Silencio en el Gobierno ante rigurosa reflexión de la Iglesia sobre corrupción en el poder
LA VOZ DE LA VERDAD | “Es una pena que las esperanzas que tenía el pueblo boliviano en una forma diferente de gobernar con honestidad se vayan desmoronando poco a poco», dice la Conferencia Episcopal de Bolivia…
Monseñor Oscar Aparicio leyendo el pronunciamiento eclesiástico emitido el jueves en la reunión obispal de Cochabamba, junto al Nuncio Apostólico, monseñor Eugenio Escarpellini. | Foto Jornada | ©APG
© Redacción Sol de Pando
Salvo el insulto descalificador, superficial y displicente que ya es habitual en estos casos en voz de la ministra de Comunicación Amanda Dávila, afirmando esta vez que la Conferencia Episcopal Boliviana “no es un organismo colegiado de obispos, sino un partido político de la oposición” según citó Página Siete, las principales autoridades electivas del Gobierno como son el Presidente y Vicepresidente del Estado han mantenido en sus recientes apariciones públicas un sepulcral silencio ante la rigurosa reflexión efectuada en la víspera por monseñor Oscar Aparicio en el inicio de la 97 Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal de Bolivia (CEB).
Dicho encuentro obispal, en el cual también participa el Nuncio Apostólico Eugenio Escarpellini, se realiza en instalaciones de la casa Cardenal Clemente Maurer, en Cochabamba, sede habitual de dicha reunión anual.
Mediante el pronunciamiento leído por monseñor Aparicio, la Iglesia católica boliviana se declaró “perpleja” por los casos de corrupción y extorsión revelados recientemente en el país y lamentó que “es una verdadera pena que las esperanzas que tenía el pueblo boliviano en una forma diferente de gobernar con honestidad se vayan desmoronando poco a poco”.
“No podemos callar ante los casos de corrupción y extorsión que nos dejan perplejos y que se van destapando de forma progresiva”, proclamó el presidente de la Conferencia Episcopal de Bolivia (CEB), monseñor Aparicio.
Según destacó el periódico La Razón, el mensaje episcopal coincide con un caso de aparente tráfico de influencias que salpica al vicepresidente Alvaro García Linera. Según la denuncia de la oposición, una cuñada de García se adjudicó un servicio de catering en la línea estatal de aviación BoA, donde su concuñada tiene un cargo ejecutivo, recordó La Razón reproduciendo un despacho de la agencia AFP.
“Hemos de hacer todo lo que esté de nuestra parte para que brille la verdad, ya que como afirma el evangelista Juan: ‘la verdad les hará libres’”, sostuvo Aparicio según remarcó por su parte la agencia EFE.
Con el dedo en la llaga
La imagen del gobierno se vio afectada además por las denuncias de un fiscal que atendía un sonado caso de supuestos mercenarios muertos en 2009 que buscó refugio político en Brasil a principios de mes.
El fiscal Marcelo Soza dijo en una carta, cuya autenticidad se investiga, que recibió presiones de funcionarios de gobierno para perjudicar a los opositores, involucrándolos en el caso cuya investigación no avanza desde 2009.
También surgió un episodio con un jefe policial que detentaba el cargo de “zar anticorrupción” en la Policía Nacional, Fabricio Ormachea, condenado a la cárcel en Estados Unidos, quien dijo que extorsionaba a sus víctimas con respaldo de autoridades gubernamentales a las cuales no identificó.
“Como sociedad, medios de comunicación, autoridades, organismos de justicia y la misma Iglesia, no podemos quedar tranquilos ante una situación social de desconfianza y corrupción“, subrayó monseñor Aparicio.
Elecciones en medio de una galopante corrupción
Aparicio también dijo que hace votos para que este año en el que habrá elecciones generales “no sean los intereses partidarios, electorales e individualistas, los que marquen las decisiones de la contienda, sino el interés de todos los pobladores“.
“Haremos un acto de confianza en que es posible que tengamos un año electoral en el que se busque el desarrollo verdadero y la justicia para nuestro pueblo. Un año en que seamos capaces de convivir respetando los derechos de los diferentes, aunque sean de la oposición“, señaló el presidente de la CEB.
Bolivia es un Estado laico desde la promulgación de la nueva Constitución, en 2009, aunque el presidente Evo Morales, que tiene relaciones tensas con los obispos, reconoció su admiración por el papa Francisco, a quien visitó en septiembre en El Vaticano y lo invitó a viajar a Bolivia.