ArtículosGary A. Rodriguez A.Iniciosemana del 23 de JULIO al 29 de JULIO

CON SOLO LA MACRO NO SE VIVE

Leí el titular del reportaje -“Con solo la macroeconomía no se vive”- y sonreí. Tal sentencia respaldaba lo que prestigiosos profesionales y analistas aconsejaron tantas veces, no solo al plurinacional, sino también a los denostados gobiernos “neoliberales”: la macroeconomía ayuda pero no resuelve; es indispensable, pero insuficiente “per se”, para salvar la pobreza.

A los gobernantes del pasado se les criticó siempre su obsesiva egolatría y el hacer buena letra ante el FMI velando solo por los agregados de la macroeconomía aunque para ello sacrificaran un mayor desarrollo productivo. Nunca les quitó el sueño, el tratar de mejorar lo que perjudicaba al inversionista, que apuesta por el país; al emprendedor, que arriesga su patrimonio familiar; al profesional y al asalariado, que aportan lo suyo; en suma, a quienes de una u otra forma producen riqueza, y a los que poco les importa que lo macro esté bien cuando sufren en carne propia los embates del día a día en la microeconomía.

Que Bolivia crece por encima de la media en la región, puede ser. Que tenemos una de las inflaciones más bajas, también. Que la proporción de las RIN sobre el PIB es una de las mayores, igual. Que la posición externa es envidiable respecto al pasado, de acuerdo. Pero, ¿es eso suficiente? Veamos lo que dice un experto a la luz del estudio “Visión para América Latina 2040” que acaba de presentar el Centennial Group: “Si nos comparamos solo entre nosotros, caemos en la complacencia”.

Crecer al 5% es bueno, pero hay otros que lo hacen al 7% ó más. Corea, Singapur y China son el ejemplo a seguir, aprendamos de su éxito: “…ahorraron más, invirtieron el doble de lo que invierte América Latina (…) pusieron énfasis en los temas críticos para el desarrollo que son la educación, la tecnología”. Y si de invertir recursos y paciencia en educación e infraestructura se trata, “el desarrollo no es una tarea exclusiva del Gobierno, es tarea de todos y para lograr eso se tiene que encontrar mecanismos de consenso”.

Un cambio estructural se impone, ya que “con solo la macroeconomía no se vive. Se tiene que combinar una buena macroeconomía con una buena microeconomía, con inversión, con productividad, con instituciones, con reglas de juego, con visión al mundo, si uno quiere que el mundo lo vea”. Además, “tiene que buscarse un crecimiento del 6 y el 7%. Si nos comparamos con el mundo, uno puede decir que estamos creciendo bien porque las economías europeas decrecen y América Latina crece al 4,5 y al 5%. Pero si miramos en la perspectiva estructural de largo plazo, es insuficiente”.

La agenda para el desarrollo no puede dislocarse de un mundo globalizado y debe tener una visión de largo plazo con roles público-privados bien definidos y sin superposiciones. “Estos próximos dos años, América Latina no va a poder seguir al ritmo que estaba y menos alcanzar lo que sería ideal para la sostenibilidad a largo plazo (…) hay que seguir trabajando en un tema estructural, no quedarse con la macroeconomía”.

La modernización del Estado, la mejora de la educación, de la infraestructura y el ambiente para los negocios puede llevar a mejorar el día a día y ayudar a crecer más a Bolivia. No lo dice un simple “opinador”, sino el Presidente de la CAF Banco de Desarrollo de América Latina -nuestro exitoso compatriota Enrique García (“El Deber”, 18/JUL/12)- hablando con asombrosa sencillez y pragmatismo, sabiendo que ¡no solo de la “macro” vive el hombre!

24072012

* Economista y Gerente General del IBCE

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