LA RODILLA DE S. E.
No es posible que S.E. continúe teniendo en vilo al país con eso de que ya no va a ser candidato porque respetará decentemente el resultado del referéndum del 21 de febrero pasado, y que, el día siguiente, diga que ha escuchado por ahí a algunos de los «compañeros» diciendo que se debe ir a una segunda consulta popular porque la anterior estuvo viciada por el affaire Zapata, ciudadana a quien se le han perdonado desnudos mayores a los de CORIMEXO.
Todas estas cosas son supercherías, fraude, porque, además de lo que piensen los compañeros o hermanos de S.E., a los bolivianos lo que nos importa es que se respete la ley y que, por tanto, no venga S.E. con esas cosas de que su rodilla pertenece al pueblo, que su vida es del pueblo, y que, por tanto, él es la joyita de la nación boliviana sin otra chance posible. ¿Que tiene su rodilla de particular? ¿Es como la sábana de Jesús?
La rodilla de S.E. se golpeó sin siquiera fracturarse porque a él le gusta jugar al fútbol y eso no es un argumento político. A la rodilla de S.E. hay que aplicarle calor, emplastos, calmantes, o lo que sea, pero no se puede convertir en un pretexto para que los «movimientos sociales» giman de dolor y pidan que se convierta en una rodilla nacionalizada, estatizada, y por tanto icono de los bolivianos o símbolo nacional como es la bandera o el escudo.
S.E. debería comprender que su situación política es mala, precaria, de bajada, que está abiertamente maquillada por sus super genios financieros que le mienten. ¿A quién no le gusta oír que la economía hogareña camina a la perfección? ¿Que somos un modelo económico en Latinoamérica? ¿Cómo no seguir gastando plata si, pese a la caída de los precios del gas, hay un buen colchón en las reservas internacionales?
S.E. puede gastar todo lo que quiera durante los próximos tres años porque van a existir recursos de épocas doradas todavía . S.E. puede seguir ofreciendo miles de millones de dólares a lo largo y ancho del país porque podrá cumplir con una parte de sus promesas. Finalmente, si cayeron los ingresos del gas, ahí están las reservas del Banco Central y también los créditos internacionales. Por último, que sea el gobierno venidero el que se las arregle.
Es de esperar que S.E., aunque su rodilla adolorida sea del pueblo o de él, no puede ponerla como pretexto para pegar un rodillazo anticonstitucional. De lo que se trata en nuestra democracia es que no sigamos los pasos de Nicolás Maduro, y que no se burle a la nación con incertidumbre. Porque no deja de ser anticipadamente fraudulento decir que sí se va a respetar el veredicto popular del 21 de febrero o puede que no.
Muchos bolivianos le van a agradecer a S.E. ese desprendimiento que tiene de sacrificarse una vez más por el país, aceptando una pesada reelección, es cierto. Pero muchos otros estamos esperando que de una vez se decida si se va a ir de cocinero o bolichero al Chapare o si quiere seguir de inquilino ausente en el Palacio Quemado, al que le tiene una manifiesta aversión.
Si va a elegir por quedarse a candidatear en las elecciones del 2019 burlando la votación popular, ni modo, hay que aceptarlo. Será denigrante para él y una agresión al sistema de derecho, pero, bueno, es la dictadura y punto. Entonces, si S.E. es claro, si no está con circunloquios como hasta ahora, los opositores tendrán que cargar sus matracas para volverlo a enfrentar en las urnas nuevamente.
Al final, si S.E. es candidato habrá que ganarle, lo que no sería nada raro si la oposición sabe manejarse. Igual habrá que vencer al candidato que ponga el MAS, que no será tampoco pan comido. Lo importante es que S.E. deje de decir que su rodilla es la causa de que nuevamente deba ir como candidato. Eso está bien para que le crean sus bases.