Fuente: Fundación Speiro
Gonçalo Sampaio e Mello, Vultos&Perfis, Silveira, Book Builders, 2019, 776 págs.
El autor, profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad de Lisboa, es un distinguido historiador del derecho, autor de una monumental monografía sobre Guilherme Braga da Cruz, ilustre jurista coninbricense, amigo de nuestros llorados colaboradores Francisco Elías de Tejada y Álvaro d’Ors. Puede verse en el núm. 577-578 (2019) la reseña de la misma.
El presente volumen, titulado «Rostros y perfiles» reúne, según se nos informa en una oportuna nota previa, cinco estudios del autor sobre relevantes personalidades de la vida cultural (en particular jurídica y política) portuguesa, una de las cuales, la última, es nuevamente Braga da Cruz. Y las otras cuatro Luís de Almeida Braga, Alexandre de Albuquerque, João Ameal y Alfonso Botelho. Que van precedidos por un texto titulado «Introducción a la teoría de la nobleza». Por su parte, las cinco etopeyas de los autores mentados se presentan con títulos a veces sugestivos, otros más descriptivos: «Luís de Almeida Braga o el elogio de la derrota», «Alexandre de Albuquerque: notas al margen de la vida de un exiliado», «En el centenario de João Ameal», «Alfonso Botelho, legitimista» y «Guilherme Braga da Cruz. Perfil biográfico». De extensión desigual, destacan el segundo y el tercero, sobre Albuquerque y Ameal, verdaderas monografías. Almeida Braga, uno de los fundadores del integralismo lusitano, que influyó también en el integralismo brasileño, participó en las incursiones de 1911 y en la Monarquía del Norte junto a Paiva Couceiro, yendo de resultas al exilio. Inicialmente favorable a la monarquía liberal pasó a la muerte de Manuel II al campo del miguelismo, como la mayor parte de los integralistas. Conoció a Vázquez de Mella, interesándose por el Carlismo. Se destacó también en el combate contra el Estado Nuevo salazarista, lo que le llevó a notables dificultades con otros compañeros de filas. También participante en las incursiones monárquicas de principios de siglo, y exiliado de sus resultas, Alexandre de Albuquerque, jurista de formación, fue un hombre de vasta cultura literaria e histórica. Ameal, por su parte, nom de plume de João de Barbosa Azevedo de Sande Ayres de Campos, conde de Ameal, destaca por su dedicación política y por su quehacer filosófico. En cuanto a la primera, Ameal, monárquico de la línea del Integralismo lusitano, no acompañó a sus colegas en la ruptura con Manuel II, saliendo de la organización. También colaboró con el régimen salazarista. Respecto del segundo destaca su obra historiográfica (con una importante Historia de Portugal) y también filosófica (con estudios sobre Santo Tomás de Aquino). Alfonso Botelho, conocido como escritor y director del Teatro Nacional, fue también un militante monárquico, como epígono del Integralismo ya varias veces mentado. Braga da Cruz, igualmente monárquico, y aquí encontramos un elemento común a todos los perfiles anteriores, destacó sobre todo como jurista y fue rector de la Universidad de Coimbra.
El libro, muy interesante, se completa con un utilísimo índice onomástico. Quien se interese por la cultura jurídico-política portuguesa, que desde luego lo merece, leerá con provecho este libro.
Manuel ANAUT