Por lo que se lee y escucha en los medios de información hasta la saturación tóxica –como con el satélite Tupac Katari- poco se habla de los orígenes del rally Dakar. En realidad, el Paris-Dakar es una de las rutas coloniales y neocoloniales más crueles de los siglos XIX y XX, aunque la primera versión de la competencia, tuvo lugar solo en 1979.
Desde entonces hasta 1994 y luego 2008, cuando tuvieron que trasladarse a otros lares por la oposición de los pueblos saharianos y subsaharianos ¿qué ha dejado en todas las regiones de África por donde pasó el circuito? ¿Cuál el beneficio para esas poblaciones pobrísimas de las millonarias campañas publicitarias, generoso y oneroso concurso financiero de políticos interesados, patrocinadores y otros afines, amén del despliegue de modernas tecnologías ? Poco o nada.
Si bien es un deporte que merece respeto para quienes lo practican y admiran por su grado de complejidad en el terreno ¿cuál la importancia real de que pase por Bolivia los días 12 –hoy- y 13 de enero? ¿Por qué el régimen de Evo Morales lo atesora como uno de los más grandes logros de su Estado Plurinacional? Por ausencia de visión estratégica del desarrollo, a falta de otros logros que tienen que ver con desarrollo humano sostenible e integral en educación, salud, investigación, tecnología y protección del medio ambiente para los 10 municipios por donde pasaran las motos y los cuadratracks.
El recorrido incluye el salar de Uyuni. ¿Conoce alguien el informe sobre el impacto ambiental sobre el salar, si es que se hubiera hecho? El periódico ind
l ralluy como Uyuniitalitas i, echos.gunosañosidconista ígena Pukara (Enero 2014 Año 8 Número 89. Internet) cataloga el rally como “Invasión motorizada y neocolonialismo deportivo. Ahora los recursos propagandísticos del gobierno se vinculan a los campeonatos de fútbol, los concursos de belleza y las carreras de motorizados”. Razones no le faltan, pues a título de incrementar el turismo, este se podría catalogar como un turismo extractivista que ofrece y saca las riqueza de la tierra y deja migajas.
¿Es realmente un lujo, como dicen algunos medios ? Sí, un lujo consumista y capitalista a rabiar para el jefe del régimen que vocifera hasta el hartazgo su anticapitalismo y anticolonialismo, a pesar de su millonario avión privado y otras ‘linduras’ capitalistas con las que hace turismo político proselitista dentro y fuera del país. Su pasión ambientalista y el cuidado de la Pachamama fue una más de sus imposturas.
¿Habrá que recordar a Shakespeare, que le hizo decir al “Rey Lear”, en la obra homónima Acto IV, escena I, “Qué época tan terrible esta, en que unos idiotas conducen a unos ciegos”?