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GANÓ LA ESTRUCTURA DEL PENSAMIENTO

Por: Fernando Untoja

El debate entre Tuto Quiroga y Rodrigo Paz reveló dos modos profundamente distintos de entender la economía nacional y su viabilidad en el tiempo. Desde un enfoque técnico y de gestión, Tuto Quiroga estructuró su intervención sobre premisas económicas verificables, acompañadas de una lógica de ejecución en el corto, mediano y largo plazo. Su punto de partida fue la ecuación básica de la máquina económica nacional: “Sin dólares no hay diésel.”

Con esta fórmula, Tuto subrayó la dependencia estructural de la economía boliviana respecto de la divisa norteamericana, no como un condicionante ideológico sino como un hecho técnico: sin reservas internacionales suficientes, no se puede importar combustible, mantener el aparato productivo ni garantizar el transporte de bienes y personas. A partir de este diagnóstico, propuso restaurar la capacidad exportadora, atraer inversión directa en hidrocarburos y diversificar la producción con incentivos fiscales inteligentes.

Tuto insistió también en que la propiedad de la tierra en el sector rural debe convertirse en sujeto de crédito, lo que significa reconocerla como activo productivo y no como simple título registral. Esta medida permitiría inyectar liquidez al campo, formalizar la economía rural y activar un circuito virtuoso entre crédito, producción y mercado interno. La propuesta está orientada al mediano plazo, con horizonte de resultados medibles en una década, y se enmarca en una concepción de tiempo económico como horizonte de realización: las ideas se materializan en función de su secuencia temporal y su coherencia con los flujos de inversión.

En cambio, Rodrigo Paz adoptó un enfoque ideológico y reactivo, centrado en la crítica al pasado y en un discurso cargado de emotividad. Su exposición careció de datos técnicos o estrategias financieras precisas; ante la cuestión planteada por Tuto —“¿de dónde saldrán los dólares?”—, su única respuesta fue afirmar que “hay dinero”, sin explicar su origen, su cuantía ni el mecanismo de captación. El discurso de Paz se articuló en torno a frases reiterativas, con una narrativa de victimización política y social, pero sin articulación programática ni temporal.

Cuando el debate abordó los temas del litio y los hidrocarburos, las diferencias se acentuaron: Tuto presentó una visión estratégica y temporalmente estructurada, proponiendo alianzas público-privadas con transparencia y control nacional; Rodrigo, en cambio, se refugió en una retórica general de soberanía, sin detallar cómo alcanzar la eficiencia tecnológica ni la seguridad energética.

El contraste entre ambos no fue solo de contenido, sino de estructura de pensamiento. Tuto Quiroga construyó su discurso sobre una racionalidad económica basada en variables de tiempo, productividad y capitalización, mientras que Rodrigo Paz se movió en el plano de la reacción ideológica y la consigna política.

En suma, Tuto impuso el ritmo del debate al introducir datos, ecuaciones y horizontes de ejecución, mientras Rodrigo no logró sostener un marco argumental coherente ni responder técnicamente a las preguntas de fondo. Sin dólares no hay minería, sin dólares no hay combustible, sin dólares no hay libertad.

Fernando Untoja, economista

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