SOBRE EL RACISMO EN BOLIVIA
Desde el año 2006, cuando el MAS se encumbró en el poder, los temas de racismo han saltado a la palestra nacional. S.E. ha sido el campeón del racismo, llamando al pueblo a reivindicaciones étnicas y expresando, las veces que ha podido, cómo la oligarquía excluyente de años pasados mutilaba las manos a los indígenas que pretendían aprender a escribir o quemaba los ojos a quienes querían leer. Lo cierto es que ser racista en estos años es inconcebible. Criticar con la óptica de hoy el pensamiento de hace un siglo o más – transcurrido el holocausto judío y la segregación de los negros en EE.UU. y Sudáfrica – es no estar ubicado en la realidad. Pero es algo que está avanzando a grandes pasos en la Bolivia actual cuando lo prudente era que ese mal se fuera desvaneciendo, sin echar renovado fuego en la hoguera más peligrosa que puede existir.
En una nación como la nuestra, donde el racismo se está empeñando en dividir con ahínco a los bolivianos, donde hasta la actual Constitución Política del Estado se parcializa a favor de ciertas etnias “originarias”, resulta natural que don Gabriel René-Moreno no sea de lo más querido. Como no lo es Arguedas, por citar a otro intelectual de fuste quien lleva también el sambenito de racista. Ambos aparecen como odiadores de lo nativo. Y lo cierto es que Moreno y Arguedas, tuvieron una visión del país mirándolo sin alentar prácticas racistas, sino opinando sobre cómo era por entonces la composición étnica en Bolivia, como estaban conformados sus estamentos sociales, con sus virtudes y debilidades.
Si observamos el transitar de la historia boliviana en el último siglo, podremos ver que ni Moreno ni Arguedas estaban tan equivocados en lo que hace a las diferencias étnicas en la nación, aunque, tal vez, no preveían el choque cultural que, más allá de toda teoría, se está dando en estos tiempos. Entonces, habrá que convenir en que ciertas expresiones en la obra de René-Moreno sobre las diferentes razas en Bolivia, han sido malignamente utilizadas para restarle el honroso sitial que se merece en esta República que tanto amó.
Lo del Moreno “traidor” de 1879 fue incitado injustamente por personalidades que prejuzgaron sin fundamentos su conducta, hiriéndolo en lo más hondo de su sentimiento. Es posible que en las acusaciones hubiera maldad o simple ignorancia de lo acontecido. Pudo ser también una maligna inquina conspirativa, una venganza, por sus agudas críticas que herían a algunos doctores charquinos. Aquello provocó que el insigne historiador se presentara voluntariamente en Sucre, en 1880, para asumir su defensa levantando uno a uno los cargos en su contra. Logró dejar limpia su imagen sin dejar dudas.
En cuanto a su racismo no pasó del trato de “alto peruanos” que don Gabriel daba a sus coterráneos de las tierras altas, de su orgullo de ser cruceño hispánico, y de algunos conceptos de diferencias étnicas entre blancos, mestizos e indios, sobre comportamiento moral, que presuntamente puso en boca de Nicomedes Antelo, como muchos suponen, y que están recogidos en sus “Notas Biográficas y Bibliográficas”. Pocos años más tarde Arguedas hizo otro tanto con “Pueblo Enfermo”, un estudio veraz y sincero, aun cuando pesimista como fue el conjunto de su obra.
En cuanto a Moreno, queda a salvo su comportamiento intachable y su enorme talento. Aunque la acusación de traidor lo llevó de decir, con pesadumbre, que ya no tendría una “patria a quien servir”. Llamar de indios, cholos, cambas o “cunumis”, durante el siglo antepasado no era como hoy, cuando es necesario buscar forzados términos en la expresión diaria, como “campesinos” u “originarios” y otros distintos eufemismos para no ofender a quienes, por el contrario, dicen ser orgullosos de su origen.
Los políticos y escritores reivindicadores del indigenismo del siglo pasado y quienes por estos años levantan banderas de revancha étnica, si no atacan a Moreno, lo ignoran. Sucede lo mismo con Arguedas. Sería mucho pedir que quienes conducen la Bolivia actual conocieran sobre sus escritos. Mas, los estudiosos, los verdaderos críticos e historiadores, la gente seria que busca la verdad sobre una nación en declive, coinciden en que René-Moreno fue, seguramente, el más acucioso de los investigadores bolivianos, el más brillante de sus prosistas, el más profundo, implacable, y docto intérprete de la historia boliviana de la República y anterior a ella.
Moreno vivió con intensidad las primeras décadas de la Bolivia republicana, aunque residiera en Chile, y desde entonces empezó a observar que su nación no se consolidaba como hubiera deseado. Advirtió que, desde el comienzo de su existencia independiente, se imponía el desorden generalizado y los apetitos incontrolables de poder que la hacían ingobernable. Anotó en cada una de sus páginas su temor porque el destino de Bolivia se encontrara enturbiado desde su origen social e histórico. Observó que el caudillismo era dañino y que Bolivia estaba transitando por una senda plagada de peligros. No se equivocó. Es suficiente con ver lo que nos sucede ahora.
Pudiendo reflexionar lo que paso en el pasado, sean estos los datos verídicos o no. Esta lejos de la realidad actual. En Bolivia hubo racismo y existe racismo en mayor proporcion en el oriente. Sien embargo llama la atención que se mencione las fechas del 2006. Lo que pasa es que después de esa fecha se lucho y se dio a la luz los que siempre existió en este país y aun sigue existiendo y no solo en personas con falta de valores incluso en personajes celebres auto nombrados Intelectuales. la verdadera moral y discusión en este momento es como erradicar este mal, y no quedarnos solamente en contemplaciones.
Estoy mas del lado de Antonio que del escritor de esta nota. El racismo siempre existio en todas partes y Bolivia nunca fue una excepcion. Que un «inidio» haya llegado a la presidencia obviamente que significa un triunfo para muchos tanto en lo racial como en lo internacional, asi como en USA donde un mulato (despreciado por los blancos y negros en principio) llego a la presidencia y la actual Miss USA es de padre y madres indios levantan polemica, lo mismo ocurre en Bolivia. Todo cambio levanta polvo, pero lo cierto es que mientras haya una minoria oprimida, avasallada, discriminada, etc siempre tendremos este tipo de reacciones. Yo creo que como pais ganamos mucho, obviamente habran sectores privilegiados en el pasado que no estaran muy de acuerdo.