
El territorio que heredamos de la Real Audiencia de Charcas presentaba tres escenarios geográficos bien definidos: la costa, la zona andina y el Oriente.
Tuvimos una costa de 400 Kilómetros de largo, pero había muy pocos bolivianos habitando en ella al extremo que no pudimos construir una Marina de Guerra para defenderla. ¿Culpa de quién? De nadie.
A la creación de la República la zona andina ya contaba con ciudades importantes como Charcas, La Paz, Potosí y Cochabamba. La Paz fue tomada por el ejército peruano al mando del generalísimo Agustín Gamarra que fue derrotado en la batalla de Ingavi el 18 de noviembre de 1841 donde falleció. En respuesta el ejército boliviano invadió temporalmente el Sur del Perú. Esta región era organizada y tenía cómo defenderse, este ejemplo lo prueba abundantemente.
En el Oriente, a la creación de Bolivia, la ciudad de Santa Cruz existía precariamente como se puede ver en las pinturas de esas épocas, tenía 10 mil habitantes, (según la información disponible) pero ya se hacía notar, Beni y Pando eran el Territorio de Colonias. La información encontrada dice que el primer departamento que se creó en Bolivia fue Santa Cruz el 23 de enero de 1826. Sin embargo, de que la ciudad “era lejos de todas partes” tenía una élite culta que se había formado en universidades argentinas. “El Memorándum de Santa Cruz de 1904” es prueba de ello, porque la Santa Cruz que se proyecta en ese documento es la de hoy, aunque redactado un poco poéticamente, las cosas están muy claras sobre la visión que se tenía del futuro de la región, pero lo importante para los efectos de esta nota es resaltar el rol de las migraciones cruceñas a los territorios que conforman los departamentos de Beni y Pando ahora. Relata la historia que había pobreza en Santa Cruz, las riquezas expectantes para la época estaban en el Norte, y muchos cruceños migraron a esa región (entre ellos mi abuelo) que para entonces contaba con una naturaleza que lucía intacta donde habitaban los animales más feroces y terribles como caimanes en los ríos y jaguares en la selva, así como enfermedades tropicales como la malaria o paludismo.
Don Nicolas Suarez Callaú, con sus hermanos, en poco tiempo lograron crear un “foco de poder”, en base a la explotación de la goma elástica que valía mucho, teniendo como base de operaciones la ciudad de Cachuela Esperanza construida al más puro estilo europeo a orillas del río Beni. En la zona, la Casa Suárez había logrado generar una importante logística, traducida en caminos y flotillas de lanchas con casco de acero para navegar los ríos, construidas en sus propios astilleros, así como centros productores de alimentos y una importante ganadería. En Cachuela Esperanza había un hospital atendido con los mejores medios de la época.
Esa pequeña pero importante ciudad que adornaba sus avenidas con gigantes árboles frutales, con mangos, con elegantes casas construidas de madera, se convirtió en el bastión decisivo para la defensa del Acre. Conservamos el departamento Pando gracias a la “Columna Porvenir” organizada y financiada por la “Casa Suárez” y otros recursos proporcionados por la familia Vaca Diez, cruceños también.
En el Norte la “Casa Suárez” había construido un polo de desarrollo que se convirtió en una exitosa cuña que frenó el avance extranjero en territorio nacional. Don Nicolás Suárez Callaú con otros patricios cruceños, llenaron el vacío de poder existente en el Norte, lo que no pudimos hacer en la costa que perdimos. Sólo por este hecho Bolivia le debe mucho a Santa Cruz.
En esta fecha en que está de aniversario quisiera reflexionar señalando que, en vez de agredirla, los bolivianos debemos bendecirla porque es lo mínimo que debemos hacer por ella, mostrarle nuestra gratitud por tanto que ha dado, porque ¡Amor con amor se paga!! ¡¡Viva Santa Cruz!!, ¡¡Viva Bolivia!!
Ismael Schabib Montero
VICEALMIRANTE DE LA REPÚBLICA DE BOLIVIA