Fitch baja la calificación soberana de Bolivia
El día de hoy Fitch Ratings redujo la calificación soberana de Bolivia de BB a BB- con perspectiva estable argumentando que la política económica del país prioriza sostener el crecimiento a costa de una profundización del déficit fiscal y externo, utilizando los depósitos del sector público, las reservas acumuladas y con perspectivas de mayor endeudamiento, manteniendo un tipo de cambio anclado que induce a un deterioro mayor en competitividad y no permite un ajuste.
13 de julio de 2016
Fitch baja la calificación soberana de Bolivia | CAF
El informe resalta lo siguiente:
La debilidad en las perspectivas de los precios futuros del gas y la respuesta de política del gobierno han resultado en elevados «déficits gemelos.» Si bien los amortiguadores fiscales y externos montados en los últimos años han ofrecido espacio para acomodar el choque externo, la agencia advierte su rápido deterioro, más aun frente a un ambicioso plan orientado a sostener el crecimiento con proyecciones de mayores déficits fiscal y externo.
El choque a las finanzas públicas resultante de precios del gas menores a los proyectados por el gobierno, aumentó el déficit del sector público no financiero a 6,9% del PIB en 2015 de 3,4% un año antes.
El sostenido financiamiento de los déficits con depósitos del sector público y mayor endeudamiento podrían elevar la deuda pública de 35% del PIB en 2015 a 46% en 2018, incluyendo en el cálculo las garantías del gobierno central a los préstamos a las empresas públicas (4,7% del PIB en 2015).
Se revirtieron 12 años de superávit en cuenta corriente a un déficit de 6,6% del PIB en 2015. Fitch proyecta que la cuenta corriente se deteriorará hasta un déficit promedio de 7,5% entre 2016 y 2018, reflejando en parte un aumento de las importaciones de bienes de capital para los proyectos de inversión del sector público. Observa también la caída en la inversión extranjera directa a niveles relativamente bajos en 2015 conforme se reducen las utilidades de las compañías petroleras trabajando en Bolivia y, por ende, se reducen sus reinversiones en el país.
Las autoridades mantienen su compromiso con un tipo de cambio fijo. La agencia observa que el tipo de cambio fijo ha sufrido una apreciación sustancial en términos reales y resta competitividad a la economía, no permitiendo un ajuste externo.
La acelerada reducción de reservas. Si bien el nivel de reservas permanece elevado en 33% del PIB (USD 11.6 MM) a fin de junio esta gestión, la merma es acelerada frente a menores entradas de divisas y una política fiscal expansiva. Las reservas disminuyeron en más de 2 mil millones de dólares en 2015 y en 1.5 mil millones en la primera mitad de 2016. Fitch prevé un deterioro de la posición de acreedor externo neto de Bolivia.
El modelo de crecimiento impulsado por el sector público mantuvo una tasa de crecimiento del PIB de 4,9% en 2015, pero no ha logrado incentivar la inversión privada que se redujo en términos nominales en 2015.
La calificadora menciona que es muy probable la realización de un segundo referéndum para permitir la re-elección del Presidente Morales por un cuarto mandato y que ello aumentaría los incentivos políticos para utilizar mayores recursos en soporte del crecimiento. Observa que la estabilidad macroeconómica se ha preservado en el contexto de un estímulo de política económica, que la inflación ha permanecido entre 3% y 5% desde inicios de 2015 y que el crecimiento del crédito ha sido elevado gracias a una política monetaria expansiva y las regulaciones de cartera mínima para algunos sectores. Sin embargo, alerta que existe un potencial de stress financiero frente al rápido aumento del crédito y la apreciación del tipo de cambio real, a pesar que los indicadores de solvencia, calidad de activos y rentabilidad de los bancos permanecen saludables.
En mayo, Standard & Poor´s mantuvo su calificación soberana para Bolivia en BB y la perspectiva estable informando que su decisión reflejaba el sólido balance externo del país, el bajo nivel de deuda y el perfil de deuda favorable, aunque notaba también el debilitamiento del perfil fiscal y la dependencia fiscal y de las exportaciones de las materias primas. En junio, Moody´s redujo la perspectiva de estable a negativa para la deuda soberana por las presiones persistentes sobre la balanza de pago y la fiscal, manteniendo su calificación en Ba3. Pocos días después ajustó la perspectiva de las calificaciones de 12 bancos bolivianos y 2 compañías de leasing también de estable a negativa.