ELECCIONES MACONDIANAS
Como una historia escrita por la pluma de García Márquez, las elecciones de este domingo en Beni, se presentan macondianas. El ambiente de la Aracataca fantástica, cuna del Nobel, plasmada en el Macondo de la literatura mágica, está en Trinidad, Riberalta, Santa Ana, poblaciones surcadas por grandes ríos, por cientos de arroyos que brotan entre la selva, donde agobia el calor, crecen los palmares y se siente el olor húmedo de la piel del cebú y del “humbacá” que impregna los corrales de la llanura.
Los hombres, curtidos por el solazo intenso, cuyos abuelos citadinos lo soportaban ataviados de traje blanco, ahora lucen la ropa cómoda impuesta por una sociedad más práctica y liberada. El beniano es varón sufrido y querendón. Por eso tiene alma de poeta. Nada lo amilana y todo lo inspira. Basta con ver, cada año, cómo el agua turbia del Mamoré se lleva silenciosa, sin clemencia, como una “muerte anunciada”, los chacos, potreros y ganados, robándole sus ganancias al vaquero. Y sin embargo los benianos le cantan sus versos al río. Saben que, al final, después, cuando las aguas bajen, los toros volverán a aparearse con sus hembras, berrearán los terneros, resurgirá la manada, y se poblarán de astas los pastizales. El beniano no se mueve de sus trechos.
Las mujeres del Beni, bellas morenas de largas cabelleras negras, amantes de sus hombres y su prole, dignas hijas de las matronas que llegaron hasta esas pampas a lomo de mula o a paso de buey, defendiéndose del ataque de los “bárbaros”, luchan por mejores días sin abandonar la casa. Pelean, sin tregua, contra la pobreza y las inclemencias, a la espera de mejores días que durante generaciones les anuncian que llegarán y no llegan nunca.
Ahora, con los nuevos tiempos, las voces de cambio se multiplican y desde la cordillera bajan a las pampas los hombres del MAS. Llegan sin saber muy bien dónde han ido, con la consigna de ganar al Beni para la causa del Pachacuti. Ofrecen todo, adulan a todos, hablan bonito, pero si no embaucan con embustes, agreden, como ya lo hicieron antes en Pando. Como quieren hacerlo en Santa Cruz.
Este domingo será un día clave porque en las elecciones que se llevarán a cabo, el Estado Plurinacional, ese estado enemigo de la república, que ofrece una intrincada entelequia cósmica ajena a los benianos, ha puesto su fuerza y su poder en capturar la Gobernación. Es una Gobernación que los del MAS necesitan para tomar posesión y mando en un extenso territorio que lo ambicionan y que resulta imprescindible para sus aspiraciones de perpetuidad política. Luchan y negocian el voto para que S.E. tenga en sus manos ocho gobernaciones en Bolivia y así su sombra se proyecte amenazante de cara al 2014.
Será difícil la elección de este domingo pero los benianos de bien darán dura batalla. La candidata oficialista – bella pero engañada por su inocencia – ha tenido todo el respaldo que persona alguna puede ambicionar. S.E. no ha hecho más que favorecerla descaradamente, viajando al Beni en las últimas semanas más que al Chapare en el último año. La repartija de dinero al pueblo pobre, convertido en obsequios de toda naturaleza, además de pedir abiertamente el voto para su postulante, ha causado estupor en las filas de la oposición. Los benianos han recibido obsequios, es cierto, y promesas que se cortarán de cuajo al día siguiente de las elecciones, sea cual sea el resultado. Han recibido una amenaza terrible también: si no gana la señorita Jordan, no habrá ninguna ayuda para el Beni. He ahí su amor por el país.
Hasta la Corte Departamental Electoral ha hecho la vista gorda ante el avasallamiento presidencial. Una voz de la Corte ha afirmado, de manera cómplice, que la candidata es “libre de asistir donde quiera”. Cuando más bien debió decir que S.E. no es libre de asistir a las concentraciones políticas favoreciendo a un determinado candidato. La prensa pro-masista ha querido comparar el apoyo de S.E. a la señorita Jordan, con el respaldo que Carmelo Lens recibió del Gobernador cruceño o el que recibió Nuni de Juan del Granado, si lo recibió. Es absurdo, producto de una visión totalmente parcial en favor del oficialismo. Finalmente, la Corte ha desestimado hasta la presencia de veedores internacionales, seguramente para que los chanchullos se hagan a puertas cerradas y la ropa sucia se lave en casa y no trasciendan al exterior. Es que mucha hedentina ha salido desde Bolivia al mundo en los últimos meses.
Si García Márquez hubiera estado en Trinidad o Riberalta en estos días, si visitaba los pueblos que están en las riberas de los ríos, hubiera escrito la mejor crónica sobre la forma de hacer política en la nueva Bolivia. Escribiría sobre el tesón y el amor a la tierra que existe en los viejos benianos curtidos por el sol y el sinuoso acercamiento solapado de los caporales azules, arteros e inescrupulosos, dignos de páginas mágicas que puedan interpretar y plasmar las insensateces que se ven en el Estado Plurinacional.