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Errores del comunitarismo
¿Cuáles son los errores del comunitarismo? ¿En qué se equivoca? ¿Cuáles son sus dogmas? Sépalo aquí.
A continuación, reproducimos apuntes de una clase brindada por el Consejo de Estudios Hispánicos Felipe II el 28 de mayo de 2020. El disertante fue el padre Juan Retamar, y en esta charla explica con lujo de detalle cuáles son los ideales del comunitarismo.
- Si pudiésemos entender la conjunción copulativa ‘como una suma’, podemos decir que la mezcla de una cierta idea de la política católica con el romanticismo nos da como resultado lo llamado ‘comunitarismo’, y quizá sea una de las concreciones más evidentes de este modo romántico de ver la comunidad política y la vida; aunque no ha sido el único.
- También en el catolicismo de izquierda o los nacionalismos, tienen y hunden sus raíces en esa visión romántica.
- El tema del comunitarismo es inabarcable en una sola conferencia.
- Artículos recomendados:
- De la comunidad al comunitarismo (2008), artículo publicado en la revista Verbo. Autor: Danilo Castellano
- El comunitarismo frente a la comunidad (2014) también en la revista Verbo. Autor: Miguel Ayuso.
- marzo-abril 2019 de la revista Verbo, dedicado a la opción benedictina y sus equívocos. Con artículos de Carmelo López Arias, Juan Fernando Segovia, Danilo Castellano, etc.
- El comunitarismo pertenece a una cultura filosófica y política propia de los Estados Unidos de América, allí se difundió pronto por la literatura en otras lenguas.
- En los años 80 del siglo pasado, ya bien pronto en la edición española hubo versiones de autores importantes del comunitarismo, como Alasdair Macintyre y Charles Taylor,
- Entre la diversidad de formas en las que se ha concretado el comunitarismo, quizá la opción benedictina se ha convertido en la más mediática del ámbito conservador; no la única.
- También hubo artículos sobre la opción Escrivá, la opción ignaciana y algunas otras más.
- Su éxito se explica por la publicidad de blogs anglófilos escritos más que todo desde Argentina, y también porque viene precedido de la publicación de una novela romántica titulada El despertar de la señorita Prim, autora: Natalia Sanmartín, y también de la publicación en español (1º en Arg. y luego en Esp.) de los libros de John Senior en el que aborda este tema.
- La discusión en foros de Internet también potenció esto.
- En España, un libro fue presentado en presencia de algunos obispos y cardenales en una universidad que gestiona una asociación y que preside cierto hombre. La repercusión de este libro fue enorme, hasta el punto que el New York Times dijo que era uno de los libros más discutidos e importantes de la década.
PROBLEMAS CON LA OPCIÓN BENEDICTINA DEL COMUNITARISMO
- El subtítulo del autor (Rod Dreher, La opción benedictina: una estrategia para los cristianos en una sociedad postcristiana) y la necesidad u obligación de elegir un camino.
- El autor asegura que es la estrategia del cristiano para el tiempo actual; para el autor, es la única posible en este tiempo histórico.
- Su altura intelectual es incapaz de confrontarse con otras opciones, estrategias o tradiciones (como la hispánica).
- Desde el principio, el libro se plantea como única estrategia posible y en un determinismo histórico, como una obligación de los cristianos frente al laicismo que domina nuestro tiempo.
- Una retirada hasta que venga una nueva etapa de la historia.
- En general, el comunitarismo -muy bien planteado por el prof. Segovia-, se nos presenta como una verdadera comunidad de católicos en respuesta a los desafíos del mundo moderno: amurallarnos, encerrarnos y no dejar arrasarnos por él, salvar a los buenos y a los elegidos.
- Lejos de producir una verdadera comunidad cristiana, lo que genera es el efecto contrario, porque destruye la comunidad por el aislamiento egoísta.
- Obtiene no una asociación armónica en comunidad, sino una disociedad, una sociedad frente a la sociedad, una que nunca será asumida por el resto de la sociedad.
- Frente a la atomización del individuo (propia del liberalismo y de la modernidad), el comunitarismo presenta otra atomización: la de la comunidad.
- Comunidades aisladas en el sentido político del término, que sean fermento de una nueva sociedad, al modo de los monasterios.
- Aparece en el comunitarismo un abandono explícito del mundo y de la polis, de la constitutiva dimensión política del hombre.
- Las prácticas sociales basadas en el comunitarismo solo se pueden realizar a nivel muy pequeño y local, por eso se percibe en muchos de los autores comunitaristas un rasgo común: el localismo comunitarista, el aislamiento, atomización de la comunidad.
- Esto lo podemos caracterizar como una versión contemporánea del romanticismo político que glorifica de manera exorbitada la escala pequeña y local como tal.
- Enaltece lo pequeño por ser pequeño, repite sin descanso como un leitmotiv “todo lo pequeño es hermoso”, como si la cristiandad expandida por todo el mundo no fuera bella.
- Es un abandono de lo público como espacio de existencia y como búsqueda del bien común; una especie de retirada a aldeas galas.
- El comunitarismo de esta línea (Macintyre, Senior, Dreher), tiene una visión romántica de la vida religiosa y de la iglesia.
- Nos repite el hecho de que la cristiandad la formaron los monjes.
- Esto no es verdad, y si lo es, no es toda la verdad.
- La historia de la vida religiosa es muy complicada.
- Hay que valorar en su justa medida los aportes del monacato a la cristiandad.
- Por ejemplo, la obra de Leclerq es una obra interesante, pero no por ello hay que dejar de señalar hechos fundamentales para entender la civilización y la cultura cristiana.
- La labor evangelizadora de los monjes fue en su mayoría no por una especie de ósmosis (que todos los que se acercaban al monasterio iban compartiendo una manera de ver el mundo), sino por una misión encomendada por los papas.
- Ahí tenemos a los grandes evangelizadores del norte de Europa, etc.
- Los papas mandan más a evangelizar y no tanto a vivir la vida monástica.
- Las universidades nacen en torno a las catedrales y patrocinadas por el clero secular, no por los monjes.
- Los monjes no daban clases en las universidades, sino los religiosos de las órdenes mendicantes, a quienes hay que agradecerles en gran parte la evangelización de la polis.
- También hay que tomar en cuenta la conquista española, la evangelización en Asia, la lucha contra la herejía luterana… hecha por los conventuales, clérigos regulares y los religiosos de la compañía de Jesús.
- El poder temporal también alentó, ayudó y facilitó este movimiento de expansión cultural y de la fe.
- Sin la monarquía tradicional, habría sido imposible esta empresa que recibió el nombre de la cristiandad, y sería imposible instaurarla y restaurarla sin la armonía del poder temporal.
- Cuando uno lee las obras en torno al comunitarismo, esta historia, sus nombres y sus hazañas, están puestas entre paréntesis, como si no existieran ni hubieran tenido un papel trascendental.
- Para entender la obra de San Benito hay que recurrir al arqueologismo,
- En la encíclica Mediator Dei, el papa explica el origen de estas arbitrariedades y por qué son siempre selectivas: son así porque los que las proponen, que son modernos, modernistas, etc., es decir, escogen solo los elementos del pasado que les convienen para calcarlos en su programa.
- La fuga polis como un camino para la nueva vida en sociedad.
- Ese camino es volver a los orígenes, en que los monjes se iban al desierto para buscar la perfección en la fe, lejos del asentamiento humano que no era cristiano.
- El desierto se convirtió en el lugar de la eskhatía, el espacio más allá de la vida urbana.
- En Egipto, esto fue el desierto, pero en otros lugares eran las zonas montañosas, lejos de la civilización.
- Podemos percibir un fenómeno interesante en la historia de la vida religiosa: esta historia sugiere no una vuelta cada vez más radical a los orígenes, como podía esperarse, sino un movimiento contrario.
- La historia de la vida religiosa y de las órdenes religiosas ha llevado un movimiento de la periferia hasta el centro, un movimiento que transcurre desde el desierto a la ciudad.
- Este es un buen elemento a tomar en cuenta para tener una buena visión sobre estos planteamientos monastizantes.
- Un primer salto de la eskhatía a las polis podríamos identificarlo con los mendicantes de la cristiandad medieval, especialmente franciscanos y dominicos: fundaron monasterios que no estaban situados lejos del espacio urbano, sino en el mismo lugar donde se desarrolla la vida pública y política.
- Este fenómeno, cuando es estudiado con detenimiento, es fundamental para entender la evangelización de cultura y la aportación del pensamiento político o civil de la vida cristiana.
- Algunos de estos elementos se pueden encontrar desarrollados en el padre Jean-Pierre Torrell, profesor de Fribourg en Suiza, en la primera parte de su Introducción a Santo Tomás.
- Luego de esto, entre los clérigos regulares ya no habrá siquiera distinción del hábito: los regulares adoptan el hábito del clérigo local.
- La vida comunitaria deja de ser el único espacio para la vida del religioso.
- Por ejemplo, la compañía de Jesús ya no tendrá la obligación del coro: los clérigos podrán hacer las oraciones en privado.
- La opción benedictina no es muy buena, porque la regla de que «lo más viejo es lo mejor» es utilizada por el autor a su interés.
- En Macintyre y en Dreher parece que hay un intento de abandonar la militancia del cristianismo en la tierra.
- Este abandono del combate cristiano en el mundo, no es una fuga solamente física (me voy de la ciudad a una granja al monasterio), sino también espiritual, porque es una decisión que concierne a toda la persona y a su modo de asociarse con los demás y a la iglesia entera.
- Tomar la opción benedictina es refugiarse en la intimidad de sus muros conservar la doctrina y la fe.
- La artificialidad de la patria.
- La salida de la ciudad para fundar nuevas comunidades no deja de ser algo artificial.
- Es verdad que en la obra de Santo Tomás Del régimen político, en una parte no escrita por él sino por Bartolomeo de Lucca, aparece dicha posibilidad.
- Algunos, alguna vez, han citado a Sto. Tomás para eso.
- El padre Victorino Rodríguez, que hizo una edición española solo en la parte de lo escrito por Santo Tomás, dice que Bartolomeo de Lucca traicionó muchas veces lo dicho por Santo Tomás.
- Este abandono de la ciudad no deja de ser romántico, lejos de la tradición y esa virtud que Occidente y Santo Tomás llamó la pietas (piedad): a la patria debemos honor, reverencia, ayuda, defensa, porque es principio de nuestro ser, existencia y educación, y que proporciona a los padres multitud de elementos necesarios para el desarrollo de nuestro ser.
- Muchas de estas opciones exaltan el elemento nuclear de la familia: si bien esta tiene un papel importante, todos sabemos que la familia es una sociedad imperfecta, porque en su seno no tiene todos los medios necesarios para desarrollar los fines que le son encomendados, por eso necesita ayuda del Estado y de la Iglesia.
- Cuando se da la fuga-polis, se está sobrecargando sobre las familias un peso con el que Dios no les ha cargado y les obliga a llevar fardos pesados que deberían haber ayudado a llevar los mismos eclesiásticos.
- Entonces, abandonar la patria, en especial en tiempos de colisión y dificultades, es traición.
- La opción benedictina es una traición, y ya sabemos dónde pone Dante a todos los traidores.
- La patria no es un ente abstracto, no es un concepto moderno de nación ni una ideología, es lo que Francisco Elías de Tejada definió como la tradición que atraviesa las generaciones, porque comprende más allá de los linderos cronológicos de nuestra existencia, porque abarca a los que nos precedieron y a los que nos seguirán, los elementos que constituyen la patria.
- Esta concepción clásica de la patria para autores comunitaristas resulta muy extraña.
- Es uno de los extremos que hacen de la virtud de la piedad un defecto.
- La piedad tiene 2 extremos: el justo medio es la virtud. Un extremo es el nacionalismo y el otro es el universalismo, esa encarnación de la frase latina «o vi bene o la patria» (allí donde encuentro mi bien, encuentro mi patria).
- Esta especie de internacionalismo cristiano, desarraigo, solo puede engendrar confusión y a la larga un alejamiento progresivo de la tradición.
- Esa tradición que da estabilidad a nuestras existencias, crea arraigo que engendra nobles sentimientos, estas cristalizan en saludables instituciones que a su vez conservan y afianzan las buenas costumbres.
- La sociedad deja de ser un modo de agrupación natural para convertirse en una tarea artificial que ya no es el aglutinante de las personas, sino la voluntad humana, o el contrato entre algunas personas o familias.
- Cuestión teológica: cuando uno lee estos libros, no parece existir el pecado original.
- Los libros de Natalia Sanmartín demuestran que ella no ha estado nunca dentro de un aula; en su mundo, todos se portan bien.
- Lo que pasa en ese mundo es que ni existe ni existió nunca el pecado original, porque en las descripciones de este comunitarismo, parece que la gracia no haya elevado nunca la naturaleza del hombre, sino que este espíritu puro ya vive de un modo sobrenatural.
- ¿Qué visión de la política aparece en el comunitarismo?
- 1º: Estos autores, quizá por su matriz del mundo anglosajón, aceptan explícitamente la libertad religiosa tal y como aparece en la primera enmienda de EEUU.
- El liberalismo estadounidense es hijo del luteranismo, que instala la neutralidad jurídica del ordenamiento del Estado.
- No es nada difícil pasar de tal neutralidad al indiferentismo, y de este al relativismo.
- 2º: la política es descrita por estos autores como un proceso a través del que un grupo de personas concuerdan y aceptan modalidades con las que vivir juntos.
- Así, la comunidad política ya no es un elemento natural, sino resultado del pacto, de un deseo, de una voluntad de darnos normas, de un ideal con el que vivir juntos, de una idea romántica de lo que es la vida en sociedad puesta por obra.
- 3º: Un desplazamiento de la política desde el ámbito de lo público a lo privado.
- En el ámbito de lo público, para estos autores es totalmente imposible darnos un ordenamiento inspirado en la justicia y la verdad.
- En respuesta, se da un desplazamiento hasta el ámbito privado; o al menos una organización privada en el seno de un ámbito público que no la va a reconocer.
- A esto podríamos llamarlo como una política anti política.
- Paradoja: al menos en Dreher y Macintyre, se conservan elementos de la modernidad, que manifiestan la función de los elementos románticos y modernos, y una visión sustancialmente negativa de lo que clásicamente se ha entendido como política.
- Se niega que la comunidad esté ordenada a un fin sobrenatural.
- Sabemos que lo propio de toda comunidad es que está ordenada a un fin, y este fin es la vida virtuosa (natural) y la beatitud (lo sobrenatural)
- Lo segundo es negado de entrada por la vida del propio Dreher.
- Dreher formó parte de una secta protestante, luego fue católico, y escandalizado por la pedofilia en la Iglesia, pasó a la herejía oriental.
- Él sería capaz de encontrar la fe verdadera, si se lo propone, en el palmar de Troya: todo con tal de alcanzar un acomodo sentimentaloide a su fe.
- Por tanto, para el comunitarismo ya está negado que existe una verdad en la fe católica, que esta sea querida por Dios para la salvación de los hombres, y que cada persona en la libertad religiosa, a modo de supermercado, pueda recoger lo que más le interesa.
- Sobre la vida natural, o eligen ustedes entre su fin o el fin: “Puesto que la situación actual es terrible, hagamos una comunidad a nuestra imagen y semejanza”. Eso es seguir mi fin por delante del fin.
- En segundo lugar, para alcanzar el fin de la comunidad política, es necesario un combate: hay un ideal que alcanzar, un enemigo del que defenderse, y este combate está ausente de la obra de Dreher.
- Él no nombra en ningún momento el término ‘militatorus’, que aparece en el 1º nro. de la regla benedictina.
- Su propuesta es una sociedad eunuca, carente de cojones, en el que esa sociedad no tiene lucha política que hacer.
- El comunitarismo abandona de la creación al resto del mundo; los abandona a su suerte, los pone del lado del enemigo.
- Esta es una posición cobarde, más aún cuando es para defender el bien particular de unos pocos.
- El comunitarismo es un intento de revestir de romanticismo los principios de la política cristiana, de manera que sus principios intentan pasarlos por buenos con un disfraz que pervierte la esencia; teñidos de un color que ya no los hace católicos, sino modernos y liberales.
- 1º: Estos autores, quizá por su matriz del mundo anglosajón, aceptan explícitamente la libertad religiosa tal y como aparece en la primera enmienda de EEUU.
PREGUNTAS
- ¿Dreher es conservador? Conserva la modernidad y el liberalismo, pero nada más.
- En nuestra realidad actual, ¿cuál estrategia en pro de la ciudad católica sería la conveniente, la de resistencia o la de reconquista? La que emprenden tradición hispánica, el carlismo, la ciudad católica y la revista Verbo.
- Jesús advierte: «Cuando veáis estos signos, abandonadlo todo y huid al monte»; ¿es esta una justificación del comunitarismo? Algunos autores, cuando abordan esto, ponen el hecho de que el Señor habla del final de los tiempos y que no nos toca a nosotros decir cómo ni cuándo será ese final de los tiempos; hay tentación de algunos de vivir como si fuera el final de los tiempos.
- Con los primeros cristianos pasaba eso, hasta que Pablo les dijo que se pongan a trabajar.
- Es bueno acudir a interpretaciones escatológicas de la escritura, pero no tomarlas muy al pie de la letra.
- Por ejemplo, los requetés carlistas se fueron al monte, pero con la escopeta. ¿Vivieron tiempos más difíciles que nosotros? No se sabe, pero no tomaron la opción comunitarista de aislarse para sí mismos.
- ¿El gnosticismo está muy presente en Dreher? Sí, en el romanticismo y en el comunitarismo hay 2 elementos del gnosticismo:
- Los elegidos han recibido una iluminación y tienen que vivir con ello.
- El abandono de todo lo carnal (la política es un elemento carnal) para alcanzar la perfección del espíritu.
- Es una tentación contra la que desde el siglo II viene luchando San Ireneo.