ArtículosIniciosemana del 26 de ENERO al 1 de FEBREROSusana Seleme Antelo

Ni austeridad ni decoro

En cambio, el culto a la persona del jefe del régimen Evo Morales, en su tercera entronización, inconstitucional por lo tanto ilegal, sobrepasó las anteriores. La austeridad que había anunciado el oficialismo, brilló por su ausencia el pasado 21 de enero. Tanto como el pudor y la decencia políticas, que nunca hubo en estos 9 años de imposturas y artificios, camuflados por la bonanza de precios de las materias primas que exporta Bolivia sin valor agregado, hoy como ayer: la misma economía primario exportadora.

En el templo subterráneo de Kalasasaya, en  Tiwanaku, Morales recibió los símbolos de su tercer mandato. Una vez más,  la austeridad y el decoro se extraviaron en el laberinto de una ostentación imperial sin lustres reales. Y, vanidad de vanidades, la autocracia proyecta el liderazgo «planetario» del jefe del régimen, coronado como nuevo Inca, que  solo rescata la cultura aymara aunque hace cantar el himno nacional también en quechua. Pero 34 de las otras 36 nacionalidades de la manida trilogía originario-indígena-campesinas siguen invisibles. Sí hubo población indígena andina aquel día, mucha con ropa nueva y coreografía para la ocasión.

El jefe del régimen vistió atuendo elaborado por artistas, artesanos, sastres y expertos orfebres. Lució un chu´lu, gorra con “una pieza de oro, en el que destaca el rostro del personaje central de la Puerta del Sol” en el centro; un unku,  prenda para cubrir el cuerpo, hecha de lana de vicuña  -camélido  en riesgo de extinción- con un pectoral de oro, y el wiskhu usuta, sandalias hechas de cuero de llama, señala un documento de los responsables del vestuario. También hubo dos cetros, el principal hecho con oro del norte de La Paz. El coste oscila entre 30 mil bolivianos, según informó  el oficialismo,  y más de 27 mil dólares, según el equipo que elaboró el vestuario y los símbolos.

¿Y cuánto costó la puesta en escena? Helicópteros llevando y trayendo invitados, policías, seguridad, espías, funcionarios y  otros especímenes propios del populismo pluri-mal-gusto, amén del acarreo popular, comidas y bebidas. Con el precio del petróleo rondando  los 47 dólares por barril –el presupuesto general para 2015 fue calculado a $us 80- habrán pensado que mejor dar ahora pan y circo, antes de que el ‘blindaje’ del que alardean, haga aguas y los millones que salieron de la pobreza  extrema vuelvan a ella.  Salvo que  la economía  ilegal, mucho más sólida que las reservas,  les siga dando oxígeno para reproducirse en el poder sin ética, ni estética, ni épica.

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