Recuperar Yacuiba
El 2002 fui elegido presidente del Comité Cívico de Villamontes. Recuerdo que esa noche que fui votado, anoté en mi agenda las prioridades de mi gestión. El Plan de Trabajo que presentamos fue muy general, por lo que había que pensar en una estrategia mínima para que la gestión muestra resultados inmediatamente, además de objetivos, un cronograma y un mecanismo efectivo de evaluación y ajuste. Al otro día tempranito nos reunimos con el Directorio, les presenté mi propuesta que fue enriquecida por mis compañeros que estabas entusiasmados por el desafío.
Recuerdo que hice mucho énfasis en la necesidad de trabaja inmediatamente en la unidad del Chaco. Mis compañeros insistían que debíamos concentrarnos en la demandas y reivindicaciones locales. Discutimos mucho, pues deseaba que el Comité Cívico levante la quijada y mire al Chaco y Tarija, y no solo a Villamontes. Mi mayor preocupación era al falta de cohesión en el Chaco.
Recuerdo que en una ocasión acompañé como periodista a una comisión de Villamontes para discutir la problemática de la energía eléctrica (Setar). La reunión fue en Yacuiba, en el coliseo municipal. Era tal la intolerancia mutua, que no se pudo instalar porque un grupo de dirigentes insultaron a la delegación de Villamontes con una serie de acusaciones de traición, doble discurso y egoísmo. De parte de Villamontes, también se profirieron insultos de grueso calibre contra los yacuibeños.
En una anterior ocasión se mostraron armas y provocaciones desafiantes entre grupos de choques de Villamontes y Yacuiba por el tema de limites municipales (Palmar Grande – San Antonio). En ambas partes habían radicales que nutrían su liderazgos con poses histriónicas y bravuconas.
Cuando regresamos a Villamontes, reflexioné mucho. Hice una serie de preguntas a los líderes con el fin de encontrar el origen de esa inquina y animadversión destructiva y disociadora. No había ningún fundamento válido, sólo prejuicios, recelos y egoísmos.
PUENTES QUE UNIERON PARA SIEMPRE
Cuando estuve al mando de la organización cívica, decidí que tendería puentes de integración con los yacuibeños y carapareños. Mi sueño era unir la provincia a través de los comités cívicos porque estaba seguro que era el camino mas efectivo para lograr un mejor desarrollo.
Los municipios estaban disociados, muy a pesar que la ley establecía la posibilidad de hacer mancomunidades. Después se hizo la Mancomunidad del Chaco, pero no ha cuajado porque los alcaldes no se querían ver ni en fotografía. Lo curioso es que los tres eran del mismo partido político, el MNR.
Una de las muestras de las disociación es que cuando Yacuiba asumía una medida de presión cívica, Villamontes no se plegaba por más legitima y reivindicativa regional sea. Y cuando Villamontes tomaba acciones de hecho, Yacuiba se mostraba indiferente. La decisiones cívicas era unilaterales. Por eso hay Resoluciones Prefecturales sobre el 45% demandadas por Yacuiba y por Villamontes. Tarija festejaba porque sabia que
Nuestras primeras acciones fue buscar construir la unidad del Chaco y para ello buscamos a nuestros similares de Yacuiba y Caraparí y generamos espacios de diálogo y coartación. Nos encontramos con susceptibilidad y desconfianzas, pero no desistimos. Hemos insistidos en nutrir un escenario de debate de nuestra problema y para ello elaboramos una agenda común.
Junto a Eduardo Alfaro de Yacuiba y Robert Guzmán de Caraparí convenimos en priorizar la consolidación del 45% a través de una propuesta de resolución prefectural que fue ampliamente discutida por nuestros directorios. Juntamos los documentos firmados unilateralmente por Yacuiba y Villamontes con la Prefectura y después de una análisis, redactamos un documento conjunto que después de muchas discusiones terminó en un borrador que propusimos conjuntamente a la Prefectura. Fue la primera vez en la historia que el Chaco ha consensuado un documentos conjuntamente. Después de este hecho, vinieron otros menos exitosos en resultados.
Hemos enviado a Tarija nuestro documento y desde allá nos respondieron con desdén y descortesía. Lo primero que hicieron las autoridades prefecturales de Tarija fue usar a quintacolumnistas locales para disociarnos. La administración de la Prefectura estaba en manos del MIR-MNR. Principalmente en Yacuiba y en Villamontes, antichaqueños por migajas políticas intentaron quebrar la unidad construida de diversos modos. No lograron su objetivo, aunque debo reconocer que estuvieron a punto de obtener lo que buscaban. Recuerdo que en Campo Pajoso tuvimos una reunión muy tirante y tensionada, que casi se cae todo.
Sostuvimos una negociación con técnicos de quinta línea de mando, y después de casi cuatro horas no pudimos avanzar nada. El prefecto (Paúl Castellanos – MIR) y el Secretario General (Gustavo Ugarte – MNR) declinaron atender nuestras invitaciones para debatir nuestras demandas. Mandaron a muchachitos con intenciones de marearnos.
HISTÓRICO BLOQUEO UNIDO DEL CHACO
Ante la indiferencia de la Prefectura, decidimos asumir medidas de hecho. La idea era que los tres municipios simultáneamente bloqueábamos las carreteras y caminos y decretábamos suspensión total de actividades. Yacuiba estaba con ciertos problemas de cohesión interna al principio, pero después se fortalecieron. En Villamontes, la medida de presión fue exitosa desde el primer minuto.
Después de la medida de presión cívica en las Tres Secciones (por primera vez), logramos torcer el brazo a Tarija en Villamontes con la Resolución 240/02. Después de ocho horas de dura y ardua negociación en el Casino Militar de Villamontes junto a los comités cívicos de Yacuiba, y Caraparí logramos arrancarle a Tarija la transferencia directa a cuentas que debían crearse en cada unidad seccional. Desde el 2003, hasta ahora se transfiere el 45% en paripaso. Varias normas le dieron mas consistencia a la idea original, pero lamentablemente no se dieron pasos igual al que nos atrevimos a hacerlos nosotros.
Con el éxito de la unidad que sellamos el 2002 y 2003, Yacuiba intentó liderar la región, pero se quedó en el camino. Lamentablemente no tuvo lideres con la madera necesaria para enfrentar la demanda histórica, por lo que el proceso de consolidación quedó congelado.
La falta de lideres a la altura de las circunstancia no le ha permitido tomar el liderazgo a pesar que cuenta con todas las condiciones naturales. Yacuiba es la capital de la todavía provincia Gran Chaco, es el segundo municipio más importante de Tarija después de la capital, es un municipio intermedio, su calidad de frontera le otorga una ventaja competitiva, su posición geográfica tripartita le concede muchas prerrogativas y privilegios.
EL UNO
Yacuiba no tuvo suerte. Sus lideres actuales son impostores y falaces. Uno es un residuo de la sociedad yacuibeña, un fracasado y mediocre de la vida. Ha malgastado su juventud en la disolución y la lujuria, buscó hacerse rico fácilmente en la actividad delictiva del narcotráfico, no tuvo mucho éxito porque lo pescaron; luego se dedicó a la política. Tapó sus pecados y le fue bien porque desde sus inicios demostró tener mucha habilidad para la cleptomanía. Fácilmente se hizo millonario en poco tiempo. De ser un ‘empresario’ quebrado, hora es un nuevo rico gracias a las coimas.
No tiene la mas peregrina idea de política, lo único que cabe en su cabeza es el dinero fácil. Yacuiba en este momento está secuestrada por un político mediocre, que no tiene ningún compromiso, es más, que no siente cariño por ella.
Ha administrado la caja pública más jugosa de la historia de Yacuiba y del país. Mas de 5.000 MM de Bs. pasó por sus manos, y los resultados son muy pobres y mediocres. Con esa cantidad enorme de dinero, se podría haber cambiado profundamente Yacuiba. Los datos de pobreza (NBI/NBS) revelan que se ha seguido el mismo ritmo de antes, solo milésimas.
EL OTRO
El otro era un campesino y dirigente de medio pelo, pero que gracias a su audacia y temeridad logró ascender a espacios de poder muy importantes. Ganó la elección por accidente y mucha suerte, porque nunca ha mostrado/demostrado credenciales para hacer una gestión regular. Se favoreció de un voto contra (voto castigo), que un voto a favor (voto confianza). Una vez en el cargo, se ha rodeado de un puñado de mediocres y aventureros. No solo eso, muchos de ellos son convictos con prontuarios en nuestro país como en la Argentina.
No se le puede pedir peras al olmo, por lo que era muy ingenuo creer que después de cuatro años tendríamos algún resultado por lo menos modesto. No siempre la voz del pueblo es la voz de Dios. El pueblo se equivoca, sino recordemos lo que pasó con Barrabás y Jesús.
Yacuiba tuvo que detenerse en el tiempo, para aprender que la capacidad de gestión debe ser requisito indispensable para elegir bien a sus autoridades. Un político puede ser campesino, indígena, académico, de clase media, blanco, negro, amarillo, hombre, mujer, gay, gordo, flaco, feo, rico, pobre, empresario, de izquierda, de derecha, etc., etc., pero lo único que le garantiza tener éxito en la lides públicas, es la capacidad. Yacuiba no debe seguir experimentando con aventureros demagogos que estimulados por su audacia y temeridad se convierten en político, y para desgracia tienen éxito al asumir posiciones de poder, y dejan desastres.
LOS OTROS, PERO LOS MISMOS
Yacuiba dirigió por cuatro años la Asamblea Regional, y quizás por cinco, pero sus representantes no sólo que no demostraron mínimas condiciones para dirigir regularmente esta institución, sino que traicionaron los intereses de Yacuiba. Caraparí no estuvo en espacios de poder, pero sus asambleístas lograron imponer su visión reduccionista y localista de autonomía.
En la Asamblea Departamental hay dos representantes que hacen competencia en llevarse el trofeo a la inutilidad. No sólo son intrascendentes, sino que son muy ambiciosos de dinero, que no dudan en negociar política/económicamente cuando se presentan crisis políticas. Una asambleísta del MAS ha denunciado que los asambleístas del PAN recibieron 25.000 Dólares a cambio de un voto.
LLEGÓ LA HORA
Yacuiba está en un punto de inflexión ante la crisis de liderazgo. Es el momento oportuno para que Yacuiba con todas las condiciones competitiva que tiene, lidere la región orientando al Chaco y al Departamento hacia un futuro mejor. Para ello, se requiere contar con los mejores hombres y mujeres en puestos de poder y de decisión.
Puedo decir con las credenciales que me otorga la historia, que junto a cívicos de Yacuiba y Caraparí, hemos sembrado la unidad objetiva en el Chaco, pero lamentablemente los que nos sucedieron no supieron/pudieron regar lo suficiente esa semilla, pues tenemos en este momento una unidad “pegada con moco” como dijo una vez de forma dramática Rubén Vaca.
Ruego a Dios que el proyecto de Estatuto (trucho) no sea aprobado por el Tribunal Constitucional, pues de esa manera en la próxima gestión, Yacuiba tiene la oportunidad de guiar constructivamente la consolidación de la autonomía regional a través de un pacto político y social en el Chaco. Tengo la seguridad que personas competentes, idóneas, honestas y sobre todo comprometidas con el Chaco, asumirán la responsabilidad de diseñar y construir un estatuto que sea legitimo y el cimiento para garantizar el desarrollo que tanto esperamos con una sola visión regional.
Aunque los tiempos se vencieron y a todas luces el proyecto de estatuto elaborado por la asamblea regional contradice abiertamente la Constitución y la Ley Marco de Autonomías, tengo mis dudas sobre la decisión del Tribunal Constitucional, porque se ha convertido en un botín político manoseado por el Gobierno Nacional y no en una institución respetables, seria y creíble. Es posible que sea aprobado como está, y se fuerce una aprobación popular. Seria desastroso para Yacuiba y el Chaco. Ese mamotreto es antiautonomista, y antichaqueño.
Hay un grupo de lideres yacuibeños que decidieron no quedar indiferente ante la difícil circunstancias por la que atraviesa Yacuiba y el Chaco, por lo que asumieron el desafío de tomar el toro por los cuernos. Soplan vientos de cambios, potentes y muy frescos.
(Yacuiba 01/03/14).