A principios de los años 80, Bolivia estaba pasando por una situación económica muy difícil, crítica, incluso algunos temían por su existencia, se propició un cambio de gobierno y se dictaron medidas decisivas que en pocos días derrotaron en forma fulminante una inflación del 24.000%, se dictó el DS. 21060. El partido Nacionalizador y Revolucionario, el MNR, que gobernaba el país dio un giro sobre sus pasos y produjo una revolución del pensamiento. Bolivia demostró una vez más que tiene una vida deseosa de sí misma. Fue una victoria total. De ser un mal ejemplo para administrar la economía se volvió en una referencia exitosa en el mundo para derrotar el híper inflación.
Esta situación de crisis brutal había sido profundizada en el gobierno de la Unidad Democrática y Popular (UDP) conformada por una constelación de partidos de izquierda, empezando por el Partido Comunista y terminando en el MNRI que era liderado por Hernán Siles Suazo, un patriota que cuando comprendió que con medidas de corte comunista no solucionaría la crisis económica, resignó un año de su gobierno y convocó a elecciones anticipadas en 1985 que dio lugar a la solución de la crítica situación económica, cosa que los que nos gobiernan actualmente después de degradar nuestra sociedad, dilapidar la riqueza del gas, destruir la justicia, en vez de dar un paso al costado se encuentran en guerra entre ellos donde el país sigue pagando los platos rotos, Bolivia con el MAS peleando entre ellos, es el campo de batalla.
¿Quo Vadis, Bolivia? ¿A dónde vas, Bolivia? Al desastre político, económico y social, lo estamos observando, como vimos que se destruyó nuestra economía, y no hay señales de cambio positivas y los principales actores responsables de esta situación siguen gravitando son Evo Morales y el presidente Luís Arce, porque era quien manejaba la economía nacional en su calidad de ministro de Finanzas de Morales. Porque en realidad Evo se dedicó a disfrutar del poder, vivía jugando fútbol y practicando la pedofilia. Es el presidente Arce quién más influencia ha tenido en la economía; en ocasiones cuando era ministro de finanzas señalaba que nuestra economía estaba blindada.
Uno de los problemas, quizá el más importante es que no se vislumbran señales positivas para cambiar esta situación, están enfrascados en lo suyo que no son los intereses del país, sino los partidarios y personales. ¿quo vadis, Bolivia? Al desastre, así como van las cosas.
La sociedad boliviana, en el corto plazo, para las elecciones del 2025, se juega la suerte de componerse o ser peor que Venezuela.
Ismael Schabib Montero
VICEALMIRANTE DE LA REPÚBLICA DE BOLIVIA