvincula del orden de la razón.
- Ciertas categorías creadas por la razón (el método cartesiano, spinozista, kantiano), pone en la razón categorías inventadas por la razón misma para entender esa contingencia real.
- Saliendo del campo de las ciencias físicas o de la filosofía estas categorías se trasladan del lado práctico al de la política, la moral y el derecho.
- La razón cede el poder a la voluntad como poder creador y se consolida esa tendencia nihilista.
- El iluminismo endiosa a la razón, no solo por el altar que los revolucionarios franceses pusieron para ella, sino que en todos los demás siglos y en este siglo la razón sigue siendo dios, porque la misma que dice que las cosas tienen sentido es la que dice luego que las cosas no tienen ningún sentido.
- La razón crea donde antes creaba Dios, la razón merece ser loada como antes era homenajeado Dios.
- La razón es la palanca que nos mueve hacia la modernidad, es libre, ella es la misma norma, y como norma puede ser prudente o puede ser violenta.
- Al comienzo se nos muestra como simpática, tranquila, pausadamente se nos presenta, pero cuando encuentra resistencia en las cosas mismas, la razón se vuelve agresiva, deja de actuar prudentemente y se hace revolucionaria.
- En el campo de la política, del derecho y de la moral, la agresividad de la razón se ha podido ver desde el siglo XVIII en adelante.
- Esta razón es autosuficiente, dice Paul Hazard: «La razón se basta en sí misma, el que la posee y la ejercita sin prejuicios, no se engaña nunca; sigue el camino infalible de la verdad».
- Esta razón no necesita de las enseñanzas de los antiguos, modernos y contemporáneos; procede siempre de un examen operacional.
- Esta autosuficiencia no es más que una traspolación de la libre interpretación protestante a todos los otros campos: antes de creer en otro o creer en alguien, tengo que examinar lo que se ha de creer por mis propios medios, para hacer el juicio de si creo o no creo.
- Esto hará que el libre pensamiento sea la manifestación más nítida de la Ilustración: todos los hombres somos libres para pensar todas las cosas.
- Anthony Collins en 1713 en su libro Discurso sobre el libre pensamiento dice: «Nada menos razonable que imaginarse que sea peligroso conceder a los hombres la libertad de examinar los fundamentos de las opiniones recibidas por ellos».
- Thomas Paine, afirmando este libre pensamiento, en un periódico que él tenía después compilado en forma de libro, La edad de la razón, dice: «Contra la temporalidad de la razón se impone la atemporalidad de la teología», pero para él, era una imposición falsa, porque “la teología es un estudio de la nada, fundado en la nada, se funda en principios que no son principios, se funda en autoridades que no son tales, se funda en datos que no son datos; no puede demostrar nada y acepta conclusiones que no son tales».
- Solo se aceptará una teología racional y por tanto sujeta al libre pensamiento de cada uno.
- Si la razón se pone en el trono, es al hombre mismo a quien se pone en el trono; es decir, él se endiosa al mismo tiempo que se endiosa a la razón.
- En 1700, dice Claude Gillbert en La historia de Caléjava o De la isla de los hombres razonables: «Al seguir a la razón, no dependemos de nadie más que de nosotros mismos, y por eso nos convertimos en algo más que en dioses».
- En la Enciclopedia Francesa, en el artículo que Diderot dedicó al hombre, este dice que se quiere sustituir la providencia divina por la providencia del propio hombre.
- La razón en Santo Tomás es la luz natural en tanto que participa de la luz sobrenatural.
- La luz natural por sí sola no nos acompaña sino débilmente para ver lo que las cosas son y para orientarnos en la vida práctica.
- Para que sepamos la esencia de las cosas y nos conduzcamos debidamente en el recto camino, nuestra luz natural debe participar de la luz divina.
- Una vez el hombre se endiosa, va a ser capaz de ser feliz eterna e irresistiblemente acá en la tierra; este es un reino de Dios que no requiere ni de la iglesia, ni de la gracia ni de Dios, sino solo de los hombres dotados de razón para avanzar en la senda del progreso, que es la irresistible felicidad que espera a todos los hombres.
- Es una felicidad inmediata, dice Hazard, terrena, que se plantea como cálculo.
- La razón moderna es una razón que calcula, mediocre en la que conviven el mal y el bien, el dolor con las ventajas que se desean; algo que estaba en Hobbes: «Soy capaz de aceptar el dolor momentáneo en vista de un próspero futuro».
- Montesquieu dice: «Renunciamos a ser como ángeles para quedarnos con todo lo relativo de nuestras propias vidas»
- El economista e historiador norteamericano, Albert Kirschman, en Las pasiones y los intereses dio una interpretación no económica del capitalismo, y aquí descubre que el hombre moderno e ilustrado es un hombre que quiere que la razón domine, pero en el ámbito de las operaciones prácticas, está aprisionado por las pasiones.
- ¿Cómo puede lidiar la razón con las pasiones en la modernidad? Hay 2 vías
- Que nuestra razón las reprima
- Que nuestra razón las controle
- A partir del siglo XVII surgen teorías especiales sobre cómo controlar la pasión con otra pasión: doctrina de las pasiones compensadoras. Opera como una especie de alquimia: uso una pasión más inocua para reprimir o contrarrestar pasiones más peligrosas.
- Hume en Tratado sobre la naturaleza humana dice: «Nada puede contener o retardar el impulso de la pasión, sino un impulso contrario».
- ¿Cómo hacerlo si una pasión es pasión?
- En el XVII y el XVIII se encuentra la doctrina del interés como domador de las pasiones; hasta el día de hoy lo vivimos, el interés como canalización de nuestra pasiones.
- No se trata tanto de oponer una pasión a otra, sino de encontrar un modo a través del cual la razón puede usar la pasión para apaciguar los efectos perniciosos que esa pasión tiene y potenciar los beneficios que de ella podemos sacar.
- Kirschman remata su estudio señalando que el interés es algo así como una pasión razonable, una pasión dominada por la razón, de modo tal que es una pasión dulce.
- Existen pasiones que pueden ser dirigidas en provecho del hombre porque nos van a servir para apaciguar aquellas otras pasiones que nos traen daños y perjuicios.
- El comercio, la propiedad, el goce de los bienes terrenos se convirtió en esa pasión capaz de apaciguar las pasiones que conducen a actos de violencia, que conducen a la guerra.
- El comercio internacional es dulcificador de las costumbres de las naciones.
- El interés tomó una connotación curativa y positiva: comenzó a ser empleado como clave de la conducta humana hasta convertirse en paradigma de toda una ciencia moral, política y económica.
- Se demostró como la base realista para un orden social viable, porque si los hombres persiguen su interés, la ganancia será mutua.
- No hay nadie que por el interés pierda, siempre con el interés ganamos.
- Siguiendo nuestro interés, porque este no engaña, podemos obtener beneficios mutuos.
- El subproducto de este beneficio individual que cada uno obtiene cuando persigue su interés, es el de obtener a su vez como rédito un interés social; esta es la base del liberalismo económico, pero también político.
- Adam Smith dice: «El aumento de fortuna es el medio por el cual la mayor parte de los hombres aspira a mejorar su condición y así también el de la sociedad».
- O sea, el siglo XVIII legitima un tipo de conducta que podríamos llamar adquisitiva, egoísta, anticatólica, porque el egoísmo es un vicio capital, y sobre ese vicio -interés, pasión dominada u orientada por la razón- construye todo el orden social.
- El gran impulso que en el XVII dio Hugo Grocio al derecho de gente, afincándolo en la paz de las naciones, fue el comercio, el dulce comercio.
- No hay nada mejor para las naciones que evitar la guerra explotando el comercio.
- William Robertson, economista escocés del s. XVIII dice: «El comercio tiende a eliminar los prejuicios que tienen las distensiones y la animosidad de las naciones, suaviza y pule las maneras de los hombres» (de los que quieren ganar con el comercio, sí, a veces).
- Hay una pasión que no se domina: es la que permite que se sostenga el orden social.
- El egoísmo responde a una tendencia natural en el hombre, a un instinto primario al que no puede renunciar ningún hombre: el de la auto conservación o auto preservación, concepto dominante en la filosofía de Hobbes y de Locke.
- Tememos que nuestro individualismo genere anarquía en el orden social, que si seguimos nuestras pasiones, destruyamos a la sociedad, por tanto hay que tomar medidas para salvarnos del desorden.
- Paul Hazard escribe: «Hay un amor propio legítimo, que mantiene la vida del grupo; el egoísmo solo resulta en vicios cuando amenaza al grupo y, por tanto, al individuo mismo, en tanto que unidad inseparable del todo».
- El instinto de auto conservación significa que todo hombre debe preservar su propia vida, y solo puede hacerlo cuando constituye una sociedad o Estado en el cual el principio de auto conservación impera por sobre todas las demás tendencias.
- Se compatibiliza la razón de Estado con las libertades de los individuos.
- Bernard Mandeville escribió en 1765 un folleto llamado La colmena zumbadora o Los bribones convertidos en personas decentes, aquí concluye con la moraleja: «Mortales insensatos, dejad de quejaros: en vano trataréis de asociar la grandeza de una nación con la probidad, solo unos locos pueden esperar gozar de los placeres y de las ventajas de la tierra, tener en la guerra renombre, vivir bien a su gusto y ser al mismo tiempo virtuosos. Para abandonar esas barras quimeras, es necesario que desistan del lujo, del oro y la vanidad si queremos tener esos frutos”.
- Dice que es explotando nuestras pasiones y especialmente las que son manifestación de nuestro instinto total, las que constituirán la base, el cimento de todo instinto social.
- Hay un problema: por un lado se nos dice que la razón gobierna, pero por otro, ocurre que gobiernan nuestras pasiones.
- El libro que mejor refleja esto es la autobiografía de John Stuart Mill.
- Siendo joven, niño, él siguió el rigor de la educación racionalista de su padre, James Mill, y de su mentor, Jeremías Bentham, y sufrió una crisis espiritual profunda, se dio cuenta de que toda esa formación caía en la nada y con que era un joven sin sentimientos; no tenía amor ni tendencia buena hacia nada.
- Rebobinó, se independizó de esta formación racionalista y descubrió un camino a la estética mediante la ética de los sentimientos.
- Este camino está también en el mismo proceso de la ilustración y de toda la modernidad; por ejemplo, en los estadistas italianos durante el Renacimiento.
- Aparece la pasión de una manera sentimental, acoge cierta tendencia hacia el romanticismo, hacia una parte irracional en el hombre que hay que educarla bien, pero es bueno seguirla: lo bello, lo sublime, lo sensible del hombre hacia el arte, la poesía, la pintura, las experiencias… lo provechoso de que nuestra vida se convierta en una experiencia.
- Ya no la uniformidad, sino de la gran diversidad de modos de vida.
- Lo beneficioso y enriquecedor para el hombre: no tener modelos ni guías, sino ser cada uno el artífice de su propia vida.
- Lo simpático y bello que es una sociedad multicolor con variadas experiencias vitales, con capacidades de expresión dinámica, no quedarse atascadas en un solo modelo o esquema rígido.
- El sentimiento, una vez que se libera de las cadenas y se transforma en algo bueno, llega a todas las cosas, incluso a la religión misma.
- Qué mejor para probar la existencia de Dios que abandonando las pruebas metafísicas y apelando a nuestra imaginación, sensibilidad, observación de las maravillas creadas en la naturaleza por Dios, a las maravillas que somos nosotros mismos. Se convierte en algo admirativo más que contemplativo.
- Esta visión sentimental de la religión y de Dios va a dar lugar a las distintas formas de religión en la modernidad, casi todas se han cobijado bajo el nombre del deísmo.
- El deísmo es bastante difícil de explicar, no es solo la creencia en un Dios relojero que dejó el mundo funcionando como un reloj; no es solo el Dios que no tiene Providencia y que abandona las cosas a su propio ser: es un poco más profundo.
- El deísmo, en el fondo, es la afirmación de un Dios que es racional como el hombre mismo, no en el sentido tomista, sino en el sentido que la razón divina funciona como la humana.
- Como hicieron Kant y Locke: una vez que metemos a Dios en la jaula de nuestra razón y convertimos a la religión en una cosa de nuestra razón también, tenemos que limpiar todas las otras cosas.
- «Las enseñanzas seculares de las iglesias no son más que inflexiones instaladas por el demonio» dice Pierre Bayle, un hugonote francés, que desencantado del calvinismo se convirtió al catolicismo, desencantado volvió al protestantismo, huyó de Francia, se cobijó en Holanda y ahí se volvió agnóstico y ateo.
- Atribuye al demonio todas aquellas extravagancias rarezas, necedades y crímenes que están en el seno de las religiones, que nos han hecho que idolatremos a un Dios que no está.
- El deísmo tiene una parte importante que es la crítica a la religión revelada, y sometiendo la religión a la propia razón, caemos en una religión natural, que no acepta lo extraordinario y por tanto el s. XVIII y el XVII combate los milagros, escriben miles de pequeños tratados para combatirlos.
- Es una religión natural que no acepta autoridad alguna en la interpretación de los textos sagrados.
- Es una religión que no acepta la mediación divina en la vida del hombre: no requiere de iglesia, de sacramentos ni de sacerdotes.
- Se va convirtiendo cada vez más en una moralidad, y en una moralidad no sostenida en ningún mandato bíblico, sino en la propia razón, de modo tal que el cristianismo, al final de todo este recorrido, se convierte en un absurdo, y el Dios cristiano se convierte en absurdo o malo.
- Jonathan Israel insiste en presentar una tendencia materialista-radical dentro de la Ilustración, que dice, es heredera de Spinoza.
- En Baruch Spinoza no hay una distinción entre la materia y Dios y la materia y el hombre, él es un materialista que habla de Dios como cosa material y del hombre como una materia.
- Todo es materia y no hay varias, sino una única.
- Esta materia, que es la naturaleza, es auto creada, por tanto, divina.
- Esta materia es la que da lugar a la mente del hombre, la que da lugar a las creencias que se acunan en la mente del hombre, de modo tal que en el plano de la religión, el monismo materialista de Spinoza tiene que rechazar las escrituras, la divinidad de Cristo, e impugnar el pecado original.
- En el spinozismo, estamos frente a un pensamiento ni siquiera deísta, sino ateo, secularizador por completo.
- Jonathan Israel en La ilustración radical dice: «La esencia de la tradición intelectual radical de Spinoza a Diderot en el rechazo filosófico a la religión revelada, los milagros y la providencia divina, reemplazando la idea de la salvación en el más allá por el mayor bien en el aquí y en el ahora»; leyes que encarnan el bien común.
- Diderot, como Spinoza, enfatiza la necesidad de inculcar la obediencia a las leyes de la sociedad, definiendo la verdadera religión como la veneración a aquellos reyes, y la verdadera piedad como obediencia al bien común, es decir, a lo que la sociedad quiere.
PREGUNTAS
¿Esta pasión por el interés está en la llamada teoría de la elección racional, y más tarde en la llamada praxeología?
Sí
¿Dónde encontramos críticas al racionalismo?
En los escritos de Danilo Castellano, Rubén Calderón Bouchet, Rafael Gambra, Miguel Ayuso.
¿En qué se basa el deísmo para decir que Dios se fue y no intervino nunca?
Esta afirmación no requiere mucho fundamento más que mirar la realidad con los ojos con los que el racionalista mira: veo que los hombres se siguen muriendo, se siguen matando, las ciudades son una podredumbre porque tienen agua insalubre, la gente tira la basura en su calle, hay pestes; por tanto, si eso, que es lo que dicen que Dios regula, Dios no regula nada, por tanto, se ha ido. Si existe, está fuera de todo esto. Él no nos soluciona el problema, hemos de solucionarlo con nuestros propios medios.
¿Esta negación de la providencia divina por la providencia humana es o que Heidegger llama ‘la técnica’?
Podría ser una de las manifestaciones.
¿Con la razón se desnaturaliza la religión?
Depende de qué razón. Si yo uso a la razón como sierva de la teología, del modo tomista, no la destruye. La destruye aquella razón que no se apoya en la revelación y quiere operar fuera de ella constituyéndose en una teología.
¿Los contrarrevolucionarios franceses diagnosticaron todas estas falencias o les faltó algo?
Hay en cada uno algún tipo de defecto. Por ejemplo, en De Maistre hay un fondo gnóstico masónico que inhabilita ciertas de sus críticas a los revolucionarios franceses, en 1980 se publicaron sus escritos masónicos completos. En De Bonald hay un positivismo sociológico propio de una tendencia conservadora de la época, que lo hace difícilmente digerible por un público no francés. En Rivarol (que es de los más inteligentes y divertidos), hay un ‘chisteante’ anti racionalismo que precisamente a veces se olvida de que la razón no es solo la de los racionalistas.
¿Opinión sobre los libertarios y la Escuela Austriaca?
Son dos de las variantes actuales que algunos momentos se emparentan y en otros se paran. Son las variantes del liberalismo más agresivo. Los austriacos ven la preeminencia de lo económico por sobre todas las demás cosas, y los libertarios tienen tendencia al anarquismo.
¿Los iluministas eran en el fondo cabalistas y gnósticos?
En los comienzos de la modernidad, hay gnósticos y hay fundamentalmente una escuela que dura hasta el día de hoy, masónica, la de los rosacruces. Si uno compara el plan de Descartes con el plan de los rosacruces con algún pensador moderno, se va a dar cuenta de una conformidad y de una continuidad. Los hubo también cabalistas, una escritora se ha dedicado mucho a este tema. Y el gnosticismo está siempre presente.
INTERVENCIÓN DE MIGUEL AYUSO
Hay que tener cuidado con ese –ismo en la palabra tradicionalismo. Debemos defender la Tradición, no una ideología que deforme la Tradición a su manera. Cuando la Tradición se convierte en una ideología, es porque no es verdadero tradicionalismo.